Un análisis independiente ha revelado detalles del nuevo portaaviones chino Tipo 004, impulsado por energía nuclear y con funciones avanzadas, que podría amenazar la supremacía naval de Estados Unidos.
Revelación de imágenes y contexto geopolítico
Imágenes filtradas del astillero Jiangnan muestran el diseño del portaaviones chino Tipo 004, sucesor del Tipo 003. Estas imágenes se dan a conocer tras el lanzamiento del portaaviones Shandong, parte del esfuerzo chino para contrarrestar las capacidades de la marina estadounidense y disuadir a Taiwán de buscar la independencia.
A principios de mes, el Shandong se ubicó cerca de Taiwán, liderando una flota en el canal de Bashi. El diario chino Global Times señaló que su primer portaaviones nacional estaba listo para salvaguardar la soberanía e integridad territorial de China.
Comparación con portaaviones estadounidenses
El Shandong, también conocido como Tipo 002, entró en servicio en 2019, pero no es tan avanzado como los portaaviones estadounidenses. Su sucesor, el Fujian, lanzado en 2021, se asemeja más a los buques de EE. UU., incluyendo su cubierta plana para lanzar y recuperar aviones.
El Departamento de Defensa de EE. UU. destaca que el Fujian tiene un sistema de lanzamiento por catapulta que le permite soportar más aviones y operaciones de vuelo más rápidas, ampliando su alcance y efectividad.
Características del nuevo Tipo 004
Aunque la información sobre el Tipo 004 es limitada, las imágenes filtradas nos permiten vislumbrar su diseño. The Drive señala que el buque presenta una configuración CATOBAR, similar al Tipo 003, que permite mayor sofisticación y el lanzamiento de aeronaves más pesadas.
Implicaciones geopolíticas
La entrada en servicio del Tipo 004, prevista para la década de 2030, podría amenazar el dominio de EE. UU. en portaaviones. China, decidida a evitar la independencia de Taiwán, utilizará su flota naval para perseguir dicho objetivo.
Conclusiones
El nuevo portaaviones chino Tipo 004, con propulsión nuclear y características avanzadas, representa un desafío para la supremacía naval de Estados Unidos. Su entrada en servicio podría cambiar el panorama geopolítico en la región y alterar el equilibrio de poder en el escenario marítimo mundial.