El USS Gerald R. Ford (CVN-78), el portaaviones más avanzado y reciente de la Armada de los Estados Unidos, ha completado su misión en aguas europeas y regresado a puerto. Este innovador portaaviones nuclear, líder de una nueva clase de buques, está destinado a reemplazar progresivamente a los de la clase Nimitz en las próximas décadas.
A pesar de compartir ciertas bases de diseño con su predecesor, el Ford se distingue por ser más grande y por incorporar múltiples mejoras que lo posicionan como el portaaviones más sobresaliente en servicio activo. A continuación, se detallan cinco características clave de los portaaviones clase Ford:
Características innovadoras del USS Gerald R. Ford (CVN-78)
El CVN-78 ostenta el honor de ser el primer portaaviones en el mundo equipado con un sistema electromagnético de lanzamiento de aeronaves (EMALS). Este sistema representa un avance significativo respecto a las catapultas de vapor tradicionales utilizadas en los portaaviones clase Nimitz. Entre sus ventajas, EMALS ofrece un control más refinado de la velocidad en el lanzamiento, permitiendo una aceleración más uniforme tanto a altas como bajas velocidades.
Además, EMALS dispone de la capacidad energética necesaria para soportar un rango ampliado de operaciones de lanzamiento, adaptándose tanto a los vehículos aéreos no tripulados más ligeros como a los cazas de ataque más pesados.
Avances nucleares y futuro tecnológico en portaaviones
La implementación del EMALS es posible gracias a los dos reactores nucleares A1B mejorados, una piedra angular en la tecnología de los portaaviones. Estos reactores no solo alimentan sistemas como la catapulta electromagnética y el radar multifunción, sino que también poseen el potencial de soportar futuras defensas navales, incluyendo armas de energía dirigida (DEW) y otros sistemas avanzados.
Aunque la información sobre su rendimiento es confidencial, se estima que la potencia térmica de cada reactor A1B alcanza aproximadamente 700 MWth, lo que representa un incremento del 25% en comparación con la potencia generada por los reactores A4W de los portaaviones clase Nimitz.
Optimización aérea y eficiencia operativa en el USS Gerald R. Ford
El sistema EMALS del USS Gerald R. Ford proporciona una aceleración más efectiva para el despegue de aeronaves, mejorando significativamente la rapidez con la que se pueden lanzar al cielo.
En paralelo, el sistema Advanced Arresting Gear (AAG) dota a los buques de la clase Ford de una capacidad superior para recuperar aviones equipados con gancho de cola. Esta tecnología es compatible tanto con aeronaves actuales como con diseños futuros.
El AAG, sucesor del sistema Mark-7 de la clase Nimitz, amplía el espectro de aeronaves que pueden ser recuperadas y, gracias a su control avanzado, minimiza la carga de impacto por fatiga en las aeronaves durante la recuperación. Su arquitectura incorpora tecnologías integradas para el diagnóstico y pruebas, lo que facilita su mantenimiento.
Asimismo, el AAG se distingue por requerir menos mantenimiento y personal para su funcionamiento en comparación con sistemas anteriores, contribuyendo a incrementar las frecuencias de salida de las aeronaves. Este sistema también se caracteriza por su menor consumo de energía y la reducción del peso bruto del portaaviones.
Revolución en la logística de armamento en portaaviones
La clase Ford introduce innovaciones en el manejo de municiones, diseñadas para optimizar el transporte de armamento moderno.
Los Elevadores de Armas Avanzados (AWE) integran tecnologías punteras, como motores electromagnéticos y sistemas hidráulicos, posibilitando que un menor número de marineros pueda trasladar con seguridad y eficacia la artillería desde los almacenes de armas a la cubierta de vuelo.
Esta modernización representa una mejora significativa en términos de velocidad y agilidad en el manejo de armamento.
Reducción de mano de obra y mejora de calidad de vida en portaaviones modernos
La clase Ford ha sido diseñada para sustituir la mano de obra por tecnología en numerosas operaciones, logrando una reducción de hasta un 20% en el tamaño de la tripulación.
Esta disminución en la dependencia de personal no solo optimiza las operaciones, sino que también permite la implementación de mejoras sustanciales en la calidad de vida a bordo.
Los marineros del USS Gerald R. Ford disfrutan de compartimentos de atraque mejorados, instalaciones deportivas más completas y espacios de trabajo diseñados ergonómicamente, todo lo cual contribuye a un ambiente más confortable y eficiente para la tripulación.