Cada vez resulta más evidente que el ejército ucraniano necesita una modernización para protegerse de la invasión rusa. Dado que Polonia ya ha expresado su voluntad de transferir aviones de combate F-16 en colaboración con la OTAN, ha llegado el momento de resucitar una opción de la era Reagan.
El F-16 puede corregir una desventaja
El desajuste entre la avanzada tecnología militar rusa y el obsoleto equipamiento militar ucraniano es una de las razones más importantes por las que se necesita una actualización. Los pilotos ucranianos se encuentran especialmente en desventaja, ya que los aviones de la era soviética, como el MiG-29, no pueden competir con los cazas actuales en términos de rendimiento. En cambio, el F-16 es un caza con un sólido historial de éxitos en misiones de combate. De hecho, es el avión de combate “más ágil jamás fabricado, con la excepción del F-22”, según el general de división retirado Michael Fantini, que pilotó F-16 durante la guerra de Irak. Por tanto, es la mejor opción para las fuerzas aéreas ucranianas.
La posible ventaja militar que otorgan los F-16 es importante, pero no es la única razón para enviar estos aviones a Kiev. Dar a Ucrania acceso a estas armas supondría una clara declaración a Rusia sobre la seriedad con la que la comunidad internacional se toma la soberanía ucraniana. Como declaró Evelyn Farkas, máxima responsable del Pentágono para Ucrania durante la administración Obama: “Tenemos un patrón; si decimos que proporcionaremos categorías de equipos, entonces nuestros aliados lo harán… Parece que tienen mucho miedo de que Rusia dirija su ira contra cualquier país de la OTAN”. De hecho, parecen bastante aterrorizados ante esa perspectiva. Pero con el respaldo de la OTAN, Polonia proporcionaría F-16 a Ucrania, presentando un enfoque unificado que disiparía las preocupaciones de los miembros de la OTAN de ser señalados por Rusia.
Una historia de vacilaciones derrotistas
La historia nos ha enseñado que retrasar la entrega de armamento a las naciones que lo necesitan puede tener repercusiones devastadoras.
La Guerra Civil española, que duró de 1936 a 1939, es uno de los ejemplos más terribles. La comunidad internacional se negó a proporcionar el apoyo militar necesario para acabar con la rebelión nacionalista del general Francisco Franco, a pesar de los llamamientos del gobierno republicano español. Esta falta de apoyo contribuyó significativamente a la caída de los republicanos y a la instauración de una dictadura que duró hasta 1975.
En las primeras fases de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se tomó su tiempo para suministrar armamento a Gran Bretaña, que aún estaba parcialmente implicada. El ejército alemán utilizó este retraso en su propio beneficio, forzando la rendición de Francia y la evacuación de las fuerzas británicas de Dunkerque.
Estados Unidos dudó en suministrar armamento a Vietnam del Sur, que estaba en guerra con el Norte comunista, durante la guerra de Vietnam. Saigón acabó cayendo y la nación quedó unida bajo un régimen comunista. Fue la falta de apoyo material lo que permitió a las fuerzas norvietnamitas tomar la delantera.
Apoyo mundial a los F-16
Sería un error infravalorar las ventajas que el F-16 supondría para el ejército ucraniano. El portavoz de las fuerzas aéreas ucranianas, Yurii Ihnat, declaró que los pilotos ucranianos sólo tardarían unas semanas en aprender a pilotar los F-16, y varios meses en adquirir destreza con ellos. Con la instrucción adecuada, las fuerzas aéreas incorporarían rápidamente los F-16 a sus operaciones y los utilizarían para lanzar contraofensivas sobre terrenos capturados por Rusia.
El F-16 es uno de los cazas más utilizados del mundo en términos logísticos, y varios aliados de Estados Unidos lo tienen en sus flotas. Esto significa que la cadena de suministro del F-16 cuenta con un fuerte respaldo mundial, lo que simplifica a Ucrania el mantenimiento de la aeronave a lo largo del tiempo.
Los aviones F-16 también pueden llevar a cabo diversas misiones. Estas aeronaves pueden utilizarse para fines distintos de la mera defensa. Ucrania utiliza actualmente su fuerza aérea para derribar misiles disparados por Rusia e Irán que apuntan hacia sus fronteras. Un avión de combate como el F-16 puede ser más eficaz en la destrucción de objetivos aéreos que un sistema de defensa antiaérea, ya que puede desplazarse a cualquier parte de Ucrania e interceptar un cohete, mientras que los sistemas de defensa antiaérea deben estacionarse en lugares donde se prevea un ataque con misiles.

Inspiración de Reagan
Esto nos lleva a los esfuerzos comparables de Estados Unidos durante la administración Reagan. En un esfuerzo por apoyar la estabilidad regional y disuadir la invasión soviética, Estados Unidos entregó F-16 a varias naciones, entre ellas Egipto, Pakistán e Israel. Esta táctica fue eficaz para prevenir el expansionismo soviético y ayudar a estas naciones a protegerse de posibles peligros.
Los críticos sostienen que armar a Ucrania con armas de última generación podría intensificar el conflicto y desencadenar una guerra más amplia. Aunque esto pueda parecer una preocupación legítima, es vital tener en cuenta que la situación en Ucrania ya es extremadamente combustible, y dar a la nación las herramientas que necesita para defenderse podría en realidad ayudar a desactivar el peligro más amplio. Al reforzar el ejército ucraniano, la comunidad internacional le estaría diciendo a Rusia que no va a tolerar agresiones contra sus vecinos y que cualquier esfuerzo se encontrará con resistencia.
Además, el suministro de F-16 a Ucrania contribuiría a su desarrollo técnico y económico. Ucrania tendría acceso a centros de investigación y desarrollo de vanguardia y podría atraer a ingenieros y técnicos altamente cualificados si adquiriera tecnologías militares superiores. Esto podría dar lugar al desarrollo de un sector militar robusto y apoyar la expansión económica general de Ucrania.
Por último, es importante recordar que el F-16 es algo más que un arma: es también una representación del poderío militar y técnico estadounidense. Regalar F-16 a Ucrania demostraría que Estados Unidos sigue siendo una gran fuerza militar y que se dedica a ayudar a sus aliados y socios en situaciones difíciles, en un mundo en el que las potencias mundiales compiten por la supremacía y la influencia.
En conclusión, es crucial que la comunidad internacional tenga en cuenta todas las alternativas para ayudar a Ucrania y mantener su estabilidad y seguridad. Entregar a Ucrania aviones de combate F-16 con el respaldo de la OTAN es una respuesta sencilla y sensata, pues enviaría un mensaje contundente a Rusia y contribuiría a frustrar cualquier agresión. La comunidad internacional puede contribuir a preservar la estabilidad y la paz en la zona para las generaciones futuras apoyando la democracia y salvaguardando la soberanía de sus vecinos.
Por lo tanto, actuemos para salvaguardar la democracia en Ucrania a la manera del Presidente Reagan. Toda la sociedad tiene que superar sus aprensiones y actuar con decisión porque, como afirmó una vez el gran filósofo George Santayana, “quienes no pueden recordar el pasado están destinados a repetirlo”.