El programa Cúpula Dorada busca mejorar la defensa antimisiles de EE. UU. mediante la integración de sistemas y soluciones comerciales, respaldado por órdenes ejecutivas y el Congreso.
Avances y desafíos de la Cúpula Dorada en defensa antimisiles
El 27 de enero de 2025, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que ordenó a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos desarrollar la Cúpula Dorada, un sistema de Defensa, antimisiles multicapa diseñado para detectar y neutralizar amenazas como misiles balísticos, hipersónicos y de crucero, antes o durante su vuelo. Este programa, inicialmente denominado “Cúpula de Hierro para América”, se inspira en el sistema de Defensa, israelí, pero su escala es significativamente mayor, abarcando una constelación global de satélites con sensores e interceptores basados en el espacio. La orden ejecutiva estableció un plazo de 60 días para que el Departamento de Defensa presentara una arquitectura de referencia, requisitos basados en capacidades y un plan de implementación, con resultados esperados para el presupuesto presidencial de mayo de 2025.
El programa ha recibido un respaldo financiero inicial notable. El 29 de abril de 2025, el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes aprobó un paquete de reconciliación de 150 mil millones de dólares, que incluye 24.7 mil millones de dólares para la Cúpula Dorada en el año fiscal 2025. Este financiamiento se destina a mejorar sistemas existentes, como los radares terrestres de la Agencia de Defensa de Misiles y el radar Patriot del Ejército, con 1.9 mil millones de dólares asignados para aumentar su alcance, sensibilidad y confiabilidad. Además, 15.6 mil millones de dólares se destinan a sistemas espaciales, incluyendo 7.2 mil millones para sensores basados en el espacio y 5.6 mil millones para capacidades de interceptación en fase de impulso.
El 20 de mayo de 2025, Trump anunció que el diseño de la Cúpula Dorada costaría aproximadamente 175 mil millones de dólares y estaría operativo para enero de 2029. Este anuncio incluyó la designación del general Michael Guetlein, vicejefe de operaciones espaciales de la Fuerza Espacial, como líder del proyecto. Sin embargo, la Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que los costos podrían oscilar entre 161 mil millones y 542 mil millones de dólares en un período de 20 años, mientras que algunos senadores republicanos proyectan costos de “billones de dólares” si el programa se completa en su totalidad.
A pesar del impulso, el programa enfrenta desafíos significativos. La arquitectura de la Cúpula Dorada no está completamente definida, lo que genera incertidumbre sobre su implementación. La integración de sistemas de mando y control existentes, como el C2BMC de la Agencia de Defensa de Misiles, el IBCS e IFPC del Ejército, y el Sistema de Combate Aegis de la Marina, es un obstáculo técnico clave. Estos sistemas deben interoperar para permitir una respuesta coordinada en todos los dominios de combate, pero su desarrollo, adquisición, prueba y aceptación operativa han sido históricamente propensos a fallos programáticos.
Datos clave sobre la Cúpula Dorada y su impacto
- Fecha de inicio: Orden ejecutiva firmada el 27 de enero de 2025.
- Financiamiento inicial: 24.7 mil millones de dólares aprobados para el año fiscal 2025.
- Costo estimado: 175 mil millones de dólares según Trump; hasta 542 mil millones según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
- Sistemas clave: C2BMC, IBCS, IFPC, Aegis Combat System.
- Componentes espaciales: Sensores e interceptores en órbita baja para detección y neutralización en fase de impulso.
- Plazo proyectado: Operativo para enero de 2029, según el anuncio del 20 de mayo de 2025.
Reforma de adquisiciones y soluciones comerciales
La Cúpula Dorada no solo busca fortalecer la defensa antimisiles, sino también reformar los procesos de adquisición del Departamento de Defensa. La orden ejecutiva sobre la Modernización de las Adquisiciones de Defensa, emitida en paralelo, prioriza la integración de soluciones comerciales y métodos alternativos de adquisición. Esto representa un cambio respecto a los procesos tradicionales, que a menudo se ven obstaculizados por rivalidades entre servicios militares y una gestión programática rígida centrada en costo, cronograma y rendimiento.
