WASHINGTON: Rusia ha anunciado hoy que suspende su misión de enlace militar con la OTAN en represalia por la expulsión por parte de la alianza de ocho diplomáticos rusos que, según afirma, eran realmente espías.
Al anunciar la medida, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso alegó que la “política de la OTAN hacia Rusia es cada vez más agresiva” y calificó la expulsión de sus oficiales, así como la reducción de la misión de enlace, de “gestos inamistosos”.
Independientemente de que la OTAN esté siendo más agresiva con un Moscú cada vez más descarado, no cabe duda de que las últimas semanas han sido tensas entre la alianza liderada por Estados Unidos y Rusia. La acusación de la OTAN de que ocho miembros de la misión rusa eran oficiales de inteligencia rusos no declarados, el 6 de octubre, se produjo justo un día después de que el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijera que había hablado con el presidente Joe Biden sobre la posibilidad de que la OTAN “diera un paso adelante” para ayudar a las naciones más pequeñas que quisieran unirse, independientemente de las objeciones de Rusia.
“La idea de que es una provocación para Rusia que los vecinos pequeños se unan a la OTAN es absolutamente errónea”, dijo entonces. “Esa es la provocación: que alguien diga eso”.
Uno de esos países aspirantes, Georgia, ha recibido hoy en Tiflis al Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, mientras observaba los ejercicios militares de las fuerzas georgianas entrenadas por los Boinas Verdes. Sin mencionar a Rusia, Austin dijo que esos ejercicios “ayudarán a crear las capacidades que su país necesita para ayudar a reforzar sus defensas.”
También hoy, la OTAN lanzó lo que llamó su “ejercicio anual de disuasión” en el sur de Europa apodado “Steadfast Noon”, en el que participan aviones y personal de 14 naciones de la OTAN. (En su anuncio, la alianza dijo que el ejercicio es “una actividad de entrenamiento rutinaria y recurrente y no está vinculada a ningún acontecimiento mundial actual”).
Pero fue otro ejercicio militar el que puso nerviosos a los observadores aliados a principios de este otoño: los ejercicios cuatrienales Zapad, en los que decenas de miles de tropas rusas realizaron maniobras y volaron un montón de cosas en Bielorrusia. Lo que realmente preocupaba no era el ejercicio en sí, sino lo que hacían las tropas rusas y el equipo pesado que permanecía en la nación amiga de Moscú después de que el ejercicio concluyera.
No parece que las tensiones vayan a remitir pronto, ya que la destitución mutua de funcionarios solo podría dificultar una comunicación clara entre Rusia y la alianza.
Después de todo, la función de la misión de enlace militar rusa, que pronto desaparecerá, según la OTAN, es “mantener abiertos los canales de comunicación militar” y “apoyar el diálogo entre la OTAN y Rusia”.