El contrato de 43 millones de dólares busca optimizar la fiabilidad del sistema de telemetría y seguimiento de los misiles Trident II.
Reino Unido encarga a EE. UU. mejorar los sistemas de vuelo de sus misiles nucleares
El Reino Unido ha recurrido a Estados Unidos para diseñar e instalar equipos de prueba de vuelo para los misiles balísticos Trident II [D5] de la Marina Real. Estos misiles, capaces de portar ojivas nucleares de 100 kilotones, son fundamentales en la disuasión nuclear del país. El contrato, adjudicado a L3Harris Interstate Electronics Corp, tiene un valor superior a los 43 millones de dólares. El proceso de integración de estos sistemas está programado para completarse a principios de 2027, según el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Los misiles Trident II, desplegados en submarinos de clase Vanguard, tienen un alcance de 12.000 kilómetros y están equipados con varios vehículos de reentrada independiente [MIRV], lo que les permite atacar múltiples objetivos simultáneamente. Estos misiles británicos comparten muchas características con los utilizados por la Marina de EE. UU., gracias a acuerdos de mantenimiento bajo el Acuerdo de Ventas Polaris.
En términos de precisión, el Trident II tiene un error circular probable (CEP) inferior a 100 metros, lo que subraya su efectividad como disuasión estratégica. Las pruebas de vuelo de estos misiles dependen de sistemas especializados que rastrean y monitorean su rendimiento en tiempo real.
Incidentes en las pruebas del Trident II suscitan preocupación en Reino Unido
En enero de 2024, un misil Trident II [D5] falló en una prueba de lanzamiento desde el submarino HMS Vanguard frente a Florida. El misil no pudo activar su propulsor de primera etapa, cayendo al océano Atlántico poco después del despegue. Esta prueba era clave para certificar la preparación del submarino tras una remodelación de 500 millones de libras.
El secretario de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps, destacó que este fallo fue un incidente aislado sin impacto en la confiabilidad general del sistema de misiles. Sin embargo, el percance generó preocupación, ya que sigue a otro incidente similar ocurrido en 2016, cuando un misil se desvió de su curso.
El Ministerio de Defensa minimizó los incidentes, afirmando que tanto el submarino como su tripulación permanecen plenamente operativos. No obstante, estas fallas consecutivas han reavivado el debate sobre la preparación nuclear del Reino Unido y sus posibles vulnerabilidades.
Sistemas de telemetría y seguimiento: esenciales en las pruebas de misiles
El Reino Unido ha decidido mejorar los sistemas de instrumentación de pruebas de vuelo para los misiles Trident II, con el objetivo de evitar fallos futuros. Estos sistemas incluyen tecnologías de telemetría y seguimiento que recopilan y transmiten datos sobre el rendimiento del misil desde el lanzamiento hasta el impacto, proporcionando a los ingenieros información crítica para futuras pruebas.
Las tecnologías de telemetría recogen datos del motor, la navegación y las tensiones estructurales, enviándolos en tiempo real a las estaciones terrestres. Los sistemas de seguimiento, apoyados por radar y GPS, monitorizan la trayectoria y velocidad del misil.
Además, el sistema de adquisición y registro de datos mide una amplia gama de parámetros de rendimiento, como tensiones térmicas y estructurales, para confirmar que los misiles Trident II puedan soportar condiciones reales de lanzamiento.
Análisis exhaustivo tras las pruebas: clave para mejorar la fiabilidad de los Trident II
Los sistemas de instrumentación de pruebas de vuelo en los misiles Trident II también incluyen mecanismos de seguridad como los sistemas de terminación de vuelo [FTS], que están diseñados para destruir el misil en caso de desviación de su curso. La recopilación de datos durante las pruebas es esencial para garantizar que el misil funcione con la máxima precisión.
Los datos recopilados después de cada vuelo son analizados en detalle por ingenieros para detectar posibles fallas o mejoras. Este proceso garantiza que los misiles Trident II mantengan su capacidad operativa y de disuasión.
Estos sistemas juegan un papel crucial para asegurar que los misiles del Reino Unido y Estados Unidos continúen siendo un elemento fiable dentro de sus capacidades estratégicas de defensa nuclear.