MOSCÚ, RUSIA – Los cazas rusos han empezado a utilizar el nuevo misil planeador GROM-32. Así se desprende de varias fuentes, incluidas pruebas fotográficas de la guerra en Ucrania. Según el fabricante, la nueva munición está diseñada para armar todo tipo de aviones. Esto incluye todos los cazas Sukhoi y Mikoyan, cazabombarderos como el Su-34, así como el caza furtivo ruso Su-57. Pueden colocarse en los lanzadores o en los dispositivos de eyección de las aeronaves, y no sólo en puntos duros externos, sino también en compartimentos internos.
El misil planeador GROM-32 es en realidad un constructor, literalmente. Se basa en varios elementos básicos que pueden combinarse de una forma u otra durante el proceso de producción, dando lugar a diferentes productos para determinados fines y tareas.
Módulos y ojivas
El nuevo misil ruso incluye un módulo básico de ojiva. La ojiva puede ser detonante HE clásico o de volumen. Su peso alcanza los 315 kilogramos, lo que es bastante para una bomba de planificación. Sin embargo, una carga de este tipo no siempre es suficiente, y aquí viene al rescate el carácter único del GROM-32: el módulo de ojiva adicional. Se coloca detrás de la principal y está diseñado para aumentar el efecto gracias a los 165 kg adicionales, lo que supone casi media tonelada en total.
Sin embargo, este cohete permite no sólo aumentar el efecto de la detonación, sino también cambiar la carga. Los expertos rusos afirman que la carga puede sustituirse por opciones termobáricas. Si existe la amenaza de utilizar armas antiaéreas de largo alcance, como Patriot o NASAMS, la ojiva adicional puede sustituirse con seguridad por la llamada MDU o unidad de propulsión.
Alcance operativo
El nuevo misil bajo las alas de los cazas rusos puede volar unos impresionantes 120 kilómetros. Esta distancia asegura completamente el avión portaaviones. Además, el GROM-32 cuenta con un elemento de mecanismos de dirección, un sistema de control y un módulo de planificación. Se trata de un pequeño misil de crucero, una bomba de aviación impulsada y una termobárica.
Ventajas del GROM-32
La principal ventaja es la amplia serie de producción, que lo convierte en una opción de calidad y barata. El misil no tiene componentes electrónicos especialmente complejos, como una cabeza buscadora, y todos los demás elementos no son tan caros. Pero el efecto de la aplicación es grande.
Por ejemplo, trabajando junto con drones. Éstos transmiten inmediatamente las coordenadas y las envían a través del sistema AS-UAV a un avión portador. Esto es ideal, y a juzgar por los datos de las últimas semanas, el mando ruso comenzó a aplicar plenamente este esquema.
Otra ventaja es la posibilidad de modernizar elementos individuales del GROM-32. Por ejemplo, los sistemas de control y guiado. Es posible que puedan «sujetar» algo más serio que apuntar a una señal de un satélite, lo que no siempre es posible. Por ejemplo, un buscador relativamente barato como el de los drones kamikaze permitiría utilizar el misil de noche contra objetivos móviles.
Aumentar el alcance
En la configuración actual, la munición no es capaz de esto y está destinada en su mayor parte a neutralizar objetos estáticos como edificios, almacenes y otros. O un módulo de propulsión. Supongamos que el enemigo mejora su arma antiaérea de los 120 km actuales a 150 km. Las defensas aéreas rusas pueden mejorar el MRL y el portaaviones vuelve a estar a salvo.
La GROM requiere inteligencia previa
El uso de municiones planeadoras es en sí mismo un fenómeno extremadamente significativo, especialmente para la aviación rusa. Al mismo tiempo, sin un reconocimiento serio, esta actividad es inútil, ya que tales armas requieren coordenadas precisas del objetivo.
Al parecer, las Fuerzas Aéreas rusas han empezado por fin a pasarse a este esquema extremadamente eficaz, lo que también señalan los expertos militares ucranianos. Cabe señalar que el GROM no es ni mucho menos el único en la lista de novedades avistadas recientemente. De forma similar apareció el UPAB-1500B, cuya masa alcanza una tonelada y media. Lanzada desde una altura de 15 kilómetros, la munición puede volar hasta 50 kilómetros y entregar al objetivo una ojiva de más de 1.000 kilogramos.