Este artículo proporciona un análisis detallado sobre la ineficacia de las defensas aéreas en Ucrania para interceptar misiles Kh-22.
La incapacidad de defensas aéreas ucranianas ante misiles Kh-22 revelada
El conflicto en Ucrania desde febrero de 2022 ha expuesto severamente las limitaciones de sus sistemas de defensa aérea. Según Yuriy Ignat, portavoz de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania, ni los sistemas de fabricación local ni los suministrados por Occidente han logrado interceptar los misiles de crucero Kh-22. Esta información fue difundida por el medio ruso Top War.
Ignat destacó la ineficacia de los sistemas de defensa aérea ucranianos frente a misiles balísticos, un aspecto ampliamente reportado por medios rusos. Señaló que la velocidad de 4.000 kilómetros por hora y la trayectoria balística del Kh-22 complican significativamente su interceptación. La preocupación se agudiza al considerar la versión modernizada Kh-32, cuya presencia en el arsenal enemigo aún no ha sido contrarrestada efectivamente.
Confirmaciones de estas deficiencias se han hecho eco en medios internacionales, incluyendo la Deutsche Welle, reafirmando la incapacidad de Ucrania de neutralizar estos misiles. Ignat aclara que, dada su naturaleza supersónica y trayectoria balística, los Kh-22 eluden los métodos convencionales de defensa antiaérea.
Análisis técnico del misil Kh-22 y sus capacidades operativas
El Kh-22, desarrollado por MKB Raduga en la Unión Soviética, es un misil antibuque de gran tamaño y largo alcance, conocido en el código de la OTAN como AS-4 “Kitchen”. Diseñado primordialmente para atacar portaaviones y sus grupos de combate, puede portar cabezas de guerra convencionales o nucleares. La variante Kh-32, introducida en 2016, ofrece mejoras sustanciales con un motor cohete avanzado y sistemas de guiado modernizados.
El misil se propulsa mediante un motor cohete Tumansky de combustible líquido, utilizando TG-02 [Tonka-250] e IRFNA [ácido nítrico fumante rojo inhibido]. Esta configuración le permite alcanzar velocidades de hasta Mach 4,6 y un alcance máximo de 600 km [320 millas náuticas].
Existen dos modos de lanzamiento para el Kh-22: en gran altitud y en baja altitud. En el primero, el misil alcanza los 27.000 m [89.000 pies] antes de descender a gran velocidad hacia su objetivo, llegando a velocidades terminales de aproximadamente Mach 4,6. En el modo de baja altitud, asciende a 12.000 m [39.000 pies] y desciende a alrededor de Mach 3,5 en una inmersión más suave. Para mantener su trayectoria, utiliza un piloto automático estabilizado por giroscopio y un radioaltímetro.
Desafíos y perspectivas futuras para la defensa aérea ucraniana
En recientes ataques, como los acontecidos los días 28 y 29 de diciembre, las defensas aéreas de Ucrania lograron interceptar varios misiles, pero fallaron en neutralizar los ocho Kh-22 lanzados por bombarderos Tu-95. Según Defense Express, medio ucraniano, el ataque incluyó una diversidad de misiles rusos, destacando los Kh-22/Kh-32, Kh-47M2 ‘Dagger’, Kh-31, y Kh-59, evidenciando la heterogeneidad de amenazas aéreas enfrentadas.
La fuente ucraniana subraya la excepcional dificultad de interceptar estos misiles, señalando una carencia evidente en el arsenal de sistemas de misiles antiaéreos de Ucrania. El adversario, aprovechando esta debilidad, adapta los objetivos de sus misiles en función de la inteligencia obtenida, complicando aún más la tarea defensiva.
El escenario actual plantea un desafío crítico para Ucrania: mejorar sus capacidades de defensa aérea frente a amenazas avanzadas como los Kh-22 y Kh-32. La evolución de la guerra en Ucrania probablemente influirá en el desarrollo y adquisición de sistemas antiaéreos más sofisticados y especializados, capaces de contrarrestar estas amenazas de alta velocidad y trayectoria compleja.
Los sistemas antiaéreos de Ucrania han sido ineficaces contra los Kh-22 debido a su alta velocidad (4.000 km/h) y trayectoria balística, que complican su interceptación. Estos misiles, al ser supersónicos, eluden los métodos convencionales de defensa.
El misil Kh-22 es peligroso debido a su alta velocidad (hasta Mach 4,6), largo alcance (600 km) y capacidad de llevar cabezas de guerra convencionales o nucleares. Su variante Kh-32 cuenta con mejoras en el motor y sistemas de guiado.
El Kh-22 se lanza en modos de alta o baja altitud. En alta altitud, alcanza 27.000 m y desciende a Mach 4,6, mientras que en baja altitud sube a 12.000 m y desciende a Mach 3,5. Ambos modos aseguran una trayectoria eficaz hacia el objetivo.
Ucrania necesita desarrollar o adquirir sistemas antiaéreos más avanzados para contrarrestar amenazas como los Kh-22. La complejidad de interceptar estos misiles de alta velocidad y trayectoria balística representa un desafío técnico significativo.
Los atacantes adaptan los objetivos de los Kh-22 basándose en inteligencia obtenida, lo que complica la defensa. La diversidad de amenazas aéreas incluye una variedad de misiles rusos, destacando la presencia del Kh-22 y su versión mejorada Kh-32.