En una alocución dirigida a la federación, el mandatario ruso, Vladimir Putin, ha hecho pública la integración y la pronta activación en contextos bélicos de los misiles balísticos intercontinentales de tipo pesado RS-28 Sarmat, conocidos coloquialmente como Satán-2.
Aunque el discurso de Putin fue deliberadamente ambiguo respecto a los blancos o escenarios específicos de operación para este armamento, el ambiente político actual sugiere a Ucrania como el posible epicentro de un enfrentamiento que podría escalar a la intervención de fuerzas occidentales vinculadas a la OTAN.
Putin ha destacado la asignación del primer conjunto de estos ICBM pesados a las unidades militares, señalando de manera enigmática: “Próximamente, los desplegaremos en los frentes donde actualmente combatimos”. Esta declaración surge paralelamente a los comentarios, igual de nebulosos, del presidente francés Emmanuel Macron, quien insinuó la potencial movilización de tropas en Ucrania en apoyo a Kiev.
El misterio y la especulación se han intensificado notablemente en las últimas 24 horas debido a la proliferación de videos en internet que documentan el traslado de ICBM nucleares pesados a lo largo del territorio ruso.
Este tema se ha convertido rápidamente en el foco de atención en los debates en línea, alimentando teorías de que los sitios de lanzamiento de misiles podrían estar siendo acondicionados para el Desfile Militar del 9 de mayo.
Despliegue Satan-2: Una declaración de capacidad militar
Conforme a lo reportado a inicios de octubre del año pasado, el jefe de Estado ruso proclamó el comienzo de la producción en serie del RS-28 Sarmat. Declaró que este hito representaba el cierre exitoso del ciclo de desarrollo del misil, tras haber superado las últimas pruebas estatales. Adicionalmente, mencionó que se estaban finalizando varios procesos administrativos y legales.
Los rumores actuales insinúan que la puesta en marcha del RS-28 Sarmat por parte de Rusia trasciende un mero ejercicio militar rutinario. Predominantemente, se interpreta como una “demostración de fuerza” ante Occidente, especialmente en reacción a las declaraciones provenientes de Francia.
El viceministro de Defensa, Alexey Krivoruchko, reveló hace algunos días que el Sarmat-2 ya ha sido operativamente desplegado. Subrayó que la premisa de estas movilizaciones de ICBM en el año 2024 es fortalecer de manera significativa el arsenal de las fuerzas armadas rusas.
Evaluaciones cruciales del RS-28 Sarmat en Plesetsk
En el cosmódromo de Plesetsk, un destacado puerto espacial situado en Mirny, provincia de Arkhangelsk, se llevaron a cabo las pruebas preliminares de nuestra avanzada tecnología misilística.
El primer hito relevante fue la prueba de eyección del RS-28 Sarmat, efectuada en diciembre de 2017. Este procedimiento tenía el propósito de verificar la capacidad de manejo del misil previo al lanzamiento y evaluar detenidamente sus mecanismos de despegue.
Es imperativo entender que una prueba de eyección no equivale a un lanzamiento completo. Consiste, más bien, en la expulsión del misil de su silo mediante el uso de un generador de gas, replicando la fase inicial de un lanzamiento real.
Posterior a una exitosa prueba de eyección, el RS-28 Sarmat ejecutó su primer vuelo integral en marzo de 2018. El misil impactó su blanco con notable precisión, validando su capacidad operacional y señalando un avance significativo en su desarrollo.
Pruebas subsecuentes del RS-28 Sarmat se realizaron en el mismo emplazamiento, el cosmódromo de Plesetsk. Estas evaluaciones continuas ratificaron los parámetros de desempeño del misil y confirmaron su idoneidad para cumplir las misiones asignadas.
RS-28 Sarmat: Un coloso en la arena internacional
El RS-28 Sarmat se erige como un formidable contendiente en el escenario global, frecuentemente apodado “Satán 2”. Este misil balístico intercontinental [ICBM] de categoría superpesada y propulsión de combustible líquido está dotado de un arsenal termonuclear, constituyendo un pilar en la estrategia de modernización nuclear de Rusia. Está destinado a reemplazar al obsoleto R-36M2 “Voevoda”, conocido en los círculos de la OTAN como SS-18 “Satán”.
Abordando las especificaciones del RS-28, prepárense para ser impresionados. El misil tiene un peso de 208,1 toneladas y una longitud de 35,3 metros. Con un diámetro de 3 metros, su propulsión se debe a un potente motor de combustible líquido, el cual le otorga una velocidad y alcance sobresalientes. Además, con una capacidad de carga de 10 toneladas, el misil puede transportar múltiples vehículos de reentrada independientes [MIRV].
El alcance operativo del RS-28 es aproximadamente de 18.000 kilómetros, lo que le permite alcanzar cualquier destino en el globo. Esta capacidad de cobertura global se debe a su excepcional velocidad y a la trayectoria de vuelo suborbital que sigue.
Averías de rendimiento y capacidad destructiva del RS-28 Sarmat
El proceso operativo del RS-28 Sarmat se inicia con su lanzamiento desde un silo subterráneo, propulsado hacia el cielo mediante la activación de su motor a base de combustible líquido. Al alcanzar una altitud predeterminada, el papel del motor concluye, y el misil prosigue su vuelo siguiendo una trayectoria balística. En este punto, se produce la fase crítica de despliegue de las ojivas alojadas en su compartimento de carga.
Cada ojiva, sorprendentemente, se dirige hacia su destino siguiendo una trayectoria independiente, lo que posibilita al misil impactar en múltiples ubicaciones simultáneamente. La magnitud del impacto varía en función de la capacidad destructiva de cada ojiva y la altitud a la que se produce la detonación respecto al suelo.
Al contemplar el impacto devastador de estas ojivas al alcanzar sus blancos designados, se entiende la seriedad de su potencial destructivo. Se estima que el RS-28 Sarmat puede transportar entre 10 y 15 MIRV, con cada ojiva capaz de liberar hasta 750 kilotones de fuerza explosiva.
Para ponerlo en contexto, esta capacidad supera por un margen considerable la de las bombas nucleares empleadas en Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial, augurando una destrucción masiva y una contaminación radiactiva extensa en las áreas afectadas.