El ministro de Defensa portugués, Nuno Melo, confirmó que Portugal no comprará el F-35, citando la imprevisibilidad de EE. UU. bajo la administración Trump.
Portugal opta por no adquirir el F-35 tras evaluar riesgos
En una entrevista con el medio portugués Público publicada el 13 de marzo de 2025, el ministro de Defensa, Nuno Melo, descartó la compra del caza de quinta generación F-35. Su decisión se alinea con la de otros países europeos que están reevaluando sus planes de adquisición de defensa.
Melo señaló que la incertidumbre política en Estados Unidos, particularmente con la administración Trump, influyó en la determinación del gobierno portugués. Las recientes declaraciones del expresidente sobre la OTAN, cuestionando las contribuciones de sus miembros y sugiriendo que EE. UU. podría no cumplir con sus compromisos de defensa, han generado preocupación en Europa. Además, la decisión de Washington de suspender el suministro de armas e información de inteligencia a Ucrania tras la reunión de Trump con Zelensky aumentó las dudas sobre la confiabilidad de EE. UU. como aliado.
Declaraciones del ministro de Defensa sobre la compra del F-35
Durante la entrevista, Melo explicó que los F-16 de la Fuerza Aérea Portuguesa están llegando al final de su vida útil y que el país debe considerar un reemplazo. Sin embargo, recalcó que la estabilidad geopolítica es un factor clave en la elección de nuevos aviones de combate.

“No podemos ignorar el entorno geopolítico en nuestras elecciones. La posición reciente de Estados Unidos respecto a la OTAN y su papel en la estrategia internacional nos obliga a reflexionar sobre las mejores opciones. La previsibilidad de nuestros aliados es un factor clave, ya que necesitamos asegurarnos de que estarán de nuestro lado en todas las circunstancias”, declaró el ministro.
Ante la insistencia del periodista sobre la preferencia de la Fuerza Aérea por el F-35, Melo reafirmó que la política exterior estadounidense ha cambiado y que esta nueva realidad influye en la toma de decisiones. “Estados Unidos siempre ha sido un aliado predecible, pero ahora podría imponer restricciones en el uso, mantenimiento y actualización de estos aviones, lo que afectaría su operatividad”, advirtió.
Factores que influyeron en la decisión de Portugal
- La administración Trump ha cuestionado los compromisos de EE. UU. con la OTAN.
- Se teme que EE. UU. limite el acceso a actualizaciones clave del F-35.
- Portugal busca opciones europeas que generen beneficios para su economía.
- Otros países de la OTAN también están reconsiderando la compra del F-35.
- El costo del programa F-35 asciende a 5.500 millones de euros.
El debate sobre el F-35 en Portugal y la OTAN

La posible adquisición del F-35 ha sido un tema polémico en Portugal. En abril de 2024, el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, general João Cartaxo Alves, había confirmado la transición de la Fuerza Aérea Portuguesa hacia el F-35, siguiendo el camino de otros aliados de la OTAN. Sin embargo, el gobierno nunca inició un proceso formal de compra.
Las declaraciones de Cartaxo Alves en 2023 también generaron controversia. Durante una conferencia en Lisboa sobre transporte aéreo militar y reabastecimiento de combustible, el general reconoció que el F-35 era el sustituto ideal para los F-16. No obstante, el Ministerio de Defensa portugués aclaró rápidamente que no existía un plan concreto para su adquisición. La entonces portavoz del ministerio, Helena Carreiras, destacó que “actualmente no existe un proceso para comprar aviones que reemplacen al F-16”.
Otras opciones que Portugal podría considerar

Con la negativa al F-35, la Fuerza Aérea Portuguesa deberá buscar alternativas. En la entrevista, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de adquirir el Dassault Rafale, Melo evitó dar una respuesta concreta. Sin embargo, analistas consideran que las opciones más viables incluyen el Saab Gripen y el Eurofighter Typhoon.
La incertidumbre sobre la política exterior de EE. UU. ya está impulsando a varios países europeos a reevaluar sus estrategias de defensa. Es probable que en los próximos meses más naciones de la OTAN sigan el ejemplo de Portugal y reconsideren la compra de equipos militares estadounidenses.