El ejército ruso está volando dos prototipos de drones sigilosos S-70 “cazadores” que se espera que estén operativos en 2024, un avance significativo y potencialmente preocupante para el Pentágono.
S-70: Explicado
El Okhotnik no solo es sigiloso, sino que se informa que también es un dron de ataque armado, según numerosos informes, incluido uno de 2018 en Russia Beyond que cita a expertos rusos que discuten el dron.
“El arsenal del Okhotnik incluye misiles aire-superficie y una serie de bombas (de planeo y controladas por el operador) que no estarán suspendidas de las alas, sino ocultas dentro del cuerpo para reducir la visibilidad en el radar enemigo”, dijo a Russia Beyond el profesor Vadim Kozyulin de la Academia Rusa de Ciencias Militares.
Como se comenta en el ensayo de Russia Beyond, el Okhotnik parece presentar amenazas significativas, ya que, según se informa, funciona con una bahía de armas interna, revestimientos furtivos y una configuración furtiva horizontal de cuerpo y alas combinadas similar a la del B-2.
La posibilidad de guardar las armas en el interior de la aeronave, sin colgarlas debajo en pilones, significa que el dron puede atacar mientras opera en modo sigiloso. También puede haber algunos pequeños “puntos duros” en el dron para permitir un tipo de ataque más pesado en modo bestia. La ausencia de estructuras salientes, formas y ángulos agudos debajo de las armas significa que los radares de defensa aérea basados en tierra tendrán mucho menos en lo que “rebotar” su señal o “ping” para generar una representación a los sensores de tierra.
Las preguntas clave
Las verdaderas preguntas sobre el avión no tripulado también pueden referirse al nivel de sofisticación tecnológica en lo que respecta a sus características adicionales de sigilo, es decir, ¿qué tipo de gestión térmica o reducción del calor tiene el avión no tripulado?
¿Cuál es la eficacia de los revestimientos furtivos? Y lo que es más importante, ¿existe un motor enterrado internamente que garantice que la temperatura del aire que rodea al dron sea aproximadamente equivalente a la del propio dron para “cegar” a los sensores térmicos? ¿Cómo se gestiona el escape?
Una cuestión igualmente apremiante que plantea el ensayo Russia Beyond es el desarrollo de capacidades de inteligencia artificial para el dron, algo que, por supuesto, aumentaría exponencialmente su capacidad para procesar datos de sensores, información sobre objetivos y la capacidad de conectarse en red con otros sistemas tripulados y no tripulados.
Rusia copia la tecnología militar de EE. UU.
La agencia de noticias rusa TASS ya ha publicado varios artículos sobre cómo sus fuerzas armadas están “copiando” la exitosa interconexión de la Fuerza Aérea estadounidense con el F-35, el F-22 y el avión no tripulado Valkyrie, con un equipo tripulado-no tripulado entre el Okhotnik y el Su-57 ruso de quinta generación. Esto plantea interrogantes clave sobre hasta qué punto Rusia puede lograr replicar con éxito el concepto de “wingman leal” de las Fuerzas Aéreas estadounidenses y operar un caza tripulado en estrecha coordinación con un dron no tripulado y furtivo.
Esto reduce la latencia, agiliza las posibilidades de ataque y potencialmente pone en red los detalles de ataque a través de formaciones mucho más amplias y amenazadoras. La funcionalidad operativa del análisis integrado de datos de IA y el grado de “endurecimiento” de las redes de equipos tripulados-no tripulados son también cuestiones apremiantes en lo que respecta al alcance de la amenaza que supone el dron ruso.
Rusia no tiene la capacidad de fabricación en masa
Sin embargo, Rusia aún no ha fabricado muchos Su-57 y cabe preguntarse si tiene la capacidad industrial para construir un número significativo del nuevo avión no tripulado. Aunque, por supuesto, incluso un número reducido supondría una amenaza creíble, es posible que Rusia no tenga capacidad para “escalar” la existencia de este avión no tripulado de forma rápida.
Por último, aunque se sabe que el ejército estadounidense opera drones sigilosos como el Sentinel, no hay indicios de que EE. UU. opere un dron sigiloso “armado”, circunstancia que podría situar a EE. UU. en una posición de desventaja.