En un reciente viaje del ministro de Defensa ruso a Irán, Rusia expresó su interés en el misil Fateh-110 para enfrentar los desafíos en Ucrania y superar retrasos en su industria de defensa.
Rusia e Irán: Una relación de cooperación militar
De acuerdo con datos del Instituto para el Estudio de la Guerra en Washington, tras la visita de una delegación rusa a Irán, es probable que se concrete la adquisición de misiles balísticos Fateh-110.
Rusia e Irán han establecido lazos estrechos en el ámbito de defensa. Esta relación se evidencia en ventas de armas, cooperación nuclear y alineamiento en intereses regionales, como es el caso de Siria. De hecho, Rusia ha proporcionado a Irán equipos como el sistema S-300 y ha apoyado su programa nuclear civil, como con la central de Bushehr.
A pesar de enfrentar sanciones internacionales, ambos países han hallado terreno común oponiéndose a la influencia occidental en su región. Sin embargo, hay cierta desconfianza mutua debido a las relaciones de Rusia con Israel y tensiones históricas en el Cáucaso y Asia Central. Además del ámbito militar, colaboran en energía, comercio e infraestructura. La futura colaboración dependerá de los contextos geopolíticos y políticos que enfrenten.
Ucrania denuncia uso de armas iraníes por Rusia
Kiev ha señalado que Rusia ha utilizado armamento iraní en el conflicto ucraniano. Específicamente, el presidente Volodymyr Zelenskyy instruyó investigar las evidencias sobre el uso de dichas armas por las tropas rusas, basándose en datos de inteligencia y medios de comunicación.
Sergii Nykyforov, vocero presidencial ucraniano, argumentó que Irán atentaba contra la soberanía ucraniana y comprometía la seguridad de sus ciudadanos. A pesar de esto, Irán ha mantenido una postura de neutralidad, ofreciéndose como mediador para resolver el conflicto.
Denuncias sobre drones kamikazes iraníes en Ucrania
Adicionalmente, se informó que las fuerzas rusas emplearon drones kamikazes iraníes en ataques sobre territorio ucraniano. Estos drones, identificados como Shahed-131 y Shahed-136, habrían sido usados en más de 600 ataques en un periodo de tres meses.
Hay indicaciones de una cooperación entre Rusia e Irán en la producción de estos drones. Los UAV Shahed-136/131 habrían sido transportados de Irán a Rusia por el mar Caspio. De igual manera, se sugiere que Rusia pudo haber renombrado estos drones a Geranium-1 y Geranium-2, quizá para disimular la colaboración iraní.