Reuters, citando al gerente general de la agencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que maneja la flota de AWACS, Michael Gschossmann, informó que la alianza podría cambiar a la aeronave E-7 Airborne Warning & Control System (AWACS) para reemplazar la vieja aeronave de vigilancia Boeing E-3A.
Michael Gschossmann dijo a Reuters que la OTAN podría seguir el ejemplo de los Estados miembros de Gran Bretaña y Turquía en la compra del E-7, un nuevo avión radar también construido por Boeing. Esos aviones, dijo, eran lo suficientemente grandes como para añadir nuevas capacidades potenciales, tales como operar aviones teledirigidos para ampliar la vigilancia, en los próximos años.
El E-7 se basa en un Boeing 737-700, con la adición de un avanzado radar MESA (Multi-Role Electronically Scanned Array), y 10 consolas de última generación para la tripulación de la misión que pueden rastrear objetivos aéreos y marítimos simultáneamente.
Se trata de una aeronave muy avanzada, que proporciona una plataforma de control y alerta temprana en el aire que puede recopilar información de una amplia variedad de fuentes, analizarla y distribuirla a otros activos.
El E-7 puede:
- Controlar el espacio de batalla táctico;
- Proporcionar dirección para los activos en el aire, en el mar y en tierra; y
- Apoyar a las aeronaves, como los petroleros y las plataformas de inteligencia.
Además, Michael Gschossmann señaló que Francia y Estados Unidos podrían comprar aviones E-7 en los próximos años, lo que podría reducir los costes al generar mayores cantidades de pedidos.
«¿Por qué no apostamos por la tecnología probada que ya tenemos en el E-7 y proporcionamos a la OTAN un cierto número de esos aviones? Eso nos daría una capacidad básica que podría ampliarse en el futuro», dijo.