Polonia ha indicado su disposición a transferir a Ucrania sus restantes cazas Mikoyan MiG-29, lo que permitiría a la fuerza aérea ucraniana restaurar su flota de MiG. Esto se produciría mientras Ucrania espera la llegada de los aviones Lockheed Martin F-16 y Dassault Mirage 2000, ex europeos.
Sin embargo, la principal necesidad de la fuerza aérea ucraniana no son más cazas, sino defensas aéreas para proteger los aviones que ya tienen mientras están en tierra. Añadir aviones sin mejorar las defensas podría provocar la inutilización de estos antes de poder cumplir misiones.
Los MiG, aviones supersónicos bimotores, surgieron en el contexto del acuerdo de seguridad firmado en Varsovia por el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, el lunes.
Tusk mencionó su disposición a entregar los MiG, aproximadamente 15 en total, con la condición de que los aliados de la OTAN desplieguen cazas para patrullar el espacio aéreo polaco, mientras Polonia adquiere nuevos aviones para reemplazar los MiG. “No podemos simplemente entregar los MiG inmediatamente porque actualmente están realizando tareas de policía aérea”, afirmó Tusk.
Este despliegue no debería ser problemático, dado que la OTAN a menudo reubica escuadrones de cazas de sus miembros más grandes para patrullar los cielos de sus miembros más pequeños. Países como Estonia, Letonia y Lituania, que no tienen aviones de combate, siempre han sido patrullados por aviones de países aliados.
Es probable que Polonia eventualmente envíe los MiG a Ucrania, dado que esta ha estado perdiendo cazas a un ritmo alarmante. La semana pasada, drones rusos sobrevolaron aeródromos ucranianos, señalando objetivos para misiles balísticos Iskander, y provocó la destrucción de al menos tres aviones de combate, incluido un MiG-29.
No se sabe exactamente cuántos MiG le quedan a Ucrania. La fuerza aérea de Kiev comenzó la guerra en febrero de 2022 con unos 50 MiG-29 ex soviéticos, casi la mitad de su flota activa de cazas. Sin embargo, la guerra ha sido devastadora para las brigadas MiG, habiendo perdido al menos 28 MiG-29 en 28 meses de combates, según analistas.
Polonia y Eslovaquia han donado 27 MiG como reemplazos, aunque algunos no eran operativos y solo servían como fuentes de repuestos. Una docena o más de MiG-29 polacos adicionales restaurarían la flota de MiG de Ucrania, permitiendo ganar tiempo mientras llegan los nuevos F-16 y Mirage 2000 en el próximo año. Los primeros F-16 se esperan en cualquier momento.
El riesgo es que los nuevos MiG polacos podrían no llegar a despegar debido a las brechas en las defensas aéreas ucranianas, las cuales han permitido a los rusos volar más drones sobre los aeródromos ucranianos y atacarlos con misiles Iskander.
Por eso, Ucrania necesita urgentemente defensas aéreas adicionales más que nuevos cazas. Sus aliados comprenden esta necesidad, y las defensas aéreas de Ucrania son un tema central en la agenda de la reunión de líderes de la OTAN en Washington, DC, esta semana.