WASHINGTON – La empresa israelí Rafael Advanced Defense Systems se ha asociado con Krauss-Maffei Wegmann, con sede en Alemania, y con General Dynamics European Land Systems, con sede en España, para ayudar a comercializar el sistema de protección activa Trophy en Europa, según ha anunciado la empresa.
La nueva empresa con sede en Alemania, denominada EuroTrophy, se encargará de encontrar nuevos compradores para la tecnología defensiva y de dirigir los esfuerzos de integración en el vehículo para futuros clientes. Se espera que la empresa esté operativa a finales de año, a la espera de la aprobación reglamentaria.
Con KMW, Rafael obtiene el apoyo de la mitad de la empresa alemana que está detrás del Leopard 2, el carro de combate elegido por varias naciones europeas. La otra empresa, Rheinmetall, está comercializando su propio sistema, denominado StrikeShield, que se desplegará inicialmente en los vehículos Lynx de Rheinmetall vendidos a Hungría.
General Dynamics European Land Systems, el otro socio de la empresa EuroTrophy, fabrica el vehículo ASCOD, cuyas variantes se utilizan en España, Austria y el Reino Unido.
Los sistemas de protección activa Hard-Kill como el Trophy protegen a los vehículos disparando proyectiles a los cohetes o granadas entrantes en un abrir y cerrar de ojos, inutilizándolos a una distancia segura. El conjunto de sensores y contramedidas ha tenido tradicionalmente un coste de peso y de firma electrónica, pero los fabricantes dicen que han conseguido resolver estos problemas en sus últimos desarrollos.
En febrero, Alemania encargó el sistema Trophy para una compañía de sus tanques Leopard 2, es decir, 17 vehículos más uno para pruebas. La flota de tanques de las fuerzas terrestres necesita un sistema de protección activa porque “los modernos misiles guiados antitanque suponen una importante amenaza”, escribieron entonces los funcionarios de defensa a los legisladores como justificación para solicitar la aprobación del presupuesto.
A principios de este mes, Rafael anunció que el Trophy había superado las pruebas de fuego real en los Leopard 2, y el gobierno israelí afirmó que la tasa de interceptación era superior al 90 %.