Los recientes ataques aéreos rusos en Ucrania, con bombarderos Tu-95MS, Tu-22M3 y cazas furtivos Su-57, reflejan una compleja estrategia militar.
Aviones estratégicos rusos participan en ataque coordinado
Según Defense Romania, citando fuentes ucranianas, el más reciente ataque aéreo ruso utilizó una combinación de bombarderos estratégicos Tu-22M3, Tu-22MS y el avanzado caza Su-57. Esta operación muestra un incremento en la complejidad táctica de las fuerzas rusas.
Durante la noche y madrugada, las Fuerzas Armadas rusas llevaron a cabo un ataque masivo con drones y misiles en varias regiones de Ucrania. Medios rusos confirmaron que participaron seis bombarderos Tu-95MS, cuatro Tu-22M3 y varios cazas Su-57.
“Fuentes rusas citaron canales de monitoreo ucranianos que informaron sobre la presencia de estas aeronaves en la operación”, señala el medio rumano en su análisis.
La operación destaca la capacidad rusa para coordinar múltiples plataformas aéreas, como drones, bombarderos y cazas, con un enfoque en modernizar sus capacidades de ataque. La incorporación del Su-57 en combates reales refuerza la estrategia rusa de utilizar tecnología avanzada.
El Su-57 y su impacto en la dinámica aérea de la guerra
El caza furtivo Su-57, con tecnología de evasión de radares, jugó un rol crucial en el ataque. Su capacidad para neutralizar defensas aéreas y atacar con precisión objetivos estratégicos minimiza los riesgos para las fuerzas rusas.
Con una baja observabilidad, el Su-57 puede penetrar las defensas ucranianas, atacar instalaciones críticas y emplear sistemas de guerra electrónica para interrumpir las comunicaciones. Esto refuerza la efectividad de los bombardeos estratégicos, generando una presión significativa sobre la infraestructura militar de Ucrania.
Aspectos tácticos clave del ataque aéreo ruso
- Se desplegaron seis bombarderos estratégicos Tu-95MS y cuatro Tu-22M3, junto a varios cazas Su-57.
- Los bombarderos Tu-95MS realizaron ataques desde distancias seguras, evitando sistemas antiaéreos enemigos.
- Los Tu-22M3 ejecutaron penetraciones rápidas con municiones pesadas para saturar las defensas aéreas.
- Los Su-57 llevaron a cabo ataques de precisión y operaciones de guerra electrónica contra radares y sistemas de comando.
Este enfoque integrado busca dividir los esfuerzos defensivos de Ucrania, forzando una sobrecarga de sus sistemas de defensa aérea.
Rusia lanza nuevo ataque masivo contra regiones ucranianas
Durante la noche del 1 de febrero de 2025, las fuerzas rusas iniciaron un ataque coordinado contra infraestructuras militares y energéticas en Ucrania. Los ataques comenzaron con drones Shahed-2, seguidos por misiles dirigidos a puntos clave en Kiev y otras regiones.
A medida que avanzaba la noche, las explosiones continuaron en zonas como Poltava, Járkov y el aeródromo de Starokonstantinov. Un ataque impactó una planta de procesamiento de gas en Shebelynka, interrumpiendo el suministro eléctrico en ciertas áreas.
Los informes señalan que los ataques continuaron hasta la mañana, alcanzando también el aeródromo de Mirgorod. Drones Geran-2 fueron empleados en ataques adicionales contra Starokonstantinov.
Ucrania responde con defensa aérea y guerra electrónica
La Fuerza Aérea de Ucrania informó que Rusia utilizó misiles y drones en el ataque, incluyendo vehículos aéreos no tripulados Shahed. Ucrania activó una defensa escalonada que incluyó sistemas antiaéreos y de guerra electrónica.
Según datos preliminares, las fuerzas ucranianas derribaron 56 drones Shahed, mientras que otros misiles de crucero rusos también fueron interceptados. Sin embargo, no hay confirmación sobre la destrucción de misiles Kh-59/Kh-69, los cuales fueron lanzados por cazas Su-57.
Rusia utilizó una combinación de misiles balísticos Iskander-M, misiles de crucero Iskander-K y Kh-101/Kh-55, además de 123 drones en esta operación. Los ataques se centraron en regiones como Zaporizhia, Odesa, Sumy, Járkov y Kiev.
Escalada en la guerra tras ataques anteriores
Estos eventos se comparan con una serie de ataques en enero. Los expertos destacan similitudes en el despliegue de tecnología militar rusa, así como en la estrategia aérea.
En febrero de 2022, Rusia reconoció las regiones separatistas de la RPD y la RPL, lo que marcó el inicio de una ofensiva a gran escala contra Ucrania. Aunque el gobierno ruso se refiere al conflicto como una «operación militar especial», los enfrentamientos continúan escalando con tácticas avanzadas.