El Lockheed Martin F-21, una versión mejorada del F-16, ha sido diseñado específicamente para satisfacer las necesidades de defensa de la India. Aunque no es un caza de quinta generación como el F-22 Raptor, el F-21 se clasifica como un avión de cuarta generación ++, incorporando tecnologías avanzadas que lo convierten en un híbrido formidable.
La pregunta que surge es: ¿cuándo una actualización transforma un avión en uno completamente nuevo? Este es el caso del Lockheed Martin F-21, que India planea adquirir. A pesar de no ser tan conocido como el F-22 Raptor, el F-21 debería ser reconocido por su avanzado diseño y capacidades.
Aunque no pertenece a la quinta generación de cazas como el F-22, el F-21 es un avión de guerra de cuarta generación++ que actúa como un híbrido entre ambas generaciones. Basado en el F-16, el F-21 incorpora elementos que lo acercan más al F-22, lo que resulta beneficioso para las necesidades de la India.
Lockheed ha mejorado el F-21 con nuevas pantallas de cabina, tanques de combustible conformados, una estructura más grande para acomodar dispositivos electrónicos adicionales, accesorios para señuelos de radar remolcados, un nuevo sensor infrarrojo y una sonda de reabastecimiento compatible con aviones cisterna rusos, según un artículo de 2019 de David Axe.
Algunos analistas argumentan que el F-21 de Lockheed está solo un paso por detrás del F-22, una afirmación sorprendente considerando que el F-21 es mucho más económico. La adquisición del F-21 es parte de la política Make in India, impulsada por el gobierno del primer ministro Narendra Modi, con el objetivo de asegurar que los sistemas clave se construyan en India, mejorando la seguridad de las cadenas de suministro y modernizando el sector de defensa del país.
El programa F-21 garantizará que el ejército indio no dependa exclusivamente de Rusia para sus sistemas estratégicos. Desde su independencia, India ha mantenido una estrecha relación con Rusia, disfrutando de acceso privilegiado a equipo militar y entrenamiento durante la Guerra Fría. A pesar de la disolución de la URSS, la relación especial entre India y Rusia ha persistido.
Sin embargo, mientras el gobierno indio busca diversificar sus relaciones de defensa, ha respaldado la maquinaria bélica rusa en Ucrania comprando productos energéticos rusos aprobados por Occidente, beneficiándose de fuentes de energía asequibles y abundantes.
La incorporación de India a la familia F-16 garantizaría, a largo plazo, una mayor cercanía con Occidente y una distancia estratégica de Rusia, ofreciendo ventajas significativas en términos de interoperabilidad con los sistemas de defensa occidentales.
Si se concreta plenamente, el programa F-21 proporcionará a la India una ventaja competitiva significativa sobre sus rivales paquistaníes y enemigos chinos. El F-21 fortalecerá la fuerza aérea india, disuadiendo a China en medio de las tensiones fronterizas.
Dado el avance tecnológico y los beneficios para la defensa y la industria india, cuanto antes Nueva Delhi ejecute el acuerdo propuesto con Lockheed para obtener más de 100 aviones por 18 mil millones de dólares, mejor será para todos.