La India parece seguir adelante con el controvertido sistema ruso de defensa aérea S-400. Dmitry Shugaev, director del Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar de Rusia (FSMTC), declaró recientemente que Rusia ha comenzado la entrega programada de los S-400 a la India. La entrega de estos misiles conlleva el riesgo de posibles sanciones por parte de Estados Unidos en virtud de la Ley para Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos a través de Sanciones (CAATSA) de 2017, lo que creará considerables dificultades en los vínculos entre India y Estados Unidos.
India firmó el acuerdo de 5.430 millones de dólares con Rusia para cinco escuadrones de S-400 en octubre de 2018. La entrega del primer escuadrón del sistema S-400 se completará a finales de año. En octubre, el jefe de la Fuerza Aérea India (IAF), el Mariscal Jefe del Aire (ACM) V.R. Chaudhari, comentó que el “primer regimiento debería ser inducido dentro de este año.” Las entregas parecen haberse acelerado antes de la visita del presidente ruso Vladimir Putin a la India y de la cumbre con el primer ministro Narendra Modi.
Una vez completadas las entregas, se ensamblarán para realizar “pruebas de aceptación” en presencia de oficiales rusos. La prensa india informó anteriormente de que los oficiales de la IAF ya estaban en Rusia recibiendo formación sobre el montaje, las operaciones y el mantenimiento de los sistemas S-400. Según las fuentes, el primer escuadrón se desplegará en el sector occidental. En concreto, los S-400 están destinados a solucionar la “inadecuada” cobertura de radares y defensa aérea de la India.
China, por supuesto, ya tiene dos escuadrones de S-400 que, según se informa, están desplegados en las bases aéreas de Ngari Gar Gunsa y Nyingchi en el Tíbet, a través de Ladakh y Arunachal Pradesh, respectivamente.
Queda por resolver el problema de la CAATSA. Es probable que esta cuestión ocupe un lugar destacado en la agenda del próximo diálogo ministerial 2+2 entre India y Estados Unidos, que se celebrará en diciembre, y que ya ha surgido en las conversaciones entre funcionarios indios y estadounidenses. Estados Unidos ha impuesto sanciones a otros países por la compra de S-400. Tanto Turquía, aliada de la OTAN, como China han comprado los misiles y han sido sancionados por ello. A menos que se emita una exención presidencial, también podría haber sanciones impuestas a la India. En el caso de Turquía, además de las sanciones económicas, Estados Unidos canceló la venta de aviones de combate de quinta generación F-35 a Ankara.
No está claro cómo responderá Estados Unidos a la adquisición por parte de India de los sistemas de defensa aérea S-400. India tiene considerables relaciones con Rusia en el ámbito de la defensa y la adquisición del S-400 constituye una “transacción significativa”, según la legislación CAATSA. No obstante, Nueva Delhi parece confiar razonablemente en una exención de la administración Biden debido a la mejora de las relaciones estratégicas entre ambos países. La India considera que los S-400 son una necesidad crítica para la seguridad nacional debido a las crecientes amenazas de misiles y otras amenazas aéreas tanto de China como de Pakistán, especialmente teniendo en cuenta el actual mal estado de las relaciones de la India con estos dos vecinos. Nueva Delhi espera que su historial de preservación del secreto de las operaciones de los sistemas de armas que ha comprado a muchos proveedores a lo largo de las décadas convenza a Estados Unidos de que los S-400 no comprometerán la tecnología armamentística estadounidense que ha adquirido la India.
Por su parte, los senadores Mark Warner (demócrata de Virginia) y John Cornyn (republicano de Texas), copresidentes del Grupo del Senado de Estados Unidos para la India, han escrito al presidente Joe Biden instándole a no imponer sanciones de la CAATSA a India. Los senadores argumentan que una exención de las sanciones “favorecería los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos”. La India ha encontrado algún apoyo adicional en forma de una enmienda introducida recientemente por tres senadores republicanos a la Ley de Autorización Nacional para el Año Fiscal 2022, que dificultaría la imposición de sanciones de la CAATSA a cualquiera de los miembros del Quad. La enmienda, denominada Circumspectly Reducing Unintended Consequences Impairing Alliances and Leadership (CRUCIAL) Act, 2021, defiende firmemente que no se apliquen sanciones de la CAATSA a los miembros de la Quad, afirmando que la medida afectará negativamente a la dinámica de seguridad en la región Indo-Pacífica.
Ted Cruz, uno de los tres senadores que presentaron la enmienda, comentó: “Ahora sería exactamente el momento equivocado para que el presidente Biden deshiciera todo ese progreso mediante la imposición de estas sanciones, que estaban destinadas a disuadir a Rusia. Hacerlo no lograría nada, salvo socavar nuestros objetivos de seguridad compartidos de combatir la agresión de China y obligar a la India a depender de Rusia”.
Aunque existe cierta decepción en Washington por la continua relación de defensa de la India con Rusia, también hay cierta empatía y apoyo a la India porque el aumento de las capacidades militares nacionales de la India se considera un bien general que también es beneficioso para los EE. UU. Si los EE. UU. impusieran sanciones a la India, probablemente solo debilitarían a un importante socio estadounidense, lo que no es algo que los EE. UU. quieran hacer. También podría hacer mella en la credibilidad de la Quad.
También para el establishment indio ha sido una decisión difícil. Nueva Delhi no quiere renunciar a la relación con Rusia —a pesar de los escarceos de Moscú con China—, pero tampoco quiere presionar demasiado a Estados Unidos. Además, dar marcha atrás con los S-400 supondrá dificultades políticas internas para el gobierno de Modi en este momento. Estos imperativos contrapuestos sugieren por ambas partes que Washington y Nueva Delhi harán todo lo posible por encontrar una solución de compromiso que permita a Biden evitar la imposición de sanciones CAATSA a la India.