El Reino Unido ha impuesto otra oleada de sanciones a Rusia por la guerra en Ucrania.
Londres apunta ahora a las industrias de defensa y aeroespacial del país, que apoyan la guerra ilegal del presidente ruso Vladimir Putin en Ucrania.
Más sanciones por Ucrania
En su último paquete de sanciones, el Reino Unido apunta a cinco empresas: CST, que fabrica vehículos aéreos no tripulados para el ejército ruso; RT-Komplekt, que fabrica piezas de helicópteros utilizados por el ejército ruso; Oboronlogistics, que facilita el transporte y la entrega de equipos militares rusos; Universalmash y Lipetsk, que fabrica chasis con orugas para armas antiaéreas rusas; y Topaz, que desarrolla software utilizado por las Fuerzas Aeroespaciales rusas en sus helicópteros y aviones de combate.
“Ucrania ha demostrado a Putin que no se doblegará ante su invasión tiránica. Ha respondido atacando indiscriminadamente zonas civiles e infraestructuras nacionales críticas en todo el país. No podemos permitir que triunfe. Debemos aumentar nuestro apoyo”, declaró el Ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly.
El Reino Unido también sancionó a otras ocho personas del círculo cercano de Putin.
Los objetivos van desde oligarcas del petróleo y propietarios de empresas de mantenimiento de aviones, hasta periodistas y banqueros pro-Kremlin.
“Estas nuevas sanciones aceleran la presión económica sobre Putin, minando su maquinaria bélica para ayudar a Ucrania a prevalecer”, declaró Cleverly.
“Estoy decidida, en consonancia con nuestras leyes, a que Rusia no tenga acceso a los activos que hemos congelado hasta que ponga fin, de una vez por todas, a sus amenazas contra la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”.
El apoyo británico ha sido clave en la lucha ucraniana. Londres sólo es superado por Estados Unidos en la ayuda militar que ha proporcionado a Kiev, y en ciertos aspectos, el Reino Unido ha abierto el camino.
Por ejemplo, Gran Bretaña fue el primer país en proporcionar a Ucrania carros de combate principales, en la forma del Challenger 2, que abrió el camino para que Estados Unidos y Alemania comprometieran tanques M1A2 Abrams y Leopard 2, respectivamente.
En total, el Reino Unido ha sancionado a más de 1.300 personas desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero de 2022. Más de 24.000 millones de dólares en bienes comerciales están bajo sanciones totales o parciales.
El impacto de las sanciones en Rusia
Las sanciones occidentales a las industrias de defensa y aeroespacial rusas han reducido seriamente la producción de sistemas de armamento en Rusia.
Las empresas rusas dependían en gran medida de la tecnología occidental, incluso para sus sistemas de armamento más avanzados.
Los microchips y procesadores occidentales suelen equipar los sistemas aéreos no tripulados y los misiles de crucero rusos.
El resultado más evidente de las sanciones está en el arsenal ruso de misiles balísticos y de crucero.
El ejército ruso ha tenido que recurrir al lanzamiento de municiones diseñadas para fines distintos para superar su escasez.
Por ejemplo, las Fuerzas Aeroespaciales rusas han lanzado en repetidas ocasiones misiles antiaéreos S-300 contra objetivos terrestres en Ucrania.
Como no están diseñados para tales fines, estos misiles son muy imprecisos en su nueva función, y a menudo alcanzan objetivos diferentes.
Al final, sin embargo, es la población civil ucraniana la que más sufre, ya que los misiles golpean indiscriminadamente ciudades y pueblos.
De hecho, la situación es tan mala para la industria aeroespacial y de defensa rusa que tienen que gorronear semiconductores de frigoríficos y lavavajillas para equipar misiles balísticos y de crucero.