El aumento de portaaviones chinos mejora su proyección de poder, pero enfrenta desafíos con sistemas antiacceso A2/AD.
China ha priorizado la modernización de su ejército y ha desarrollado sistemas de antiacceso y denegación de área (A2/AD) para mantener a Estados Unidos fuera del Indopacífico. Con tres portaaviones, incluido el avanzado Fujian, China aspira a dominar las aguas regionales y utilizar estos portaaviones como centros de mando para operaciones como una posible invasión de Taiwán. Una vulnerabilidad a explotar: aunque los portaaviones chinos aumentan su capacidad de proyección de poder, también pueden enfrentarse a los mismos desafíos A2/AD que los portaaviones estadounidenses.
Para contrarrestar esto, Estados Unidos debería establecer una robusta red A2/AD en el hemisferio occidental, anticipándose a un futuro en el que el poder naval chino desafíe el dominio estadounidense más cerca de casa. El ejército chino ha estado modernizándose intensamente durante más de una década. En su intento por contrarrestar la superioridad militar de Estados Unidos, Pekín ha construido un sólido arsenal de armas A2/AD y las ha distribuido por todo el Indopacífico. Además de A2/AD, China ha invertido en armas antiespaciales, capacidades de guerra cibernética y otros activos, todos diseñados para impedir que Estados Unidos despliegue fuerzas cerca de China.
China ha perfeccionado una estrategia de negación en su región. Una vez que logre negar el acceso militar estadounidense al Indo-Pacífico, planea desplegar su creciente flota de portaaviones para intimidar a sus vecinos y lograr la sumisión. La Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL) cuenta actualmente con tres portaaviones. Los dos primeros, basados en antiguos diseños soviéticos, tienen un desplazamiento de 60.000 toneladas. El tercero, el Fujian, diseñado y construido en China, tiene un desplazamiento de 80.000 toneladas.
Innovaciones y capacidades del portaaviones Fujian y sus implicaciones
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El Fujian incorpora nuevas tecnologías, algunas de las cuales, como el sistema de catapulta electromagnética EMALS, fueron adquiridas mediante espionaje industrial a Estados Unidos. Estas innovaciones han convertido al Fujian en uno de los portaaviones más avanzados fuera del mundo occidental. El tercer portaaviones chino se ha convertido en un actor poderoso y en un rival importante para los diseños estadounidenses y británicos. Sin embargo, el Fujian no será el último portaaviones avanzado de China.
En 2012, el expresidente chino Hu Jintao declaró que China se convertiría en una “gran potencia marítima”. Aunque Hu y Xi Jinping no coincidieron en muchos aspectos, sí compartieron la visión de transformar a China en una potencia naval dominante en el Indopacífico. China, con su enorme sector manufacturero, puede construir una flota de estos barcos avanzados. No obstante, la cuestión persiste: en la era del A2/AD, ¿cómo evitará la PLAN que las mismas complicaciones del A2/AD que afectan a los portaaviones estadounidenses pongan en peligro su creciente flota de portaaviones?
La lógica de Pekín es sencilla: con los sistemas negacionistas de China repeliendo a los estadounidenses, tendrán vía libre en el Mar de China Meridional, el Mar de China Oriental y el Estrecho de Taiwán. Podrían incluso dominar el Mar Amarillo y el Mar del Japón, aunque esto es más complicado debido a la presencia militar de Corea del Sur y Japón. Hasta que los gobiernos locales desplieguen métodos que puedan amenazar significativamente a la flota china, la PLAN confía en su flota de portaaviones.
La doctrina de la PLAN y el uso estratégico de sus portaaviones
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La doctrina de la PLAN prevé utilizar estos portaaviones como centros de mando flotantes, especialmente en caso de una invasión de Taiwán. El tamaño y disposición de la fuerza de portaaviones chinos dependerán de las ambiciones de sus gobernantes. La flota crecerá a medida que aumenten sus ambiciones y en relación con la percepción de debilidad de la flota estadounidense, su principal rival global.
Curiosamente, si la PLAN intenta ir más allá de la tercera cadena de islas del Pacífico, podría enfrentarse a los mismos problemas que los portaaviones estadounidenses en el Indopacífico. Washington debería tomar en serio el concepto de defensa hemisférica. En lugar de construir más portaaviones costosos, el ejército estadounidense debería establecer una red integral de sistemas A2/AD en el hemisferio occidental para mantener a la flota china a raya.
