Apodado “destructor de tanques”, el A-10 podría desempeñar un papel para Ucrania en la guerra, tras la invasión de Rusia.
Cuando el conflicto en Ucrania empezó con la incursión de las fuerzas rusas en el territorio, destacó el papel de los tanques, lo que llevó al debate en las redes acerca del papel que podrían desempeñar los aviones A-10.
Estrategias aéreas en debate: Reflexiones de un piloto de A-10
Un piloto del A-10C Thunderbolt II de la Guardia Nacional Aérea, en una conversación con en marzo de 2022, aportó una perspectiva realista: “No es tan sencillo”, expresó. Según él, para que estos aviones operen efectivamente, se requiere de un entorno que permita su intervención sin grandes restricciones, una situación que raramente se presenta en conflictos modernos.
No obstante, es innegable que el A-10 fue concebido originalmente como una respuesta al descomunal desbalance en la cantidad de tanques que el Pacto de Varsovia poseía en comparación con la OTAN.
Estrategas militares preveían una posible incursión masiva de tanques soviéticos atravesando la brecha de Fulda en Alemania. En este contexto, el A-10 era visto como la herramienta ideal para realizar ataques rasantes y contrarrestar tal invasión.
A pesar de esto, incluso en aquel entonces, no se consideraba que el A-10, pese a su robusta armadura, pudiese resistir ataques continuos de las fuerzas soviéticas.
La vulnerabilidad del A-10 se ha incrementado ante los avances en sistemas de defensa antiaérea. De alguna manera, el A-10 Thunderbolt II, que realizó su primer vuelo hace cinco décadas, a inicios de 1972, comparte más similitudes con el P-47 Thunderbolt de la República que con el moderno F-35 Lightning II de quinta generación. Este último es capaz de atacar blancos terrestres desde largas distancias con armas de precisión, asegurando su supervivencia.
Esta realidad posiblemente influyó en que Frank Kendall, secretario de la Fuerza Aérea, descartara cualquier posibilidad de enviar A-10 a Ucrania en marzo de 2022, poco después de que comenzara la invasión. En un simposio de guerra aérea organizado por la Asociación de la Fuerza Aérea, Kendall afirmó: “No tengo conocimiento de ningún plan actual, ni siquiera de un debate sobre tal plan para desplegar o proporcionar A-10 a los ucranianos”. El General CQ Brown, jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, respaldó esta declaración.
Reevaluación táctica: ¿Es el A-10 Warthog adecuado para Ucrania?
A lo largo de casi dos años de conflicto, Rusia no ha logrado asegurar la superioridad aérea y sus sistemas de defensa antiaérea han resultado mayormente insatisfactorios. Esto plantea la posibilidad de que las primeras impresiones sobre la inadecuación del A-10 para esta guerra pudieran ser erróneas.
A pesar de que las condiciones en el terreno no son tan “permisivas” como algunos pilotos de A-10 podrían preferir, las tácticas rusas han demostrado ser ineficaces en varios aspectos.
En varias ocasiones, se ha observado a columnas de tanques rusos sin la protección adecuada, siendo blanco fácil para ataques terrestres. Esto sugiere que, incluso en la era moderna, los A-10 podrían haber tenido una oportunidad de oro para intervenir eficazmente.
Esto podría ser la razón por la cual, en ciertos momentos, las declaraciones de Kendall han mostrado un cambio de tono, no descartando tan rápidamente la idea de transferir los A-10 “Warthogs” – el apodo cariñosamente otorgado por los pilotos que los manejan – a Ucrania.
El A-10 Warthog: ¿Una solución aérea ideal para el conflicto ucraniano?
En el contexto de la guerra en Ucrania, el A-10 Warthog podría ser un activo valioso. Diseñado para resistir daños significativos y operar desde pistas rudimentarias, se alinea bien con las necesidades actuales del conflicto.
Además, es relevante considerar que las Fuerzas Aéreas ucranianas aún utilizan el Su-25 (“Frogfoots” para la OTAN), una aeronave considerablemente menos capaz, indicando que los aviones de ataque a tierra de vuelo lento aún tienen un papel en la guerra moderna.
El Fairchild A-10 Thunderbolt II fue concebido específicamente para el apoyo aéreo cercano. Con su distintivo cañón GAU-8/A Avenger de 30 mm, ha demostrado ser uno de los cazatanques más eficientes de la historia.
A principios de 2022, la Fuerza Aérea de EE. UU. evidenció la capacidad del “Warthog” para neutralizar tanques modernos, incluso con blindajes avanzados.
El cañón GAU-8/A de 30 mm, prominente en la proa del avión, tiene una cadencia de fuego de 3.900 balas por minuto. Su desarrollo se remonta a la década de 1970, cuando la Fuerza Aérea de EE. UU. solicitó un cañón de 30 mm de disparo rápido para sus aviones de apoyo aéreo cercano A-X.
General Electric desarrolló el prototipo GAU-8, junto con cuatro tipos de munición especificados en el contrato: Incendiaria perforante de blindaje, Incendiaria de alto explosivo, Semiperforante de alto explosivo y de prácticas de tiro.