El programa ha atraído la participación de la industria de defensa. Lockheed Martin, líder en el desarrollo del sistema C2BMC, promueve la integración de sus sistemas probados, como THAAD, PAC-3 y Aegis, junto con innovaciones de empresas emergentes. L3Harris Technologies completó una expansión de 125 millones de dólares en su planta de fabricación espacial en Fort Wayne en 2025 para apoyar la producción de tecnología orbital. Boeing propuso utilizar su avión espacial X-37B para el despliegue y mantenimiento de activos espaciales, mientras que Booz Allen Hamilton presentó el concepto de “Brilliant Swarms”, que implica miles de pequeños satélites interceptores.
El enfoque de adquisición de la Cúpula Dorada se basa en el principio de “explotar, comprar, construir”. Esto implica aprovechar capacidades existentes, adquirir productos comerciales para satisfacer necesidades actuales y emergentes, y desarrollar únicamente lo necesario para requisitos específicos de seguridad nacional. Este enfoque busca fomentar un ecosistema que combine la experiencia de grandes contratistas con la innovación de empresas tecnológicas más pequeñas, reduciendo las barreras que han limitado la participación comercial en el pasado.
El Pentágono recibió más de 360 respuestas a una solicitud de información de la industria, lo que indica un amplio interés en el programa. Sin embargo, la falta de una arquitectura específica ha llevado a propuestas ambiciosas que a veces desafían las limitaciones tecnológicas y financieras. La integración de sistemas comerciales requiere un equilibrio delicado para garantizar la entrega de capacidades sin sofocar la innovación del sector privado.
Contexto histórico y comparación con iniciativas previas
La Cúpula Dorada tiene precedentes en iniciativas como la Iniciativa de Defensa, Estratégica (SDI) de 1983, propuesta por el presidente Ronald Reagan. La SDI, conocida como “Star Wars”, buscaba desarrollar un escudo antimisiles basado en el espacio, pero enfrentó críticas por su complejidad técnica y altos costos, y nunca se materializó completamente. A diferencia de la SDI, la Cúpula Dorada aprovecha avances tecnológicos recientes, como sensores espaciales de órbita baja y capacidades de interceptación en fase de impulso, y busca integrar sistemas existentes en lugar de construir una arquitectura completamente nueva.
El sistema también se compara con la Cúpula de Hierro de Israel, que ha demostrado ser efectivo contra cohetes de corto alcance. Sin embargo, la Cúpula Dorada enfrenta un desafío mucho mayor debido a la escala del territorio estadounidense y la diversidad de amenazas, incluyendo misiles intercontinentales y sistemas hipersónicos desarrollados por adversarios como China y Rusia. La Agencia de Defensa de Misiles informó en 2025 que los sistemas actuales, como el Ground-based Midcourse Defense (GMD), solo pueden defender contra un número limitado de misiles balísticos con contramedidas simples, lo que subraya la necesidad de un sistema más robusto.
El programa también se alinea con esfuerzos previos del Departamento de Defensa para mejorar la interoperabilidad entre servicios. El concepto de Comando y Control Conjunto de Todos los Dominios (CJADC2), que busca integrar sensores, sistemas de armas y flujos de datos, es un componente clave de la Cúpula Dorada. La Fuerza Aérea está desarrollando la Red de Batalla DAF, que se integrará con CJADC2 para mejorar la gestión de batalla en el programa.
La Cúpula Dorada representa un esfuerzo ambicioso para modernizar la defensa antimisiles de Estados Unidos mientras se reforman los procesos de adquisición del Departamento de Defensa. Su éxito dependerá de superar los desafíos técnicos de integración de sistemas, gestionar los costos proyectados y fomentar la colaboración entre los servicios militares y la industria. A medida que el programa avanza, su impacto en la seguridad nacional y en la forma en que Estados Unidos adquiere tecnología de Defensa, será un punto de referencia para futuras iniciativas.