Un reciente ensayo con fuego real del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos para desafiar las amenazas aéreas utilizando el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro, de fabricación israelí, producido por Rafael, es una respuesta firme a los que afirmaban que los sistemas israelíes y estadounidenses tendrían dificultades para conectarse, ha dicho un alto ejecutivo de Rafael a JNS.
El 18 de julio, el Cuerpo de Marines anunció un gran avance en su capacidad para integrar el lanzador terrestre Cúpula de Hierro y el misil interceptor Tamir, de fabricación israelí, en sus sistemas de defensa aérea.
En un comunicado, Rafael dijo que los Marines habían integrado la Cúpula de Hierro en el Prototipo de Capacidad de Intercepción de Medio Alcance (MRIC) del Cuerpo de Marines. Este sistema incluye un radar conocido como G/ATOR (Radar orientado a tareas terrestres y aéreas), fabricado por la empresa estadounidense Northrop Grumman, y un sistema de gestión de batalla, producido por el gigante de la defensa estadounidense Lockheed Martin.
La prueba de fuego real realizada en el campo de tiro de misiles de White Sands, en Nuevo México, demostró que el Cuerpo de Marines de EE.UU. cuenta con capacidades de defensa de la Cúpula de Hierro y que ésta se incorporó eficazmente a la arquitectura del Cuerpo de Marines de EE.UU., dijeron funcionarios israelíes y estadounidenses.
La tecnología funcionó exactamente como se predijo en una simulación de los Marines realizada antes de la prueba real, según Rafael.
Don Kelley, director del programa de defensa aérea terrestre de la Oficina Ejecutiva del Programa de Sistemas Terrestres del Cuerpo de Marines, declaró inmediatamente después de la prueba “Esta demostración demuestra que ahora sí tenemos una capacidad relevante”.
Un hito importante en una serie de pruebas
El general de brigada (reservista) Shachar Shohat, vicepresidente de Rafael, así como jefe de estrategia y desarrollo comercial de la División de Defensa Aérea y de Misiles de Rafael, dijo a JNS que la prueba en vivo forma parte de un proceso de años destinado a conseguir que la Cúpula de Hierro esté lista para defender a los marines estadounidenses en sus misiones expedicionarias (en el extranjero).
“Los marines pueden estar en cualquier lugar del mundo y buscan soluciones de defensa aérea contra este tipo de amenazas designadas. Desde el momento en que aterrizan en su destino -por mar o por otra vía y en adelante- requieren una capacidad de defensa contra las amenazas”, dijo Shohat.
Señaló que Rafael, junto con su empresa asociada estadounidense, Raytheon -el principal contratista del proyecto en Estados Unidos- y los marines estadounidenses han mantenido durante años un diálogo en profundidad.
“Este ensayo, el tercero de este tipo, es un hito importante en una serie de pruebas, en las que los Marines están comprobando la idoneidad del sistema desarrollado para sus necesidades”, dijo. “Estamos hablando de un sistema de defensa que no sólo es contra cohetes, sino también contra amenazas más complejas como vehículos aéreos no tripulados y misiles de crucero. Los Marines se están desafiando a sí mismos -y a nosotros-”.
En la prueba de fuego real se simularon amenazas de naturaleza extremadamente compleja, poniendo a prueba los límites del sistema, así como simulando las futuras capacidades del enemigo.
La capacidad de integrar radares, así como sistemas de mando y control de Northrup Grumman y Lockheed Martin, es un desarrollo clave para la serie de pruebas, según Shohat, que va más allá de las capacidades de interceptación. “Hasta cierto punto, es también una respuesta a quienes afirmaban que los sistemas israelíes no pueden conectarse a los sistemas estadounidenses”, dijo.
Tras completar el último paso de la serie de pruebas, Rafael y sus socios estadounidenses estudiarán la forma de convertir la prueba en un contrato de adquisición.
Fábrica conjunta en suelo americano
Por otra parte, Rafael anunció el 2 de agosto que el Ejército de Estados Unidos está desplegando operativamente una de las dos baterías Iron Dome que había adquirido, tras una exitosa prueba de fuego real en Nuevo México.
Bautizada por el Ejército estadounidense como “Sistema de Defensa Cúpula de Hierro-Ejército (IDDS-A)”, la batería defenderá las instalaciones militares contra misiles de crucero subsónicos, vehículos aéreos no tripulados, cohetes, artillería y amenazas de mortero, según el comunicado.
Los dos programas no están relacionados, dijo Shohat, aunque el denominador común es que en ambos participan Rafael, Raytheon y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Rafael está colaborando en la formación del personal estadounidense que operará el sistema. “En esta fase, nuestra obligación de entregar dos baterías se ha cumplido, y el personal [estadounidense] ha sido formado para poder llevar a cabo el proceso de absorción e integración del sistema”, dijo Shohat.
Una de las baterías estuvo estacionada en la base militar estadounidense de Guam, en el Océano Pacífico Norte, antes de regresar a Estados Unidos. Actualmente, las dos baterías de la Cúpula de Hierro están en suelo estadounidense y ambas son operativas.
La asociación estratégica de Rafael con Raytheon en materia de defensa aérea incluye también el sistema Honda de David, que Raytheon denomina SkyCeptor.
“Tenemos un acuerdo de colaboración para el establecimiento de una fábrica conjunta en suelo americano, y se está avanzando en ello”, dijo Shohat.