Las fuerzas rusas se han enfocado en fortificar la región de Zaporizhzhia, en el sur de Ucrania, ante la posible contraofensiva ucraniana. La llamada Línea Putin, una trinchera de 45 millas, es el epicentro de este esfuerzo defensivo.
Rusia en la construcción de trincheras
Las fuerzas rusas han estado trabajando en la construcción de trincheras y fortificaciones a lo largo de la Línea Putin. Sin embargo, la semana pasada se encontraron con un escollo cuando desenterraron un cementerio de ganado, provocando casos de ántrax entre los soldados rusos.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido ha informado que las fuerzas rusas han construido sistemas extensos de obras defensivas militares desde el verano pasado, tanto en territorio ucraniano ocupado como en territorio ruso reconocido internacionalmente.
Estas fortificaciones también se han implementado en la frontera septentrional de la Crimea ocupada y en regiones como Belgorod y Kursk.
Motivos detrás de la Línea Putin
La construcción de la Línea Putin y otras fortificaciones podría ser un indicativo de que Moscú teme un gran avance ucraniano, aunque también podría tratarse de propaganda para promover la narrativa oficial de que Rusia está “amenazada” por Ucrania y la OTAN.
El Kremlin ha utilizado tácticas similares en el pasado, como la advertencia sobre el posible despliegue de una bomba sucia, para presentarse a sí misma y a sus socios como víctimas y eludir responsabilidades.
Construir posiciones defensivas en sus propios territorios podría ser un intento de convencer a la población de que la seguridad de Rusia está siendo amenazada, y que no es el agresor en Ucrania.
Peligros y riesgos
La construcción de la Línea Putin podría ser arriesgada por varias razones. En primer lugar, podría malgastar recursos, ya que no hay indicios de que Ucrania o la OTAN tengan intención de invadir Rusia.
En segundo lugar, como el reciente caso de ántrax ha demostrado, excavar al azar en Rusia puede ser peligroso debido a materiales enterrados durante la era soviética.