El Ministerio de Defensa de Rusia ha revelado las primeras imágenes de su prototipo de obús sin tripulación, denominado Klever, en las que se observan las pruebas de disparo del sistema. Estas imágenes, difundidas a través de TV Zvezda, ponen de manifiesto los esfuerzos recientes del ejército ruso por modernizar sus capacidades de artillería mediante la implementación de tecnologías de automatización y robótica.
El Klever es un obús de 122 mm montado sobre una plataforma robótica con orugas, diseñado para ser operado de manera remota con el objetivo de minimizar los riesgos para los soldados que lo manejan. Este sistema de artillería innovador está equipado con un mecanismo de carga automatizado que permite manipular hasta cuatro proyectiles, lo que teóricamente le da la capacidad de moverse desde una posición oculta, disparar sus proyectiles y retirarse a una zona segura sin intervención humana directa.
A pesar de la presentación de estas imágenes detalladas del prototipo, han surgido dudas en torno a las capacidades reales del sistema. Algunos expertos han señalado que el Klever no cuenta con la capacidad de apuntar el obús de manera remota, lo cual representa una limitación significativa. Esto implica que, una vez que la plataforma se desplaza a una posición de disparo, los operadores deben apuntar manualmente el obús, realizar ajustes después de cada disparo y efectuar las correcciones necesarias. Este hecho contradice las afirmaciones iniciales de que el sistema podría operar sin intervención humana directa.
En términos generales, el Klever no es un sistema de artillería completamente autónomo y sin tripulación como se había promocionado. En esencia, se trata de una plataforma robótica equipada con un obús D-30 de fabricación soviética, lo que limita su capacidad de operar sin asistencia humana.
El desarrollo y despliegue de sistemas como el Klever se produce en un contexto en el que la guerra moderna está cada vez más enfocada en minimizar la exposición de los soldados a los peligros del campo de batalla, especialmente en escenarios de contrabatería donde la capacidad de respuesta rápida es crucial para evitar bajas.