Recientes informes indican que los tanques Challenger 2 del Reino Unido, proporcionados a Kiev, han sido dotados de complementos defensivos adicionales. Entre estas medidas se cuentan barras verticales adosadas a los flancos y al blindaje frontal de los vehículos.
Un video difundido por la revista británica “The Sun” destaca estas actualizaciones, concebidas para potenciar la protección de los tanques frente a las amenazas emergentes rusas en los teatros de operaciones ucranianos.
Mientras que previamente se habían detectado “modificaciones” en los tanques rusos, reportes directos desde el terreno señalan que el Challenger 2 ha sido aun más robustecido con adiciones de faldones de goma en sus costados, brindando un nivel de defensa incrementado contra armas antitanque.
Adicionalmente, la metralla montada sobre la torreta ha sido objeto de mejoras defensivas. La posición del artillero recibe protección mediante una placa de blindaje en su parte frontal.
A esto se suma un blindaje de malla en la proa del casco, una estrategia táctica orientada a prevenir la efectividad de los misiles antitanque guiados al provocar su detonación prematura antes de impactar el blindaje principal del tanque.
Challenger 2 Fortificación avanzada contra amenazas
Al igual que un coloso de acero, el Challenger 2 británico expone vulnerabilidades críticas, puntos susceptibles al devastador impacto de misiles antitanque.
La retaguardia del vehículo destaca como una de esas áreas críticas, mostrando una particular vulnerabilidad ante ataques misilísticos. Igualmente, la zona superior del blindado, frecuentemente descrita como el “techo”, emerge como otro punto de preocupación significativo.
Los misiles antitanque, empleando un modo de ataque por encima, se desplazan por el aire sobre su objetivo para detonar en un ángulo descendente, generando una explosión de alto impacto hacia abajo.
De manera similar, la sección inferior del tanque, vista como el corazón del vehículo, presenta otro punto débil. Al encarar una elevación o cuando se halla expuesto de alguna manera, esta área puede ser un blanco prioritario. La armadura comparativamente más delgada en esta sección sugiere que un impacto directo podría infligir daños considerables en el compartimento de la tripulación o en el depósito de municiones.
Finalmente, las zonas laterales del tanque, especialmente aquellas situadas sobre las orugas y por debajo de la torreta, demandan una atención especial. Estos sectores, que ofrecen menor protección blindada, contienen elementos vitales tales como el combustible, munición y el compartimento de la tripulación. Un impacto certero en estas áreas puede resultar en consecuencias desastrosas.
Chobham Armor: Challenger Stealth Shield 2
El corazón defensivo del Challenger 2 reside en su enigmático blindaje Chobham. Este avanzado material compuesto integra capas de cerámica estratégicamente distribuidas, incrustadas dentro de una matriz metálica y revestidas por una armadura exterior de metal.
La arquitectura del blindaje Chobham, con su disposición en capas de cerámica, es fundamental para su capacidad de neutralizar el impacto de proyectiles antitanque. Al recibir el impacto, las capas cerámicas se fragmentan, absorbiendo y disipando la energía del ataque, mitigando así la penetración.
El nivel de protección que brinda el blindaje del Challenger 2 permanece en el ámbito de los secretos de defensa, bajo estricta confidencialidad por razones de seguridad nacional.
Se acepta ampliamente que este blindaje proporciona una defensa formidable ante el arsenal antitanque contemporáneo, aunque los detalles específicos sobre su capacidad de resistencia se mantienen bajo clasificación militar.
Complementando su armadura, el Challenger 2 está dotado con sistemas defensivos adicionales contra misiles antitanque. Entre ellos destaca la Suite de Ayuda Defensiva [DAS], un sistema de tipo “soft-kill” configurado para identificar proyectiles enemigos inminentes y desplegar contramedidas instantáneas, tales como cortinas de humo.
Estas tácticas de ocultamiento no solo camuflan la ubicación del tanque, sino que también desorientan los sistemas de guiado de los misiles, aumentando así las probabilidades de supervivencia del blindado en situaciones de combate.
Refuerzo del Challenger 2: Preámbulo de las nuevas operaciones en Ucrania
Las recientes actualizaciones aplicadas a los tanques Challenger 2 suministrados por el Reino Unido a Ucrania podrían presagiar una asignación más activa y de vanguardia para estas unidades blindadas. Hasta el momento, estos tanques británicos en suelo ucraniano solo habían incorporado las convencionales mallas antidrones sobre sus torretas.
Sin embargo, el incremento en las medidas de blindaje podría indicar una estrategia por parte de la dirección militar ucraniana de comprometer al Challenger 2 en roles de combate más directos y en el frente. La participación del Challenger 2 ha sido moderada, particularmente tras la pérdida de tres unidades ante fuerzas rusas, de las cuales una resultó en destrucción total y las restantes dos fueron rehabilitadas satisfactoriamente.
Informes destacan que, a fecha del 10 de marzo, únicamente la mitad de los 14 Challenger 2 ucranianos se encontraban en estado óptimo de operatividad. La escasez de unidades combatientes se atribuye primordialmente a demoras en las reparaciones por daños menores, con componentes críticos como partes de la torreta y sistemas de apuntamiento exigiendo atención periódica. La adquisición de repuestos puede extenderse por meses, dilatando significativamente los tiempos de recuperación.
El 4 de septiembre de 2023, imágenes desde Robotyne evidenciaron el primer registro de un Challenger 2 fuera de combate tras ser impactado por un misil antitanque 9M133 Kornet. La explosión resultante desprendió la torreta del chasis principal y expulsó la escotilla del comandante al aire.
El impacto condujo a un incendio que, a su vez, detonó las municiones almacenadas dentro del Challenger 2, causando su desmembramiento.