El análisis del despliegue de la flota rusa en el mar Negro revela un cambio táctico significativo en respuesta a la creciente amenaza de los cazas F-16 en manos de Ucrania. Este informe detalla los movimientos estratégicos y las implicaciones de dichas maniobras.
Impacto de los F-16 ucranianos en la estrategia naval rusa
Los recientes ataques de Ucrania en el mar Negro han generado una notable presión sobre la Armada rusa en el mar Negro. Según Frederik Mertens, analista del Centro de Estudios Estratégicos de La Haya, estos ataques han forzado a Rusia a reubicar una parte considerable de su flota a Novorossiysk, una localidad en Crimea. La eficacia de las campañas militares ucranianas, potenciadas por la inclusión de los F-16 en su arsenal, ha sido tan relevante que ha llevado a Rusia a reconsiderar su estrategia naval en la región.
Además, se ha observado un movimiento estratégico hacia Ochamchira, en Abjasia (Georgia), bajo control ruso, interpretado como una táctica para evadir futuros ataques. Mertens subraya la importancia de Ochamchira, calificándola como el puerto más lejano disponible para Rusia en el mar Negro. Este despliegue estratégico resalta la amenaza que representan los F-16, en particular por su capacidad de lanzar misiles antibuque Harpoon, que colocan a la flota rusa en una posición vulnerable.
Los misiles de crucero Kalibr, una pieza clave en el arsenal naval ruso, han sido reasignados a Novorossiysk. Esta reubicación se produce tras los exitosos ataques ucranianos contra la principal bahía de La Flota del Mar Negro rusa en Sebastopol. La decisión estratégica de trasladar los buques a localidades más alejadas refleja una respuesta cautelosa a la capacidad ofensiva incrementada de Ucrania.
Cambios en la composición de la Flota Rusa del Mar Negro
El analista de inteligencia de fuentes abiertas MT_Anderson, mediante el análisis de imágenes de satélite, ha confirmado estos movimientos. A partir del 2 de octubre, se observa que la bahía de Sebastopol alberga principalmente buques navales no destinados al combate, incluyendo cuatro grandes buques anfibios del Proyecto 775 y buques de reconocimiento de los Proyectos 18280 Ivan Khurs y 864 Priazovye.
Imágenes de satélite del 1 de octubre muestran que el núcleo de las fuerzas de superficie de La Flota rusa del Mar Negro, compuesto por las fragatas del proyecto 11356R – “Almirante Makarov” y “Almirante Esen” – han sido trasladadas a Novorossiysk. A estas se suman tres submarinos “Varshavyanka” y un “Buyan-M” en la misma región marítima. Este cambio indica que la Federación Rusa ha movilizado sus buques clave, equipados con misiles de crucero Kalibr, a Krasnodar, una región no ocupada, aumentando su capacidad para lanzar ataques desde las costas de Novorossiysk.
Otros buques notables en la región incluyen el buque de guardia Proyecto 1135, el patrullero Proyecto 22160 y tres buques anfibios de tamaño considerable: dos del Proyecto 775 y uno del Proyecto 11711 Peter Morgunov, botado en 2018. Estos desplazamientos subrayan un replanteamiento estratégico por parte de la Federación Rusa en respuesta a las nuevas capacidades militares de Ucrania.
Los F-16 de Ucrania, equipados con misiles Harpoon, han presionado a la Armada rusa en el Mar Negro a reubicar parte de su flota a Novorossiysk y Ochamchira. Este cambio táctico refleja la respuesta de Rusia ante la eficacia militar ucraniana y la amenaza que representan los F-16.
Rusia ha trasladado importantes elementos de su flota a Novorossiysk y Ochamchira. Incluyen fragatas con misiles Kalibr y otros buques de combate, una táctica para mitigar riesgos frente a los ataques ucranianos y adaptarse a la nueva dinámica de amenazas.
Ochamchira, en Abjasia, es estratégicamente importante para Rusia en el Mar Negro, al ser el puerto más lejano disponible. Su uso se interpreta como una táctica para evadir ataques, destacando la amenaza que los F-16 representan para la flota rusa.
Los ataques ucranianos con F-16 han llevado a Rusia a reubicar buques de combate clave desde Sebastopol a Novorossiysk. Esto refleja una respuesta cautelosa a la capacidad ofensiva incrementada de Ucrania y una reducción de la presencia militar en Sebastopol.
Se han confirmado cambios significativos: las fragatas del proyecto 11356R y submarinos Varshavyanka se trasladaron a Novorossiysk. Además, Sebastopol alberga ahora buques no destinados al combate, marcando un replanteamiento estratégico frente a las capacidades militares de Ucrania.