La adquisición del caza furtivo F-35 por Noruega ha sido un tema candente en la comunidad internacional. Sin embargo, lo que muchos ignoran es el rechazo que este avión ha generado en el presidente ruso Vladimir Putin.
El F-35 y sus múltiples amenazas para Rusia
Para Rusia, el caza furtivo F-35 representa una amenaza significativa, ya que puede eludir fácilmente los sistemas de defensa aérea rusos. Además, cuenta con una tecnología de última generación que le permite ejecutar ataques a gran distancia y de forma precisa.
La estrategia de Putin para contrarrestar al F-35
Ante el peligro que representa el F-35, Putin ha desarrollado una estrategia para contrarrestarlo. Primero, ha decidido fortalecer la capacidad de los sistemas de defensa aérea rusos. Segundo, ha invertido en el desarrollo de sus propios cazas de quinta generación, como el Su-57, que se considera un rival del F-35.

El costo de la rivalidad con el F-35
La rivalidad entre Rusia y el F-35 no solo es una cuestión militar, sino también económica. El desarrollo de aviones militares de última generación implica una inversión masiva de recursos. En este sentido, la rivalidad con el F-35 puede generar un enorme costo para Rusia.
¿Por qué el F-35 genera tanta polémica?
A pesar de las críticas, el F-35 sigue siendo uno de los aviones más avanzados del mundo. Su tecnología de sigilo lo hace prácticamente invisible para los radares enemigos, lo que le da una ventaja táctica significativa en los combates aéreos.
La rivalidad entre Rusia y el F-35 se intensificará en los próximos años. Putin está decidido a no permitir que el avión furtivo de Lockheed Martin se convierta en una amenaza para la seguridad de su país. Sin embargo, la adquisición del F-35 por parte de Noruega es una muestra de la confianza que la OTAN tiene en este caza de quinta generación. Solo el tiempo dirá quién saldrá victorioso en esta batalla tecnológica.