Tras 25 años de servicio, el JAS 39 Gripen se acerca a su retiro. Saab desarrolla un sucesor con tecnología furtiva y drones autónomos para enfrentar amenazas modernas.
Saab busca reemplazo para el Gripen con tecnología avanzada
El JAS 39 Gripen, en servicio desde 1997, ha sido la base de la Fuerza Aérea Sueca durante más de dos décadas. Con más de 270 unidades producidas y un costo operativo de 7,000 dólares por hora, este caza de cuarta generación ha destacado por su velocidad (Mach 2), alcance (1,700 millas) y maniobrabilidad.
Sin embargo, su diseño enfrenta obsolescencia ante nuevos sistemas de detección y cazas furtivos como el Su-57 ruso y el F-35 estadounidense. Saab ya trabaja en un sucesor que priorice el sigilo y la integración de drones autónomos para ampliar su capacidad táctica.
El nuevo caza tendrá una estructura optimizada para reducir su sección transversal radar (RCS), lo que le permitirá evadir detección. Este enfoque es clave para contrarrestar sistemas avanzados como el S-400 ruso, ampliamente desplegado en la región.

Datos clave sobre el futuro caza de Saab
- Incluirá drones “compañeros leales” que actuarán como señuelos o plataformas de ataque.
- Se espera que su RCS sea inferior a 0.1 m², similar a cazas furtivos de quinta generación.
- Su diseño buscará independencia operativa, evitando depender de fabricantes extranjeros.
- El presupuesto militar sueco para 2024 es de 11,000 millones de dólares, con una parte destinada al desarrollo del nuevo caza.
- Saab competirá con programas avanzados como el NGAD estadounidense y el Su-75 ruso.
La integración de drones como clave en la nueva estrategia
Los drones autónomos jugarán un papel central en el nuevo caza, operando en tándem con el piloto para optimizar respuestas en tiempo real. Saab busca desarrollar una plataforma que combine capacidades tripuladas y no tripuladas, un área donde también avanzan competidores globales.
Estos drones actuarán como escudos móviles, desviando misiles enemigos y ejecutando ataques independientes. Este concepto, inspirado en iniciativas de EE. UU. y Rusia, podría transformar las tácticas de combate aéreo suecas.
Además, la inteligencia artificial permitirá que los drones tomen decisiones en tiempo real, reduciendo la carga del piloto y mejorando la eficiencia operativa. Este enfoque refuerza la capacidad de Suecia para defenderse sin depender de aliados externos.
El contexto geopolítico impulsa la necesidad de un nuevo caza
La creciente actividad militar de Rusia en el Báltico ha acelerado los planes de Saab. Bombarderos estratégicos Tu-95 patrullan la región, lo que refuerza la necesidad de un caza propio capaz de responder a amenazas inmediatas.

Aunque Suecia ingresó a la OTAN en 2024, su estrategia sigue centrada en la autosuficiencia. Saab evita depender de exportaciones o alianzas volátiles, minimizando riesgos de espionaje y asegurando flexibilidad operativa.
Este enfoque tiene desafíos financieros, ya que el desarrollo de un caza sin economías de escala, como las del F-35 (600+ unidades vendidas), es más costoso. Sin embargo, Suecia prioriza la independencia tecnológica sobre las compras externas.
Saab enfrenta el reto de equilibrar innovación y viabilidad
El desarrollo de un nuevo caza requiere un equilibrio entre innovación y sostenibilidad económica. Saab debe competir con gigantes como EE. UU. y Rusia sin comprometer la viabilidad de su programa.
La integración de drones añade complejidad, pero también otorga una ventaja táctica significativa. Esta combinación permitirá a Suecia mejorar su capacidad de disuasión sin depender completamente de la OTAN.
El retiro del Gripen marca el fin de una era, pero Saab ve en ello una oportunidad. Con un caza furtivo y drones autónomos, Suecia fortalecerá su defensa aérea y podría posicionarse como líder en la próxima generación de combate aéreo.