Esta semana, se prevé que el Ministerio de Defensa griego reciba un borrador de carta de aceptación de Estados Unidos para adquirir el caza furtivo Lockheed Martin F-35 Lightning II. Este paso subraya una creciente tendencia de modernización dentro de la OTAN.
Análisis técnico y estratégico de la compra del F-35 por Grecia
En junio de 2022, Atenas envió una solicitud oficial a Washington solicitando cuarenta unidades del avanzado F-35, un caza de quinta generación. Esta aeronave se caracteriza por sus capacidades furtivas, versatilidad en combate y tecnología de punta, lo que representa un salto cualitativo en la Fuerza Aérea Helénica.
La entrega de estos cazas está programada para 2027-2028, lo que coincide con un periodo crítico en el equilibrio de poderes regionales. La aprobación de esta solicitud ha sido compleja, influenciada por factores geopolíticos, como el equilibrio armamentístico con Turquía, otro aliado clave de la OTAN.
El interés de Grecia en el F-35 no es solo una medida de fortalecimiento defensivo, sino también un reflejo de su compromiso con la OTAN, gastando más del 2% de su PIB en defensa. Este movimiento es una respuesta directa a las crecientes tensiones con Turquía y una apuesta por la superioridad aérea en la región.
Contexto geopolítico y militar de la compra del F-35 por Grecia
Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció su intención de vender F-16 Fighting Falcons a Turquía. Esta decisión, que parece resolver una disputa de larga data entre Ankara y Washington, también implica la modernización de la flota turca con cuarenta nuevos F-16 y kits de mejora.
La venta de F-35 a Grecia y F-16 a Turquía pone de relieve un delicado acto de equilibrio por parte de Estados Unidos, buscando mantener la estabilidad en la región sin inclinar la balanza de poder de manera decisiva. Este escenario refuerza la importancia estratégica del Mediterráneo oriental en la política de defensa de la OTAN.
El acercamiento reciente entre Grecia y Turquía, destacado por una visita del presidente turco Tayyip Erdogan a Grecia, sugiere un posible alivio de tensiones. Sin embargo, la adquisición de armamento avanzado por ambas partes indica una continua carrera armamentística y la necesidad de mantener una capacidad de disuasión creíble.
Impacto de la adquisición de F-35 en la seguridad europea y de la OTAN
Grecia no es el único país de la OTAN que refuerza su flota aérea con F-35. Países como Dinamarca, Italia, Noruega, Países Bajos y Reino Unido ya operan estos cazas, y otros como Bélgica, Finlandia, Alemania y Polonia han realizado pedidos. Se espera que Europa cuente con aproximadamente 500 F-35 para finales de esta década, según Lockheed Martin.
Este lunes, la República Checa también firmó un acuerdo para adquirir veinticuatro F-35. Este trato, valorado en aproximadamente 6.600 millones de dólares, representa la mayor compra militar de la historia checa. Estos cazas reemplazarán los actuales JAS-39 Gripen de Suecia, marcando un notable avance en capacidades aéreas.
La inclusión del F-35 en las fuerzas aéreas de varios miembros de la OTAN no solo moderniza sus capacidades, sino que también representa una homogeneización de sistemas, facilitando la interoperabilidad y fortaleciendo la cohesión dentro de la alianza. Estas adquisiciones subrayan la importancia de la superioridad aérea en la estrategia de defensa moderna.