BUENOS AIRES, ARGENTINA – Un supuesto acuerdo entre Dinamarca y Argentina con el beneplácito de EE. UU. y Gran Bretaña se está congelando poco a poco. El 14 de marzo, Argentina anunció su interés en adquirir el caza chino JF-17. La noticia fue divulgada por los medios estatales chinos, citando una declaración en la página oficial de la embajada argentina en China.
Según la publicación, el Embajador de Argentina, Sabino Vaca Narvaja, mantuvo una reunión con el ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana. La reunión tuvo lugar en Buenos Aires, y se discutió el fortalecimiento de las relaciones argentino-chinas en el ámbito de la defensa. BulgarianMilitary.com recuerda que Pekín sigue apoyando a Buenos Aires en “la justificada pretensión argentina de ejercer plena soberanía sobre las islas”.
Washington espera a Londres
La noticia del renovado interés de Argentina por el JF-17 llega cuando Buenos Aires anunció hace casi un mes que tenía gastos más urgentes que la compra de nuevos cazas. Argentina quiere comprar nuevos aviones de combate. La posible compra de cazas F-16 A/B MLU a Dinamarca no responde a este deseo, ya que son de segunda mano. BulgarianMilitary.com informó en los últimos meses de que Argentina no sólo se reunió con los fabricantes chinos del JF-17 en China, sino que mantuvo una reunión similar con funcionarios del gobierno danés y fabricantes de Lockheed Martin.
Una reunión entre políticos argentinos sobre el fortalecimiento de las relaciones bilaterales de defensa con China podría perjudicar seriamente el deseo estadounidense de vender los cazas daneses. Washington sigue esperando una decisión de Londres para negociar con Argentina, pero no la hay. Se dice que la presión sobre Londres no es grande, y los círculos políticos de Washington unidos en torno a la idea de que los “gauchos” vuelen en cazas estadounidenses piden a la administración de la Casa Blanca que aumente la presión sobre Londres.
¿Qué quiere Argentina?
Por otro lado, Buenos Aires intenta no caer en la trampa tendida por el Reino Unido. Si en algún momento Londres lo permite y Argentina consigue el F-16, podría dañar la posición política sobre el disputado estatus de las Islas Malvinas. Al mismo tiempo, Buenos Aires es consciente de que la adquisición del F-16 significa una seria dependencia del mantenimiento del estado técnico, la capacidad de servicio y de combate de su flota de F-16 en Washington y Londres. Algo que no gusta en Argentina.
Londres estaba en una posición ventajosa hasta hace un año. Entonces se supo que Gran Bretaña podría bloquear una posible venta de JF-17 a Argentina. La razón: Los JF-17 utilizan asientos eyectables de fabricación británica. Sin embargo, resultó que era a petición de uno de los clientes del caza chino: Pakistán. Sin embargo, China ha asegurado a Argentina que integrará asientos eyectables de producción local que se utilizan en otros cazas chinos. Londres perdió así su ventaja, al darse cuenta de que Pekín podía saltarse la prohibición británica.
Con cada día que pasa y el silencio de Londres, la posibilidad de que los F-16 sobrevuelen los cielos argentinos se evapora. Especialmente a la luz del deseo de China de construir una planta de JF-17 en Argentina. Si esto sucede, tal acuerdo será considerado un golpe a la imagen de EE. UU. en América Latina. China aumentará su influencia en la región, y Argentina no sólo obtendrá una nueva flota, sino también la oportunidad de vender cazas chinos en la región. Un lugar donde hay bastantes clientes que desearían adquirir el caza chino.
El MiG-35 era una opción
Anteriormente, cuando Buenos Aires estaba en la iniciativa inicial a los cazas chinos y estadounidenses, el MiG-35 ruso fue peinado como un posible proveedor. En ese momento, hace casi un año y medio, incluso el MiG ruso era considerado favorito. Pero la guerra en Ucrania no sólo no garantiza la producción y entrega a tiempo a Argentina, sino que amenaza a los gauchos con severas sanciones económicas en virtud de la ley estadounidense CAATSA.
Los expertos creen que si Buenos Aires adquiere el JF-17 chino, también habrá sanciones, pero serán mucho más moderadas y aceptables que en el caso de la compra del caza ruso.