Las Fuerzas Aeroespaciales Rusas recibieron nuevos cazas Sukhoi Su-35S, reforzando su capacidad aérea en medio de la guerra en Ucrania.
Rusia avanza en la modernización de su poder aéreo militar
El 30 de marzo de 2025, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS) recibieron el primer lote de cazas Sukhoi Su-35S de este año, en una entrega realizada por la United Aircraft Corporation (UAC), filial del conglomerado estatal Rostec. Esta acción refleja los esfuerzos del gobierno ruso por mantener actualizada su flota en un contexto marcado por la guerra en Ucrania y crecientes tensiones geopolíticas.
Proveniente de la planta de Komsomolsk-on-Amur, el Sukhoi Su-35S representa un avance tecnológico dentro de la generación 4++ de cazas multifuncionales. Sus motores AL-41F1S, combinados con una aviónica modernizada y el radar Irbis-E, le permiten detectar hasta 30 objetivos a una distancia máxima de 400 kilómetros, según datos oficiales. Algunos análisis, sin embargo, reducen ese rango a 350 kilómetros.
En esta entrega no se precisó la cantidad de unidades recibidas, manteniendo la opacidad habitual en los comunicados de Rostec y el Ministerio de Defensa ruso. Aun así, las aeronaves superaron pruebas de fábrica y fueron evaluadas por pilotos militares antes de su integración a las unidades operativas. Este procedimiento busca garantizar su plena operatividad, clave ante el desgaste acumulado en la flota tras más de tres años de operaciones activas en Ucrania.
la guerra iniciado en febrero de 2022 ha generado pérdidas significativas para las VKS, entre ellas varias unidades del Su-35. Esta situación ha motivado al Estado ruso a acelerar la renovación y ampliación de su inventario aéreo con modelos como el Su-35S.
Producción continúa pese a sanciones y limitaciones tecnológicas
A pesar de las restricciones impuestas por las sanciones internacionales, Rostec y la UAC han sostenido su producción. La planta de Komsomolsk-on-Amur no solo produce el Su-35S, sino también el caza de quinta generación Su-57, consolidándose como un componente clave del complejo industrial-militar ruso.

Durante 2024, se completaron varios lotes de entrega, incluidos uno en septiembre con unidades Su-57 y Su-35S, y otro en noviembre, coincidiendo con la presentación internacional del Su-57E en el Zhuhai Air Show de China. Estas acciones demuestran un enfoque dual: fortalecer la defensa nacional y aumentar la presencia rusa en el mercado global de armas.
especificaciones clave del caza ruso sukhoi su-35s
- Velocidad máxima: Mach 2.35 (2,500 km/h aproximadamente).
- Altura operativa: 19,000 metros.
- Armamento: cañón GSh-30-1 de 30 mm con 150 rondas y hasta 12 puntos de anclaje para misiles y bombas.
- Radar Irbis-E: detección de hasta 30 objetivos a 400 km (oficial), 350 km (otras fuentes).
- Motores: AL-41F1S con empuje vectorial para maniobras avanzadas.
El Su-35S combina velocidad, altura operativa y potencia de fuego, permitiéndole ejecutar misiones de superioridad aérea y ataque terrestre. Esta capacidad lo convierte en una herramienta útil en conflictos convencionales y asimétricos, aunque ha enfrentado desafíos ante sistemas de defensa modernos en Ucrania.
Desempeño del Su-35S genera dudas en escenarios reales
Aunque el Su-35S posee capacidades técnicas destacadas, informes occidentales han registrado su vulnerabilidad ante sistemas como el Patriot y el S-300. Medios como The Guardian y Forbes han documentado pérdidas de estas aeronaves en Ucrania, lo que ha generado cuestionamientos sobre su rendimiento en combate real.
Pese a ello, Yuri Slyusar, director general de la UAC, ha subrayado que el Su-35S es esencial para “conquistar la supremacía en el aire”. Según declaraciones recogidas por RT, estos cazas operan con sistemas de reconocimiento y puntería que permiten atacar a gran distancia sin comprometer su seguridad.
Esta posición oficial busca neutralizar críticas sobre la actuación de la aviación rusa en Ucrania, donde no ha logrado mantener un control aéreo sostenido. La entrega del nuevo lote en 2025 también pretende reafirmar el compromiso estratégico con la superioridad aérea.

Adicionalmente, se han hecho esfuerzos para mejorar la infraestructura de producción. En agosto de 2024, la UAC inauguró nuevas instalaciones en Komsomolsk-on-Amur para pruebas electrónicas y de combustible, buscando escalar la producción y atender tanto la demanda nacional como la de clientes potenciales.
Mercado internacional y tensiones militares impulsan el despliegue
Argelia, Egipto e Irán han sido señalados como posibles compradores del Su-35, aunque solo China y Rusia lo operan actualmente en cantidades relevantes. Irán confirmó su intención de integrar estos cazas a su fuerza aérea en 2025, en reemplazo de sus obsoletos F-14 y MiG-29.
En septiembre de 2024, una acción en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Alaska reflejó el uso agresivo del Su-35. Un piloto ruso realizó una maniobra “headbutting” contra un F-16 estadounidense, según el Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (NORAD). Este hecho evidenció tanto la capacidad acrobática de la aeronave como el nivel de confrontación con potencias occidentales.
La elección del Su-35S como puente entre generaciones también responde a factores económicos. Su costo, estimado entre 40 y 50 millones de dólares, es inferior al de modelos como el F-35 estadounidense, lo que lo hace atractivo para países con presupuestos más limitados.
No obstante, el uso de tecnologías basadas en diseños soviéticos modernizados plantea dudas sobre su capacidad para competir con sistemas de nueva generación. En el campo de batalla, su eficacia dependerá no solo de sus características técnicas, sino del entrenamiento y estrategia de las tripulaciones rusas.
Entrega del Su-35S reafirma la estrategia aérea de Moscú

La incorporación del primer lote de Su-35S en 2025 refuerza el objetivo del Kremlin de sostener su capacidad militar, pese a las restricciones económicas y operativas. Este movimiento busca fortalecer a las VKS en el contexto de una guerra prolongada en Ucrania.
Además de ampliar su inventario, el gobierno ruso pretende mostrar la resistencia de su industria aeroespacial ante las presiones externas. Esta acción forma parte de una estrategia de largo plazo orientada a conservar su influencia en el ámbito militar global.
Mientras el Su-57 se posiciona como la apuesta a futuro, el Su-35S cumple un rol inmediato en el campo de batalla. Su diseño, aunque basado en plataformas anteriores, se mantiene vigente por su versatilidad y su capacidad de adaptación a distintos escenarios operativos.
La entrega de este lote no solo responde a necesidades tácticas, sino que también envía un mensaje sobre las prioridades estratégicas de Rusia. En un contexto internacional cada vez más tenso, el Su-35S se consolida como un componente fundamental de la doctrina aérea del país.