En una medida destinada a contrarrestar las devastadoras pérdidas de blindados, Rusia ha implementado actualizaciones específicas en su flota de tanques T-80VM.
La indagación realizada a través del análisis de fuentes abiertas sobre los estragos bélicos ha revelado, tras meses de observación, que el arsenal blindado de Rusia ha sufrido mermas significativas en la actual guerra con Ucrania. Esta situación representa un punto de inflexión estratégico y táctico de gran envergadura, captando la atención de estrategas y visionarios militares a nivel global.
Desde las fases iniciales del conflicto, las fuerzas ucranianas lograron capturar el interés internacional, desafiando las expectativas con su habilidad para emplear equipos de combatientes desplegados de forma dispersa en operaciones de emboscada, asalto y defensa contra los avances blindados rusos.
Adoptando métodos de combate avanzado, Ucrania ha logrado neutralizar unidades acorazadas rusas explotando sus puntos débiles mediante el uso de armamento antitanque, especialmente en áreas críticas como puentes, cruces y corredores angostos, propicios para el empleo de misiles Javelin y NLAW desde posiciones camufladas y fortificadas.
Estas maniobras, que aprovechan ventajosamente el terreno y las estructuras urbanas para ocultar y maximizar el efecto de sus ataques, fueron detalladamente descritas por el principal analista militar en tácticas terrestres de la publicación Warrior y veterano de la Operación Libertad Iraquí, el teniente coronel retirado Scott Rutter.
Con experiencia en las modernas tácticas de guerra de Maniobras de Armas Combinadas, Rutter señaló que la Guardia Republicana de Irak intentó implementar estrategias similares durante el asalto de la 3ª División de Infantería al aeropuerto de Bagdad en las etapas iniciales de la invasión de la OIF.
Impacto devastador: La merma del arsenal blindado ruso
Desde el inicio del conflicto, un número considerable de blindados rusos ha sido neutralizado, con informes de fuentes abiertas como Oryx evidenciando la destrucción de miles de tanques. Estas observaciones sugieren que, posiblemente, más de la mitad del arsenal de tanques de Rusia ha caído ante la resistencia ucraniana.
Las estadísticas recientes de Oryx indican que 2.742 tanques rusos han sufrido daños o han sido destruidos, de los cuales 1.789 han quedado fuera de combate permanentemente.
Según GlobalFirepower.com, el inventario ruso supera los 12.000 tanques, aunque la cifra de unidades operativas y listas para el combate es significativamente menor, dada la obsolescencia de muchos vehículos de la era de la Guerra Fría.
Así, las estimaciones de Oryx, que apuntan a la destrucción de hasta la mitad de los tanques rusos, podrían no ser descabelladas.
En una medida posiblemente destinada a contrarrestar este declive, Rusia ha implementado actualizaciones específicas en su flota de tanques T-80VM, incorporando blindaje reactivo avanzado y un módulo de protección adicional para la torreta, tal como detalla un reporte de la agencia TASS.
Modernización del Arsenal: Avances y retos tácticos del T-80BVM
El T-80BVM, evolución del tanque T-80BV, representa un salto cualitativo en términos de capacidades ofensivas y defensivas. Este modernizado carro de combate incorpora un cañón de 125 mm de última generación y un propulsor de turbina de gas de 1.250 CV.
Entre sus avances tecnológicos se destaca la integración de una mira multicanal para el artillero, sistemas avanzados de visión para el conductor y un estabilizador para el armamento. El diseño se complementa con un blindaje de lamas y un sistema de protección activa modular.
Estos avances tecnológicos presentan interrogantes fundamentales sobre la eficacia de las medidas defensivas. Una de las inquietudes más relevantes se centra en la capacidad de estas mejoras para salvaguardar los tanques de ataques aéreos, especialmente considerando el éxito de las fuerzas ucranianas en la destrucción de tanques rusos mediante golpes desde posiciones elevadas, aprovechando las vulnerabilidades en las partes menos protegidas de estos blindados.
Así, surge la cuestión crítica de hasta qué grado estas modernizaciones mitigarían la susceptibilidad a ataques desde elevaciones, como edificios o terrenos altos. Otro aspecto crucial a considerar es la efectividad de sus sistemas de protección activa, evaluando su capacidad para identificar, rastrear y neutralizar misiles antitanque enemigos.
La protección activa adquiere una relevancia especial si ofrece cobertura hemisférica, es decir, si garantiza defensa contra ofensivas provenientes de cualquier dirección, incluidos los ataques verticales.