El USS Carl Vinson arribó a Corea del Sur el domingo en una demostración de poderío militar, pocos días después de que Corea del Norte realizara pruebas con misiles de crucero para exhibir su capacidad de contraataque.
La Marina surcoreana informó que la llegada del portaaviones y su grupo de ataque al puerto de Busán busca fortalecer la alianza militar con Estados Unidos ante las constantes amenazas del régimen de Pyongyang, además de mejorar la interoperabilidad de sus fuerzas combinadas.
El viernes, Corea del Norte confirmó la realización de pruebas con misiles de crucero estratégicos a inicios de la semana pasada, señalando que la maniobra tenía como propósito advertir a sus adversarios sobre la capacidad de respuesta de su ejército y la preparación de su arsenal nuclear. Tras supervisar los lanzamientos, el líder Kim Jong-un ordenó a las fuerzas armadas estar completamente listas para emplear armas nucleares en caso de ser necesario.
Analistas consideran que Kim, en el corto plazo, rechazará cualquier oferta de diálogo de Donald Trump, ya que actualmente prioriza su respaldo a la guerra de Rusia en Ucrania mediante el suministro de armamento y tropas. No obstante, sugieren que el líder norcoreano podría evaluar la posibilidad de reanudar negociaciones con Trump si percibe que la relación con Moscú deja de ser beneficiosa.
Kim y Trump sostuvieron tres encuentros entre 2018 y 2019 durante la primera presidencia del republicano para tratar el futuro del programa nuclear norcoreano. Sin embargo, las negociaciones colapsaron debido a desacuerdos sobre las sanciones económicas impuestas por Washington contra Pyongyang.