Entre julio y octubre de 2023, Rusia intensifica la fabricación de drones kamikaze Shahed-136 de origen iraní.
Producción de Drones Kamikaze en Rusia: Análisis Actualizado
Según informes recientes, la producción de los drones kamikaze Shahed-136 en Rusia, relacionada con el proyecto Alabuga, ha generado un mínimo de 420 unidades en un período de cuatro meses. La tasa promedio de fabricación se estima en 3,5 drones diarios, o cerca de 100 mensuales.
Esta cadencia de fabricación señala una posible carencia de inversión significativa en el esquema de producción de estos UAV del proyecto Alabuga. Sin embargo, se percibe un progreso notable en la creación local de piezas específicas para estos drones.
Un análisis del portal Long War Journal revela estos datos mediante la evaluación de los números de serie en las aletas de cola de los drones Shahed-136, accesibles en fuentes abiertas. Los identificadores que comienzan con “Ы” corresponden a los drones de manufactura rusa, como se vio con los números “Ы002”, “Ы089” y “Ы421”, observados en distintos momentos de ataques.
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Identificación de Drones Shahed-136 y Metas de Producción
Las secuencias numéricas de los drones implican una producción efectiva de al menos 420 drones Shahed-136 en el marco del proyecto Alabuga entre julio y octubre de 2023. Previamente, hasta mayo de 2023, los números de serie comenzaban con “M”, como en los drones marcados con M205, M214, M293 y M1063.
El plan del proyecto Alabuga contempla la creación de 1,332 drones kamikaze Shahed-136 para febrero de 2024. Actualmente, el ritmo de producción no coincide con esta meta proyectada.
No obstante, Rusia muestra avances significativos en la manufactura acelerada de componentes de UAV, mejorando la producción de elementos cruciales como fuselajes, sistemas de navegación y ojivas de tungsteno.
Desarrollo Clandestino del Proyecto Alabuga en Rusia
En las entrañas de Rusia, un equipo de ingenieros proyecta meticulosamente el proyecto Alabuga, con el objetivo de establecer una producción ininterrumpida de drones autodetonantes, potenciando las capacidades ofensivas aéreas de las fuerzas de Putin.
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La seguridad del programa está a cargo de un exoficial del Servicio Federal de Seguridad, y se ha restringido la movilidad de los empleados confiscando pasaportes para preservar la confidencialidad del proyecto. Además, se emplea un lenguaje codificado para referirse a los drones y componentes en comunicaciones oficiales.
El proyecto, que cuenta con apoyo técnico discreto de Irán, se lleva a cabo en Tatarstán. La meta es fabricar 6,000 drones para el verano de 2025, con el fin de paliar la escasez de UAV en el ejército ruso.
Colaboración Confidencial Ruso-Iraní para la Producción de Drones
Occidente ha confirmado la colaboración de Rusia con Teherán y la existencia de la fábrica de drones. Documentos internos filtrados detallan los esfuerzos conjuntos de Rusia e Irán para escalar el programa de drones kamikaze, con la participación de expertos iraníes en suelo ruso.
Irán, que históricamente ha desarrollado un programa avanzado de drones, aporta conocimiento y experiencia, lo que se refleja en la creciente sofisticación de los drones Shahed-136 rusos. La cooperación se mantiene discreta debido a las sanciones internacionales y la presión diplomática.
Las sanciones podrían intensificarse si se confirma que los drones se utilizan en operativos militares, lo que podría afectar aún más la ya tensa relación entre Moscú y la comunidad internacional.