El fabricante francés de aviones Dassault Aviation ha admitido que el programa de cazas de nueva generación se enfrenta a nuevos retrasos que podrían durar más de una década.
Se esperaba que el avión de combate de sexta generación realizara su primer vuelo en 2027, y que el diseño final estuviera terminado en 2030.
Sin embargo, debido a los retrasos en la consecución de un acuerdo con las partes implicadas, el avión de última generación podría estar listo para su despliegue en 2050, con una década de retraso respecto al objetivo original de entrada en servicio, que era 2040.
“El año 2040 ya está perdido porque todavía no hemos empezado”, declaró a la prensa el director general de Dassault, Éric Trappier. “Por tanto, nos queda más bien para la década de 2050”.
Trappier había revelado anteriormente que su empresa y la compañía aeroespacial europea Airbus aún no han llegado a un acuerdo sobre la fase de investigación y desarrollo del programa.
En enero, se informó de que la agencia francesa de tecnología y adquisiciones de defensa había probado con éxito el motor prototipo del avión Future Air Combat System.
Sin embargo, el programa sufrió un revés hace dos meses porque las empresas participantes no se pusieron de acuerdo sobre las asignaciones de trabajo clave.