El contrato, que se extenderá hasta 2028, incluye financiamiento de ventas militares a países de la OTAN como España, Alemania y Países Bajos.
Estados Unidos refuerza sus alianzas en defensa aérea con este contrato
Con el fin de fortalecer su estrategia de defensa aérea, la Armada de los EE. UU. ha otorgado a Raytheon una modificación contractual de 75,1 millones de dólares. Este acuerdo permitirá la actualización y soporte técnico de los sistemas Standard Missile 2 (SM-2) y Standard Missile 6 (SM-6), piezas clave en la protección de flotas navales.
La colaboración internacional se destaca en esta operación, ya que los fondos provienen no solo de Estados Unidos, sino también de aportes realizados por aliados de la OTAN como España, que contribuirá con más de 580.000 dólares, además de Alemania y Países Bajos, con montos menores.
Raytheon, con sede en Tucson, Arizona, es la encargada de implementar estas actualizaciones hasta marzo de 2028. Estas mejoras garantizarán que los misiles continúen siendo efectivos ante amenazas modernas, incluyendo aviones y misiles hostiles.
Los sistemas SM-2 y SM-6 desempeñan un rol central en la estrategia de defensa de la Armada estadounidense, brindando una capa esencial de protección a sus buques de guerra. Su constante evolución tecnológica es necesaria para mantener la seguridad en entornos de conflicto actuales.
Detalles del contrato y contribución internacional
- Financiamiento internacional: España aporta 580.000 dólares; Alemania y Países Bajos, alrededor de 400.000 y 550.000 dólares respectivamente.
- Raytheon como contratista principal: La empresa continúa como líder en la modernización de los sistemas de misiles, reforzando la seguridad de las flotas de la OTAN.
- Duración del contrato: Las actualizaciones y soporte se extenderán hasta marzo de 2028.
- Localización de trabajos: Los trabajos se realizarán en las instalaciones de Raytheon en Tucson, Arizona.
SM-2 y SM-6: Pilares de la defensa aérea naval
Desarrollados por Raytheon, los misiles SM-2 y SM-6 están diseñados para defender contra una amplia gama de amenazas, incluidos misiles de crucero, aviones enemigos y misiles balísticos.
El SM-2, en servicio desde los años 80, ha sido actualizado con múltiples versiones, conocidas como bloques, que mejoran su alcance y precisión. Los actuales bloques III, IIIA, IIIB y IV continúan en uso tanto en la Armada de los EE. UU. como en países aliados.
Por otro lado, el SM-6 es una evolución avanzada del SM-2, capaz de operar en misiones multimodales. Su sistema de radar activo, basado en el misil AIM-120 AMRAAM, le permite realizar ataques tanto contra objetivos aéreos como marítimos.
Este sistema ha demostrado ser una solución adaptable en situaciones de conflicto, reforzando la capacidad ofensiva y defensiva de las flotas que lo emplean.
Actualizaciones clave en los sistemas de misiles
Las nuevas versiones, como el SM-6 Block IA, han añadido capacidades de ataque a tierra mediante guiado GPS, mientras que el SM-6 Block IB busca alcanzar velocidades hipersónicas.
El misil SM-6 Dual I también desempeña un papel en la defensa contra misiles balísticos, atacando en la fase terminal de sus trayectorias. Estas mejoras forman parte de la estrategia de defensa en capas de la Armada de los EE. UU.
Ambos sistemas se lanzan desde el VLS Mark 41, que permite un despliegue flexible desde cruceros y destructores, consolidando su papel en el arsenal naval moderno.
Impacto estratégico en aliados de la OTAN
Los sistemas SM-2 y SM-6 no solo son utilizados por la Armada de los EE. UU. sino que también han sido adoptados por más de 15 armadas aliadas. Países como Australia, Japón y Corea del Sur están integrando estas capacidades para reforzar su defensa en el marco del sistema Aegis.
Las mejoras recientes, que incluyen una sección de guía común para el SM-2 Block IIICU y el SM-6 Block IU, tienen como objetivo mejorar la eficiencia de producción y la precisión en combate.
Estos desarrollos permiten que los aliados de la OTAN mantengan una postura de defensa sólida frente a las amenazas cambiantes, garantizando así la seguridad de sus intereses marítimos a largo plazo.