El plan ruso para renovar sus Tu-160 con nuevos modelos y aviónica avanzada se retrasa por sanciones y limitaciones tecnológicas, afectando su estrategia aérea a futuro.
El programa Tu-160M2 avanza con dificultades por falta de recursos
En 2015, Rusia anunció su intención de mejorar y expandir su flota de bombarderos estratégicos Tu-160. El proyecto incluía la modernización de 16 aviones existentes y la producción de 50 nuevos modelos en la planta de Kazán.
El viceministro de Defensa, Yuri Borisov, declaró en ese momento que las mejoras en los sistemas de a bordo harían de los Tu-160M2 una aeronave completamente renovada. Se esperaba que el primer avión nuevo volara después de 2023.
En enero de 2022, poco antes de la invasión rusa de Ucrania, despegó el primer Tu-160M2 completamente ensamblado desde cero. Sin embargo, el avance del programa se ha ralentizado debido a la necesidad de reasignar recursos a otras prioridades y a las sanciones occidentales que restringen la importación de componentes electrónicos clave.
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A pesar de estos desafíos, Rusia sigue apostando por la modernización de esta plataforma, aunque enfrenta dificultades significativas para cumplir con sus objetivos de producción.
El PAK-DA, el bombardero furtivo ruso, parece poco probable
El plan de Rusia también contemplaba el desarrollo del PAK-DA, un bombardero furtivo de nueva generación que, según Moscú, sería equivalente al B-21 Raider estadounidense. Sin embargo, los avances en este programa son inciertos.
Expertos consideran que las tecnologías y capacidades de producción necesarias para fabricar el PAK-DA están lejos de estar disponibles en Rusia. Originalmente, el PAK-DA debía ensamblarse en la misma línea de producción que el Tu-160M2, pero esta idea parece inviable.
El coronel general Viktor Bondarev, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea rusa en el momento del anuncio, afirmó que ambos programas podrían desarrollarse sin afectar uno al otro. Sin embargo, expertos de la industria han cuestionado esta afirmación.
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Factores que complican el desarrollo del PAK-DA
- La falta de tecnología avanzada limita la capacidad de Rusia para fabricar un bombardero furtivo.
- La industria aeroespacial rusa no tiene suficiente personal capacitado para desarrollar dos proyectos simultáneamente.
- El costo de producción de un avión completamente nuevo es significativamente mayor que el de modernizar una plataforma existente.
- Las sanciones han restringido el acceso a componentes clave para el desarrollo del PAK-DA.
Rusia apuesta por modernizar en lugar de desarrollar desde cero
Ante la falta de avances en el PAK-DA, la estrategia de Rusia se basa en mejorar modelos ya existentes en lugar de diseñar aeronaves nuevas. Esta tendencia refleja los problemas que enfrenta su industria aeroespacial.
La reducción de la fuerza laboral en el sector de defensa ruso es un obstáculo importante. En comparación con la era soviética, el número de trabajadores especializados en el diseño y producción de aviones ha disminuido drásticamente.
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Según un analista ruso de defensa citado por 19FortyFive, las oficinas de diseño apenas cuentan con el 10 % del personal que tenían en los años 80. Esto limita la capacidad de Rusia para desarrollar proyectos ambiciosos.
Las sanciones y la falta de personal afectan el poder aéreo ruso
Las sanciones impuestas a Rusia han restringido el acceso a componentes esenciales para la modernización de su flota de bombarderos. La imposibilidad de importar tecnología extranjera ha ralentizado la producción del Tu-160M2.
Además, la falta de profesionales calificados en el sector aeroespacial complica aún más el desarrollo de aeronaves avanzadas. La combinación de estos factores hace que la modernización de la flota rusa sea más difícil de lo previsto.
Aunque el Kremlin sigue promoviendo el desarrollo de nuevas capacidades militares, la realidad muestra que su poder aéreo estratégico depende cada vez más de la actualización de plataformas antiguas en lugar de innovaciones tecnológicas.