El ejército ruso ha implementado nuevas tácticas en sus operaciones de largo alcance al utilizar drones para guiar misiles balísticos y de crucero en los ataques contra Ucrania.
Después de varias semanas de relativa inactividad, las fuerzas rusas han reanudado los ataques a larga distancia en territorio ucraniano. Moscú busca debilitar las defensas aéreas ucranianas y eliminar los puntos logísticos estratégicos.
No obstante, las defensas aéreas ucranianas están mostrando resistencia. La incorporación de sistemas de armas occidentales, como el MIM-104 Patriot, el IRIS-T y el Sistema Nacional Avanzado de Misiles Superficie-Aire (NASAMS), ha mejorado considerablemente las capacidades de seguimiento e intercepción del ejército ucraniano.
El uso de drones para guiar misiles
Con el objetivo de aumentar la efectividad de sus ataques, los rusos han comenzado a integrar drones de reconocimiento. Estos drones, incluido el sistema aéreo no tripulado SuperCam, son utilizados para realizar vuelos de reconocimiento y verificar objetivos.
Se estima que Rusia ha adoptado esta táctica para obtener evaluaciones más oportunas de los daños causados en el campo de batalla y mejorar su ciclo de selección de objetivos. Sin embargo, los vehículos aéreos no tripulados de vigilancia lenta son muy vulnerables a las defensas aéreas ucranianas.
Puntos de lanzamiento alternativos
Otra táctica empleada por los rusos para asegurar un suministro constante de municiones en Ucrania es establecer puntos de lanzamiento alternativos. Bryansk, ubicada a unos 160 kilómetros al norte de Ucrania, se ha convertido en un punto de lanzamiento para ataques en el área metropolitana de Kiev, a diferencia de hace unos meses.
El uso de múltiples puntos de lanzamiento permite a las fuerzas militares rusas dispersar sus recursos y defenderse mejor contra sabotajes y ataques de largo alcance por parte de las fuerzas ucranianas. Además, estos lugares alternativos de lanzamiento ofrecen diferentes ejes de ataque y un menor tiempo de vuelo para los proyectiles, dificultando el seguimiento e intercepción de misiles de crucero o drones suicidas por parte de las defensas aéreas ucranianas.
Escasez de municiones y armamentos obsoletos
A pesar de estas nuevas tácticas, el ejército ruso sigue enfrentando escasez de municiones. La intensidad de la guerra ha agotado los suministros militares rusos, y las sanciones impuestas por occidente han afectado la capacidad de la industria aeroespacial y de defensa rusa para fabricar nuevas municiones al ritmo requerido por las demandas del conflicto.
Como resultado, el ejército ruso ha estado utilizando municiones obsoletas e inadecuadas en sus ataques contra objetivos ucranianos.
Contraataques ucranianos
Mientras tanto, en el día 452 de la invasión rusa a Ucrania, las fuerzas ucranianas han lanzado repetidos contraataques en los flancos de Bajmut. Las tropas ucranianas están avanzando en los sectores norte y sur de la ciudad en ruinas. La toma de Bajmut por parte de Rusia ha sido una victoria pírrica que ha dejado más de 100.000 soldados muertos o heridos y miles de sistemas de armamento pesado perdidos.
Según el Ministerio de Defensa ucraniano, hasta el lunes las fuerzas ucranianas han causado aproximadamente 203,880 bajas en las filas rusas. El material destruido incluye: 309 aviones de combate, ataque y transporte; 294 helicópteros de ataque y transporte; 3,785 tanques; 3,278 piezas de artillería; 7,407 vehículos blindados de transporte y combate de infantería; 564 sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS); 18 barcos y cúteres; 6,129 vehículos y tanques de combustible; 327 baterías antiaéreas; 2,830 sistemas aéreos tácticos no tripulados; 427 plataformas de equipos especiales, como vehículos puente; y cuatro sistemas móviles de misiles balísticos Iskander, además de 1,011 misiles de crucero derribados por las defensas aéreas ucranianas.
Conclusión
El empleo de drones para guiar misiles y el establecimiento de puntos de lanzamiento alternativos son algunas de las tácticas utilizadas por el ejército ruso en su campaña contra Ucrania. Estas estrategias buscan aumentar la efectividad de los ataques y debilitar las defensas ucranianas.
Sin embargo, la escasez de municiones y el uso de armamentos obsoletos representan desafíos significativos para Rusia. Mientras tanto, las fuerzas ucranianas continúan resistiendo y lanzando contraataques, infligiendo graves pérdidas al ejército ruso.