El 9 de abril de 2024 marcó un momento significativo en la cooperación militar entre Estados Unidos y Ucrania, cuando la Agencia de Cooperación Militar del Departamento de Defensa estadounidense reveló planes para proporcionar kits de mantenimiento y reparación para el avanzado sistema de defensa aérea HAWK Fase III. Esta decisión, divulgada mediante un comunicado oficial, subraya el compromiso continuo de EE. UU. con el fortalecimiento de las capacidades defensivas de Ucrania.
El paquete de asistencia incluirá herramientas cruciales para la optimización y restauración del sistema antiaéreo HAWK, complementadas con manuales técnicos detallados y servicios de asesoramiento provistos por expertos estadounidenses. Además, este envío también comprenderá equipos seleccionados de los inventarios del Ejército de EE. UU. La compañía RTX Corporation, con sede en Massachusetts, liderará los esfuerzos logísticos de esta operación.
Reforzar la defensa antiaérea ucraniana
Desde su introducción en la década de 1960, el sistema de misiles antiaéreos HAWK ha sido un pilar en las capacidades defensivas del ejército de EE. UU., experimentando múltiples actualizaciones para mantener su relevancia operativa. El Cuerpo de Marines de EE. UU. cerró el capítulo de su uso del HAWK en 2002, pasando el legado a aliados estratégicos.
Como un complejo defensivo de rango medio, el sistema HAWK se destaca por su versatilidad. Puede interceptar objetivos en un espectro de distancia de 1 a 40 km y operar en altitudes que van desde apenas 30 metros hasta 18 km, lo que le permite cubrir un amplio rango de amenazas aéreas. La configuración típica de una batería HAWK incluye de 6 a 9 lanzadores, complementados por estaciones de radar, unidades de control y soporte vehicular.
Recientemente, se ha intensificado la cooperación internacional para reforzar las defensas aéreas de Ucrania con el sistema HAWK. España confirmó la entrega de una unidad a Kiev y anunció la futura inclusión de seis lanzadores adicionales en octubre de 2023. De manera similar, en febrero de 2023, EE. UU. comunicó el envío de dos lanzadores HAWK a Ucrania, subrayando su apoyo mediante la provisión de misiles antiaéreos guiados para fortalecer la defensa ucraniana.
El interés y la valoración del sistema HAWK en Ucrania experimentaron un renovado impulso en octubre pasado, tras la difusión de un video por el Comando de la Fuerza Aérea ucraniana que demostraba su eficacia contra objetivos adversarios, marcando casi un año desde los primeros informes sobre su despliegue en el territorio ucraniano por parte de Estados Unidos y aliados. A pesar de la transparencia general sobre el apoyo militar a Ucrania, ciertos detalles sobre la ayuda específica permanecen resguardados por motivos de seguridad estratégica.
Adquisiciones estratégicas y modernización de la defensa aérea
Resulta crucial destacar que Estados Unidos planifica incorporar equipos provenientes de Taiwán, específicamente los sistemas correspondientes a la Fase III. Esta medida se toma tras un riguroso proceso de desmantelamiento que asegura el óptimo estado técnico del material a adquirir.
Por ende, se anticipa que el núcleo de la flotilla del sistema antiaéreo Hawk en Ucrania estará compuesto por unidades de tercera generación, las cuales fueron sometidas a esenciales actualizaciones entre finales de los ochenta y principios de los noventa.
A pesar de su edad, el sistema Hawk sigue siendo un componente vital dentro del arsenal defensivo, gracias a las exhaustivas modernizaciones implementadas a la variante de Fase III durante la década de los noventa. Este proceso de renovación incluyó una transición completa hacia componentes digitales, además de la integración de avanzados radares y centros de mando.
En el año 2023, el gobierno de Suecia marcó un hito al anunciar la movilización de una cantidad no revelada de sus sistemas Hawk mejorados, desde entonces denominados RBS 97. La configuración sueca incluye dos unidades de lanzamiento, cada una equipada con un par de lanzadores M-192 y un radar de iluminación AN/MPQ-61 significativamente optimizado.
Cabe destacar que cada escuadrón dispone de su radar de vigilancia 3D Giraffe AMB, integrado a un puesto de mando sobre la misma plataforma. Esta innovación permite que los escuadrones de artillería operen de manera autónoma, emancipándolos de las restricciones operativas de una batería centralizada.
Capacidades ampliadas y reservas de misiles antiaéreos
La fortaleza del sistema de defensa aérea Hawk radica principalmente en su impresionante capacidad de producción y la vasta reserva de misiles antiaéreos mantenidos en almacenamiento por las naciones aliadas. Esta estrategia facilita la rápida expansión de una red defensiva abarcadora, posibilitando una reserva de misiles prácticamente ilimitada para contrarrestar diversidad de drones y misiles de crucero.
Aunque los sistemas antiaéreos de tercera generación no superan en alcance y altitud a variantes como el Buk-M1 y el S-125, constituyen una barrera formidable contra la mayoría de las amenazas aéreas sobre el espacio ucraniano. No obstante, la antigüedad de estos sistemas representa una limitación notable, y existen reportes que sugieren que algunos de los sistemas entregados podrían no estar operativos al 100%.
Desafíos logísticos y de mantenimiento del SAM Hawk
La disponibilidad de repuestos para el SAM Hawk es críticamente limitada, y la elevada demanda de estos componentes se ve exacerbada por el desgaste inherente al sistema. La expiración de las garantías de estos misiles complica aún más la situación.
A pesar de rigurosas inspecciones y modificaciones, los misiles no están exentos de fallas en el lanzamiento, lo que subraya la importancia de contar con redundancia en estos sistemas de defensa.
Dadas sus especificaciones, la implementación de estos sistemas antiaéreos como primera línea de defensa presenta retos significativos. No obstante, su integración podría proporcionar un refuerzo y ampliación valiosos a las defensas aéreas existentes, especialmente en protección de ciudades e infraestructuras críticas en zonas más resguardadas.