La fabricación aditiva, conocida como impresión 3D, promete resolver la escasez de misiles con producción rápida y eficiente.
Incremento de la producción de misiles con fabricación aditiva
La guerra en Ucrania ha resaltado la necesidad urgente de reabastecer los arsenales de misiles de EE. UU. Con más de 2,000 misiles Stinger, 10,000 misiles Javelin y una cantidad no especificada de cohetes guiados GMLRS para HiMARS enviados a Ucrania, los proveedores están luchando por reconstruir las existencias.
La fabricación aditiva, comúnmente conocida como impresión 3D, ofrece una solución para acelerar la producción de motores de cohetes y desarrollar nuevas armas que serían imposibles con las técnicas de fabricación tradicionales. Ursa Major, una empresa con sede en Colorado, ha sido contratada por la Marina de EE. UU. para construir motores de cohetes Mk104.
Estos motores alimentan algunos de los misiles más importantes de la Marina, incluyendo el misil SM-2 para defensa aérea, el SM-3 para defensa contra misiles balísticos y el SM-6 para la guerra antibuque. Esta es la primera vez que Ursa Major hace público un contrato militar, aunque ya ha trabajado con el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea de EE. UU.
Fabricación aditiva: revolución en la producción de misiles
Tradicionalmente, las carcasas de los motores de cohetes se fabricaban a partir de una aleación de acero especial mediante un extrusor, una máquina del tamaño de una casa que estira el metal en un tubo sin costura de soldadura. Hay muy pocos de estos extrusores en EE. UU., creando un cuello de botella en la producción.
Ursa Major reemplaza el extrusor con la fabricación aditiva, utilizando una impresora 3D de metal comercial del tamaño de una pequeña habitación. La impresora utiliza capas de polvo metálico que se fusionan para formar un objeto sólido. Los metales se crean en forma de polvo, atomizados y mezclados con precisión para garantizar un producto final impecable.
La fabricación aditiva permite una producción de motores de cohetes mucho más rápida que los métodos actuales. Por ejemplo, la producción actual de motores de cohetes Stinger es de aproximadamente 700 por año. Una impresora 3D puede producir más de 1,500 motores Stinger al año. Para aumentar la producción, simplemente se añade otra impresora.
Capacidades avanzadas y flexibilidad de la fabricación aditiva
La fabricación aditiva puede producir motores de cohetes para una amplia gama de armas estadounidenses, incluyendo muchas que han estado en los titulares. Además, la impresión 3D permite la creación de componentes complejos con estructuras internas complicadas sin necesidad de soldaduras o uniones.
Este año, Ursa Major construyó y probó un nuevo motor de cohete hipersónico, que alimentó exitosamente un vehículo de prueba Talon-A. Estos diseños podrían impulsar una nueva generación de vehículos de lanzamiento espacial.
La capacidad de cambiar rápidamente entre la producción de diferentes tipos de motores de cohetes permite que toda la capacidad se utilice para producir lo que más se necesita sin costos adicionales ni retrasos. Este enfoque flexible es crucial para mantener el suministro de misiles en tiempos de conflicto.
Impacto de la fabricación aditiva en la guerra en Ucrania
La guerra en Ucrania ha demostrado la importancia de los misiles Stinger y Javelin en la defensa contra las fuerzas rusas. Los Stinger han sido vitales para mantener a raya a los helicópteros de ataque y a las aeronaves de ataque rusas, además de ser efectivos contra los drones Shahed.
La producción actual de Javelin es de aproximadamente 2,400 por año, la misma cantidad que se ha enviado a Ucrania. Este misil, considerado el mejor misil antitanque guiado del mundo, ha sido crucial para destruir las columnas blindadas rusas.
El HiMARS también ha sido un arma icónica en la batalla de Ucrania. Aumentar la capacidad de producción de los misiles GMLRS es un desafío continuo.
El futuro de la fabricación aditiva en la defensa
En el mar Rojo, la Marina de EE. UU. ha estado usando misiles Standard en cantidades sin precedentes para defenderse de los drones iraníes lanzados desde Yemen. En un solo día, la Marina enfrentó 14 drones.
La producción actual de misiles SM-6 es de solo 125 al año. Una instalación de fabricación aditiva puede producir múltiples tipos de motores de cohetes, adaptándose rápidamente a la demanda sin costos adicionales ni demoras.
La fabricación aditiva tiene el potencial de cambiar el panorama de la producción de misiles, asegurando que EE. UU. pueda mantener su suministro de armas en un conflicto prolongado. Esto será observado de cerca por posibles adversarios para evaluar la capacidad de EE. UU. de satisfacer las demandas de una guerra de alta intensidad.