El ejército ruso ha perdido 1.415 sistemas de artillería en un mes, según Ucrania. Estas cifras no han sido verificadas de manera independiente.
Reducción significativa de la artillería rusa en tres meses de conflicto
De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Ucrania, durante el último mes se han perdido 1.415 sistemas de artillería rusos, tanto remolcados como autopropulsados. Esta cifra no ha sido confirmada de forma independiente, pero si es precisa, representaría una de las mayores reducciones de artillería rusa desde el inicio del conflicto en 2022. En comparación, la última pérdida significativa reportada fue en mayo con 1.160 unidades. El total acumulado de 4.032 sistemas perdidos en los últimos tres meses constituiría aproximadamente una cuarta parte de las pérdidas totales de artillería declaradas por Ucrania, que ascienden a 16.056 desde febrero de 2022. Nuevamente, es importante destacar que estas cifras no han sido verificadas de manera independiente.
La artillería desempeña un papel crucial en el conflicto, proporcionando potencia de fuego de largo alcance para apoyar operaciones terrestres. Esto incluye el ataque a posiciones enemigas, fortificaciones y líneas de suministro, debilitando así las capacidades del adversario. Los sistemas de artillería son fundamentales para configurar el campo de batalla mediante fuego sostenido y concentrado, afectando la moral y eficacia del enemigo.
En el contexto de esta guerra, la artillería también se utiliza para negar acceso a áreas estratégicas, saturándolas con fuego y controlando los movimientos del enemigo. La versatilidad de estos sistemas, que incluye obuses, lanzacohetes y cañones autopropulsados, permite una amplia gama de aplicaciones tácticas. Pueden ser desplegados y reposicionados rápidamente, lo que los hace esenciales tanto en ofensivas como en defensas.
El papel crucial de la artillería en las tácticas de campo de batalla
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La capacidad de la artillería para ofrecer fuego de gran volumen a largas distancias la convierte en un elemento esencial en el campo de batalla. Permite a unidades más pequeñas enfrentarse a formaciones enemigas más grandes, proporcionando un apoyo crucial a las unidades de infantería y blindados, lo que mejora su eficacia operativa y capacidad de supervivencia. El uso estratégico de la artillería incluye el fuego de contrabatería, neutralizando posiciones de artillería enemigas y reduciendo su potencia de fuego. Esto protege a las fuerzas propias de los bombardeos sostenidos y contribuye al control general del campo de batalla.
Según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso, se han destruido 12.535 sistemas de artillería y morteros ucranianos. No obstante, Newsweek no ha podido verificar estas cifras de manera independiente. Informes de Kiev indican que Rusia está perdiendo decenas de sistemas de artillería diariamente, experimentando también un alto índice de bajas. A pesar de estas pérdidas, las fuerzas rusas continúan realizando avances lentos, pero constantes en las líneas del frente oriental, permaneciendo activas cerca de la frontera noreste de Ucrania.
Ucrania ha señalado que los combates más intensos se están llevando a cabo al oeste de Avdiivka, en Donetsk, una ciudad tomada por Rusia en febrero. A medida que las fuerzas rusas avanzan, están atacando asentamientos defensivos clave en la región de Donetsk, utilizando en gran medida sistemas de artillería para sus operaciones.
Sistemas de artillería utilizados por Rusia en el conflicto ucraniano
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Durante la guerra en Ucrania, el ejército ruso ha desplegado una variedad de sistemas de artillería. Entre los más utilizados se encuentran el 2S19 Msta-S, un obús autopropulsado conocido por su movilidad y potencia de fuego, y el BM-21 Grad, un sistema de lanzacohetes múltiple. Además, se han utilizado ampliamente el obús remolcado 2A65 Msta-B y el 9A52-4 Tornado, un lanzacohetes múltiple más moderno. El 2S7 Pion, un cañón autopropulsado de 203 mm, ha sido empleado para bombardeos de largo alcance, y el 2S3 Akatsiya, un obús autopropulsado de 152 mm, junto con el BM-27 Uragan, también han sido desplegados en numerosas ocasiones.
Estos sistemas proporcionan una combinación de alcance, potencia de fuego y versatilidad, lo que los convierte en activos valiosos en el campo de batalla. La capacidad de movilizar y reposicionar rápidamente estas armas permite a las fuerzas rusas adaptarse a las condiciones cambiantes del conflicto. La presencia de estos sistemas en el arsenal ruso destaca la importancia que otorga Rusia a la artillería en sus operaciones militares.
Antes del conflicto, Rusia contaba con un extenso inventario de sistemas de artillería. Se estima que el ejército ruso disponía de aproximadamente 4.500 piezas de artillería autopropulsadas y 4.000 sistemas de artillería remolcados, además de 3.800 sistemas de lanzacohetes múltiples. Este considerable arsenal subraya el papel crucial de la artillería en la doctrina militar rusa y su capacidad para sostener operaciones prolongadas.
Escalada del conflicto y el papel de la artillería en el este de Ucrania
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El 21 de febrero de 2022, Rusia alegó que su instalación fronteriza había sido atacada por fuerzas ucranianas, resultando en la muerte de cinco combatientes ucranianos. Ucrania negó rápidamente estas acusaciones, describiéndolas como “falsas banderas”. En ese mismo día, Rusia anunció el reconocimiento oficial de las regiones autoproclamadas de la RPD y la RPL, lo cual, según el presidente ruso Putin, incluía todas las regiones de Ucrania. Tras este reconocimiento, Putin ordenó el despliegue de un batallón de fuerzas militares rusas, incluyendo tanques, a estas áreas.
El 24 de febrero de 2022, se produjo un ataque militar significativo por parte de Rusia contra Ucrania. Este asalto, liderado por las Fuerzas Armadas rusas, fue una acción premeditada y no un acto espontáneo. Aunque las circunstancias son similares a las de una guerra, el gobierno ruso evita usar este término, prefiriendo llamarlo “operación militar especial”. Este enfoque retórico tiene implicaciones políticas y legales tanto a nivel nacional como internacional.
La artillería ha sido una herramienta fundamental en las operaciones rusas desde el inicio del conflicto. La capacidad de estos sistemas para proporcionar fuego de apoyo a larga distancia ha sido clave en las tácticas militares rusas, permitiendo a sus fuerzas mantener una presión constante sobre las defensas ucranianas. A medida que el conflicto continúa, el uso de artillería sigue siendo un componente central en la estrategia militar de Rusia, con impactos significativos en la dinámica del conflicto.