Es crucial comprender que la estrategia de negación exterior de China, combinada con su capacidad de producción en masa, representa una amenaza militar significativa para Estados Unidos. Eventualmente, los estadounidenses descubrirán que sus métodos tradicionales de proyección de poder son ineficaces en regiones cercanas a las costas chinas. Con el tiempo, los objetivos de la fuerza china cambiarán de negar el acceso militar estadounidense en el Indopacífico a penetrar en aguas cercanas a Estados Unidos.
La estrategia de defensa hemisférica de Estados Unidos ante la amenaza china
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El ejército estadounidense, preparado principalmente para misiones expedicionarias, pronto enfrentará una región en disputa con buques de guerra chinos rondando las aguas cercanas a sus costas. Ha llegado el momento de que Estados Unidos implemente rápidamente un plan integral de defensa hemisférica.
China ha perfeccionado una estrategia de negación en su región. Una vez que logre negar el acceso militar estadounidense al Indo-Pacífico, planea desplegar su creciente flota de portaaviones para intimidar a sus vecinos y lograr la sumisión. La Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL) cuenta actualmente con tres portaaviones. Los dos primeros, basados en antiguos diseños soviéticos, tienen un desplazamiento de 60.000 toneladas. El tercero, el Fujian, diseñado y construido en China, tiene un desplazamiento de 80.000 toneladas.
El Fujian incorpora nuevas tecnologías, algunas de las cuales, como el sistema de catapulta electromagnética EMALS, fueron adquiridas mediante espionaje industrial a Estados Unidos. Estas innovaciones han convertido al Fujian en uno de los portaaviones más avanzados fuera del mundo occidental. El tercer portaaviones chino se ha convertido en un actor poderoso y en un rival importante para los diseños estadounidenses y británicos. Sin embargo, el Fujian no será el último portaaviones avanzado de China.
Implicaciones globales del crecimiento de la flota de portaaviones china
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En 2012, el expresidente chino Hu Jintao declaró que China se convertiría en una “gran potencia marítima”. Aunque Hu y Xi Jinping no coincidieron en muchos aspectos, sí compartieron la visión de transformar a China en una potencia naval dominante en el Indopacífico. China, con su enorme sector manufacturero, puede construir una flota de estos barcos avanzados. No obstante, la cuestión persiste: en la era del A2/AD, ¿cómo evitará la PLAN que las mismas complicaciones del A2/AD que afectan a los portaaviones estadounidenses pongan en peligro su creciente flota de portaaviones?
La lógica de Pekín es sencilla: con los sistemas negacionistas de China repeliendo a los estadounidenses, tendrán vía libre en el Mar de China Meridional, el Mar de China Oriental y el Estrecho de Taiwán. Podrían incluso dominar el Mar Amarillo y el Mar del Japón, aunque esto es más complicado debido a la presencia militar de Corea del Sur y Japón. Hasta que los gobiernos locales desplieguen métodos que puedan amenazar significativamente a la flota china, la PLAN confía en su flota de portaaviones.
La doctrina de la PLAN prevé utilizar estos portaaviones como centros de mando flotantes, especialmente en caso de una invasión de Taiwán. El tamaño y disposición de la fuerza de portaaviones chinos dependerán de las ambiciones de sus gobernantes. La flota crecerá a medida que aumenten sus ambiciones y en relación con la percepción de debilidad de la flota estadounidense, su principal rival global.
El futuro de la defensa hemisférica y la proyección de poder de Estados Unidos
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Curiosamente, si la PLAN intenta ir más allá de la tercera cadena de islas del Pacífico, podría enfrentarse a los mismos problemas que los portaaviones estadounidenses en el Indopacífico. Washington debería tomar en serio el concepto de defensa hemisférica. En lugar de construir más portaaviones costosos, el ejército estadounidense debería establecer una red integral de sistemas A2/AD en el hemisferio occidental para mantener a la flota china a raya.
Es crucial comprender que la estrategia de negación exterior de China, combinada con su capacidad de producción en masa, representa una amenaza militar significativa para Estados Unidos. Eventualmente, los estadounidenses descubrirán que sus métodos tradicionales de proyección de poder son ineficaces en regiones cercanas a las costas chinas. Con el tiempo, los objetivos de la fuerza china cambiarán de negar el acceso militar estadounidense en el Indopacífico a penetrar en aguas cercanas a Estados Unidos.
El ejército estadounidense, preparado principalmente para misiones expedicionarias, pronto enfrentará una región en disputa con buques de guerra chinos rondando las aguas cercanas a sus costas. Ha llegado el momento de que Estados Unidos implemente rápidamente un plan integral de defensa hemisférica.