El gigante de la defensa Lockheed Martin enfrenta turbulencias, habiendo completado menos de la mitad de los cazas F-35 Joint Strike actualizados prometidos para este año, debido a retrasos en la producción de componentes críticos.
Desafíos en la línea de montaje del F-35 Joint Strike Fighter
En una reciente audiencia en el Capitolio, el teniente general Michael Schmidt, comandante del programa F-35, informó que de los 52 aviones comprometidos con la actualización Technology Refresh 3 (TR-3), solo 21 han sido completados. Este retraso se atribuye a la lenta producción de componentes esenciales para el hardware TR-3.
Los cazas restantes se encuentran estacionados en la fábrica de Lockheed Martin en Fort Worth, Texas, en espera de las piezas necesarias. Schmidt, manteniendo la discreción militar, no especificó qué componentes están causando el cuello de botella en la producción.
Características y dificultades del paquete TR-3 para el F-35
El paquete TR-3 es un arsenal de actualizaciones, incluyendo hardware avanzado y software, diseñado para potenciar la capacidad de combate del F-35. Estas mejoras son vitales para la implementación del Bloque 4, que se espera aumente significativamente la capacidad armamentística y de reconocimiento de objetivos del caza.
Originalmente, el TR-3 estaba programado para estar listo para abril de 2023, pero problemas persistentes con el software e integración han forzado a postergar esta fecha. Schmidt indicó que podría estar listo para mediados de primavera, aunque con reservas sobre este nuevo plazo.
Lockheed Martin lucha contra el reloj para cumplir con el F-35
El gobierno de EE. UU. se ha negado a aceptar los nuevos F-35 hasta que se completen los vuelos de prueba necesarios para confirmar su correcto funcionamiento. Lockheed Martin ha declarado que está trabajando en la estabilización del próximo software del F-35, mejorando aspectos como el radar y la capacidad armamentística.
La compañía ha iniciado pruebas de vuelo con versiones iniciales del software TR-3, realizándolas tanto en la Base Edwards de la Fuerza Aérea en California como en la Estación Aérea Naval Patuxent River en Maryland. Hasta principios de diciembre, más de 160 vuelos de prueba habían sido completados.
Preocupaciones y consecuencias de los retrasos en el F-35
El presidente del subcomité, Rob Wittman, expresó su preocupación por los continuos retrasos en el despliegue de capacidades del F-35, a pesar de reconocerlo como una “maravilla tecnológica”. Schmidt admitió que los laboratorios de bajo rendimiento han sido parte del problema, y que se está trabajando para mejorar su capacidad.
Schmidt reveló que Lockheed Martin enfrenta sanciones significativas por no cumplir con los requisitos del TR-3, aunque no detalló las penalizaciones. Mientras tanto, la lentitud en la producción de componentes afecta solo a los nuevos aviones, sin impactar todavía el reequipamiento de los modelos más antiguos.
El programa del F-35 enfrenta un futuro incierto si no se resuelven los problemas de producción. “Tienen un poco de tiempo para acelerar, pero tienen que hacerlo rápido”, advirtió Schmidt, enfatizando la urgencia de la situación.
Stephen Losey, reportero de guerra aérea para Defense News, ha seguido de cerca estos desarrollos, viajando a Oriente Medio para cubrir las operaciones de las Fuerzas Aéreas estadounidenses.