Estados Unidos parece haber accedido finalmente a la largamente reclamada demanda ucraniana de sistemas de defensa antimisiles Patriot. Al parecer, la administración Biden tiene previsto aprobar los “mortíferos” sistemas para Kiev, que podrían acabar con el dominio aéreo ruso en la región.
Dos funcionarios estadounidenses y un alto cargo de la administración declararon a la CNN que los planes habían entrado en su fase final y podrían anunciarse esta semana. Sin embargo, el plan elaborado por el Pentágono tendría que ser aprobado primero por el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, y finalmente por el presidente Joe Biden.
Una batería Patriot típica contiene un sistema de radar que detecta y rastrea objetivos, ordenadores, aparatos de producción de energía, una estación de control de combate y hasta ocho lanzadores, cada uno de los cuales contiene cuatro misiles listos para disparar. En este momento, no está claro cuántos lanzamisiles se enviarán.
Según funcionarios citados por la CNN, se prevé que los Patriots se envíen rápidamente una vez que se hayan completado los planos en los próximos días, tras lo cual los ucranianos recibirán formación para utilizarlos en una base del ejército estadounidense en Grafenwoehr (Alemania). Las tropas ucranianas ya han recibido formación sobre una serie de equipos militares occidentales en Alemania.
De concretarse, los planes estadounidenses reforzarían las defensas ucranianas en un momento en que Rusia está bombardeando sus infraestructuras energéticas y prácticamente ha dejado al país a oscuras en medio del crudo invierno.
El momento en que Estados Unidos tome la decisión también podría ser importante. Irán está ahora finalmente preparado para enviar sus misiles balísticos a Rusia limitando su alcance para evitar cualquier violación del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los sistemas de defensa antiaérea utilizados por Ucrania, incluidos el S-300 de la era soviética y los occidentales NASAMS, IRIS-T y Hawk, ofrecen una buena protección contra los misiles de crucero que Rusia ha empleado de forma abrumadora.
Sin embargo, la defensa antimisiles Patriot tiene un historial algo superior de derribo de misiles balísticos que de drones y misiles de crucero de movimiento lento. Ucrania podría reducir de forma permanente la capacidad de Rusia para atacar las infraestructuras ucranianas empleando sistemas Patriot.
Los sistemas Patriot desplegados en gran número en Ucrania podrían frustrar fácilmente cualquier misil balístico que Rusia pudiera adquirir de Irán para atacar las infraestructuras ucranianas.
Es pertinente señalar que los misiles balísticos rusos como la maniobra Iskander impiden su interceptación. Sin embargo, los misiles de origen iraní como el Fateh-110, de 300 kilómetros de alcance, y el Zolfaghar, de 700 kilómetros, siguen una trayectoria balística básica y serían un juego fácil para el interceptor Patriot, como señala EurAsian Times en un análisis.
La disposición de Irán a enviar estos misiles a Rusia podría ser la razón por la que Estados Unidos finalmente superó su reticencia a suministrar el sistema a Ucrania.
Ha habido temores generalizados entre los miembros de la OTAN y los operadores de la defensa antimisiles Patriot de que tal transferencia pudiera conducir a una escalada injustificada con Rusia.
Los mejores aviones de guerra rusos huirán para protegerse
Un eficaz sistema de misiles tierra-aire, el M-104 Patriot, puede identificar, rastrear y derribar drones, misiles y aviones enemigos. Además del THAAD, es el sistema central de misiles de defensa antiaérea operado por el ejército estadounidense y muchos socios de la OTAN.
El sistema Patriot está compuesto por tecnología moderna, como un único radar PESA/AESA que rastrea múltiples objetivos mientras dirige misiles interceptores hacia un objetivo hostil. En los sistemas de defensa antiaérea suelen utilizarse dos radares, uno para el seguimiento y otro para guiar los misiles.
El alcance máximo del sistema es de 70 kilómetros. La variante PAC-2 puede interceptar objetivos hasta una altitud de 20 kilómetros y la PAC-3 hasta una altitud de 40 kilómetros.
Los sistemas de misiles Patriot utilizan un único tipo de misil para destruir objetivos enemigos, a diferencia de los sistemas de misiles rusos como el S-300 o el S-400, que emplean muchas clases de misiles, cada una adaptada para combatir un tipo concreto de objetivo.
Rusia ha desplegado ampliamente cazas como el Su-30, el Su-35, el MiG-31 y misiles aire-aire de largo alcance (AAM) que comprenden el R-37 y el R-77, según un informe del think tank RUSI publicado en noviembre.
El informe señala que la ventaja de que disfrutaban las Fuerzas Aeroespaciales rusas obligó a los ucranianos a adoptar una estrategia nueva e inventiva. Utilizaron el vuelo “agresivo” a baja altura para acercarse sigilosamente a sus enemigos. Debido a ello, los aviones rusos se vieron obligados a volar a baja altura, lo que les situó en la línea de visión de los MANPADS ucranianos.
Sin embargo, con el despliegue de la defensa antimisiles Patriot, a los ucranianos les resultaría aún más fácil combatir el fuego de los aviones de guerra rusos. Se trata de uno de los sistemas multimisión más sofisticados desarrollados en Estados Unidos para interceptar aviones de ala fija, misiles balísticos o de crucero.
Se trata de un sistema defensivo que haría que los pilotos rusos “se lo pensaran dos veces” antes de atacar a las fuerzas ucranianas, según Tom Karako, académico del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Esto también quedó patente en la súplica de Dymtry Kuleba a Estados Unidos a través de una llamada telefónica con el Secretario Antony Blinken y un posterior tuit.
“Agradecí a Estados Unidos su crucial ayuda en materia de defensa e hice hincapié en la necesidad de acelerar las entregas de sistemas de defensa antiaérea a Ucrania. NASAMS (Norwegian Advanced Surface to Air Missile System) ya ha demostrado su eficacia. También estoy convencido de que ha llegado el momento de los ‘Patriots’”, dijo Kuleba en Twitter.