Cuatro A330 Voyager llegaron a RAF Akrotiri el 20 de mayo de 2025 para proteger el tránsito del HMS Prince of Wales por el mar Rojo en la Operación Highmast.
Refuerzo aéreo en Akrotiri para la Operación Highmast
El 20 de mayo de 2025, cuatro aviones cisterna A330 Voyager partieron desde RAF Brize Norton hacia RAF Akrotiri, la base aérea británica en Chipre, según registros de Flightradar24. Estos se suman a los activos ya desplegados en la base como parte de la Operación Shader, elevando potencialmente a siete el número de aviones de reabastecimiento en el lugar. Además, dos P-8 Poseidon MRA1, con matrículas ZP803 y ZP808, operan actualmente desde Akrotiri, con vuelos recientes de hasta cinco horas entre el 17 y 21 de mayo. La base también alberga Typhoon FGR4 y aviones de inteligencia Shadow, consolidando su rol como centro operativo clave en el Mediterráneo oriental.
Este refuerzo coincide con la proximidad del portaaviones HMS Prince of Wales y su Carrier Strike Group 25 (CSG 25), que ejecuta la Operación Highmast, un despliegue de ocho meses al Indo-Pacífico iniciado el 22 de abril de 2025. Tras una escala en la bahía de Souda, Creta, el grupo navega por el Mediterráneo y se prepara para transitar el canal de Suez hacia el mar Rojo, un área de alto riesgo debido a la actividad de los rebeldes Hutíes en Yemen.
El mar Rojo representa el tramo más vulnerable para el CSG 25, que incluye al HMS Prince of Wales, 18 cazas F-35B de los escuadrones 617 y 809 Naval Air Squadron, la fragata HMS Richmond, el destructor HMS Dauntless, y buques de apoyo de Canadá, Noruega y España. Aunque los Hutíes acordaron un cese de ataques a la navegación en el mar Rojo con Estados Unidos, su postura hacia objetivos vinculados a Israel sigue siendo hostil, lo que genera incertidumbre sobre la seguridad del grupo británico.
El refuerzo en Akrotiri busca garantizar una defensa robusta. Los A330 Voyager permiten extender las patrullas aéreas de combate (CAP) de los Typhoon FGR4 y F-35B, proporcionando detección temprana y capacidad de respuesta ante posibles ataques con drones o misiles. La presencia de los P-8 Poseidon fortalece la vigilancia marítima, detectando amenazas en superficie y submarinas, mientras que los Shadow recopilan inteligencia crítica en la región.
Datos clave sobre el refuerzo en RAF Akrotiri
- Aviones cisterna: Hasta siete A330 Voyager en Akrotiri, con cuatro llegados el 20 de mayo de 2025.
- Patrulla marítima: P-8 Poseidon ZP803 y ZP808 realizaron vuelos recientes, con salidas de 4-5 horas.
- Cazas: Typhoon FGR4 y F-35B (18 en el HMS Prince of Wales) listos para patrullas aéreas.
- Inteligencia: Aviones Shadow y un RC-135W Rivet Joint (ZZ666) en Al-Udeid, Qatar, apoyan la vigilancia.
- Objetivo: Proteger el tránsito del CSG 25 por el mar Rojo frente a posibles ataques hutíes.
Contexto estratégico del despliegue británico
La Operación Highmast marca el mayor despliegue de un ala aérea británica en décadas, con hasta 24 F-35B previstos durante la misión, un hito hacia la capacidad operativa total (FOC) de la flota británica de estos cazas. El HMS Prince of Wales, con 2,500 tripulantes británicos y apoyo de 200 noruegos y 200 canadienses, busca demostrar el alcance global del Reino Unido y su compromiso con la OTAN. El grupo realizará ejercicios con aliados como Italia, Japón y Australia, tras salir del mando de la OTAN en el Mediterráneo.
La partida del portaaviones estadounidense USS Harry S. Truman del mar Rojo hacia el Mediterráneo, tras meses de operaciones contra los Hutíes, deja al HMS Prince of Wales como el principal activo de proyección de poder en la zona. El USS Carl Vinson, aún en el mar Arábigo, ofrece apoyo regional, pero el CSG 25 carece de escoltas directas de la Marina de EE. UU., lo que eleva la importancia del refuerzo aéreo desde Akrotiri.
Los Hutíes, respaldados por Irán, han ejecutado más de 500 ataques contra la navegación desde 2023, utilizando drones Shahed, misiles Toufan y Quds-2, según informes del Ministerio de Defensa británico. Aunque el cese al fuego con EE. UU. reduce la probabilidad de un ataque directo, la percepción del Reino Unido como aliado de Israel podría tentar a los rebeldes, especialmente tras acusaciones de que los vuelos de los Shadow desde Akrotiri apoyan operaciones israelíes. El Ministerio de Defensa británico niega estas afirmaciones, aclarando que los datos recopilados son para análisis propio.
El despliegue de un RC-135W Rivet Joint (ZZ666) a la base de Al-Udeid en Qatar, en lugar de Akrotiri, sugiere una estrategia de inteligencia más amplia. Este avión, junto al ZZ665 ya en Qatar, realiza misiones de señales (SIGINT) sobre Irak y el Golfo Pérsico, posiblemente para monitorear comunicaciones hutíes o iraníes antes del tránsito del CSG 25. La integración de las flotas británica y estadounidense de RC-135 refuerza la capacidad de vigilancia en la región.
Gestión de la flota F-35 y logística aérea
El despliegue de 18 F-35B en el HMS Prince of Wales, con planes de aumentar a 24, plantea desafíos logísticos. El Reino Unido opera actualmente 38 de los 48 F-35 encargados, con entregas recientes en mayo de 2025. Mantener un despliegue de ocho meses con esta cantidad de cazas, mientras se cubren necesidades de entrenamiento en el Escuadrón 207 (unidad de conversión operativa), requiere una rotación cuidadosa. Los A330 Voyager adicionales podrían facilitar el retorno de algunos F-35B al Reino Unido, aliviando la presión sobre la flota.
Durante la Operación Fortis de 2021, los Voyager trasladaron 1,700 personas y 180 toneladas de combustible en 220 horas de vuelo, un precedente que resalta su rol en la Operación Highmast. Además, los A400M Atlas y C-17 Globemaster apoyarán el transporte de suministros y personal a puertos aliados, mientras los P-8 Poseidon podrían operar desde bases regionales para tareas de guerra antisubmarina.
La RAF Akrotiri ha sido clave en operaciones previas contra los Hutíes, con Typhoon FGR4 ejecutando ataques en Yemen en abril de 2025, apoyados por Voyager. Estos ataques, los primeros bajo el gobierno de Keir Starmer, destruyeron instalaciones de drones, demostrando la capacidad de proyección de poder desde Chipre. La base también ha servido como nodo para misiones de inteligencia en Siria e Irak bajo la Operación Shader, con RC-135W y Shadow operando regularmente.
El refuerzo en Akrotiri refleja una estrategia de defensa en capas, diseñada para mitigar riesgos en el mar Rojo sin recurrir a ataques preventivos que puedan violar el cese al fuego. La combinación de F-35B, Typhoon, P-8 Poseidon, y RC-135W asegura una cobertura aérea, marítima y de inteligencia robusta, mientras los Voyager garantizan la sostenibilidad de las operaciones. A medida que el HMS Prince of Wales se acerca al canal de Suez, la preparación británica subraya su compromiso con la seguridad global y la disuasión en un entorno geopolítico volátil.