El sistema Shtora-1 del T-90M usa emisores infrarrojos y aerosoles para desviar misiles como el TOW-2, pero su eficacia varía en escenarios de alta densidad ATGM.
Shtora-1: Tecnología de protección activa en el T-90M
El sistema de contramedidas Shtora-1, integrado en los tanques T-90M de Rusia, representa una solución de protección activa diseñada para contrarrestar misiles guiados antitanque (ATGM), incluidos aquellos con guía láser como el TOW-2. Este sistema, desarrollado por VNII Transmash en colaboración con Elers-Elektron en Moscú, entró en servicio a finales de los años 80 y se instaló por primera vez en el T-90 en 1993. Su propósito es interrumpir los sistemas de guiado de misiles mediante emisores infrarrojos y lanzadores de aerosoles, ofreciendo una defensa de tipo “soft kill” que evita la destrucción física del proyectil. La relevancia del Shtora-1 radica en su capacidad para proteger tanques en combates donde los ATGM, especialmente en entornos de alta densidad de amenazas, son una preocupación creciente.
El Shtora-1 opera detectando amenazas láser e infrarrojas mediante sensores especializados. Cuando un láser ilumina el tanque, el sistema activa automáticamente sus contramedidas. Los emisores infrarrojos, denominados TShU1-7, generan señales codificadas que interfieren con los sistemas de guiado semiautomático de línea de visión (SACLOS) de misiles como el TOW, HOT o MILAN. Estos emisores crean un punto caliente que confunde el sistema de rastreo del misil, desviándolo de su trayectoria. Además, el sistema despliega una pantalla de aerosol a través de doce lanzadores de granadas 3D17, que bloquea las bandas láser e infrarrojas, dificultando la adquisición del blanco por parte del misil.
En un incidente documentado en Siria en 2016, un T-90 equipado con Shtora-1 resistió un impacto de un TOW-2A. Según fuentes, el sistema detectó el láser, orientó la torreta hacia la amenaza y desplegó una pantalla de aerosol, lo que permitió al tanque mantener su capacidad de combate. Este caso destaca la utilidad del sistema contra ciertas versiones de misiles SACLOS, aunque su efectividad depende de la generación del misil y las condiciones del campo de batalla.
El Shtora-1 cuenta con cuatro componentes principales: dos emisores electroópticos/infrarrojos situados a ambos lados del cañón, un jammer infrarrojo, un modulador y un panel de control en el compartimento de combate. Los sensores láser, que operan en el rango de 0.65 a 1.6 micrones, detectan la dirección de la amenaza con una resolución de 3.75 grados en el arco frontal de 90 grados. Esto permite al sistema orientar la torreta hacia el origen del láser, presentando el blindaje frontal más resistente y facilitando una respuesta inmediata del tanque.
Datos clave sobre el Shtora-1 en el T-90M
- Cobertura: 360 grados horizontalmente, -5 a +25 grados en elevación.
- Tiempo de reacción: La pantalla de aerosol se forma en menos de 3 segundos y dura unos 20 segundos.
- Peso: El sistema completo, incluyendo lanzadores, pesa aproximadamente 400 kg.
- Alcance de la pantalla: Entre 50 y 70 metros desde el tanque.
- Duración operativa: Puede funcionar hasta 6 horas continuas en modo automático o semiautomático.
- Consumo energético: El jammer TShU1-7 consume 1 kW, con una vida útil de 1,000 horas.
Eficacia del Shtora-1 frente a misiles modernos y amenazas ATGM
El Shtora-1 ha demostrado ser efectivo contra misiles SACLOS más antiguos, como el TOW, HOT, MILAN, Dragon y Malyutka, así como contra algunas armas guiadas por láser, como el Copperhead y ciertas variantes del Maverick y Hellfire. Según el fabricante, la instalación de Shtora-1 reduce la probabilidad de impacto de estos misiles en un factor de 4 a 5 veces. Sin embargo, misiles más modernos, como el TOW-2, que incorpora balizas térmicas moduladas para rechazar interferencias, y los misiles con guía por imágenes infrarrojas, como el Javelin, son inmunes a las contramedidas del sistema. Esto ha causado pérdidas de T-90 equipados con Shtora-1 en conflictos como Siria y Ucrania, donde los Javelin y versiones avanzadas del TOW han prevalecido.
En escenarios de alta densidad de amenazas ATGM, como combates urbanos o enfrentamientos en terrenos abiertos con múltiples lanzadores, el Shtora-1 enfrenta limitaciones significativas. La saturación de misiles, especialmente si se lanzan desde ángulos diferentes o en rápida sucesión, puede superar la capacidad del sistema para responder. Además, el Shtora-1 no ofrece protección contra misiles de ataque superior, como el Javelin, que no dependen de láseres ni de guía SACLOS. En estos casos, la falta de un sistema de protección activa “hard kill”, como el Arena-M, deja al T-90M vulnerable.
El sistema también depende de la correcta alineación de la torreta para maximizar la efectividad de los emisores infrarrojos. Si un misil se lanza desde un ángulo fuera del campo de visión de los emisores o si el tanque no detecta la amenaza a tiempo, la interferencia puede fallar. En Siria, por ejemplo, registros de combate muestran que, de unos 30 T-90A desplegados, al menos cinco o seis fueron destruidos por TOW-2A entre 2016 y 2017, a pesar de contar con Shtora-1. Esto sugiere que, aunque el sistema puede mitigar algunas amenazas, no es una solución integral en entornos saturados de ATGM modernos.
Comparado con otros sistemas de protección activa, como el Trophy estadounidense o el GL5 chino, el Shtora-1 se distingue por su enfoque en la interferencia en lugar de la destrucción física de proyectiles. Mientras que el Trophy utiliza radares y lanzadores para neutralizar amenazas, el Shtora-1 busca prevenir la adquisición del blanco, lo que reduce el consumo de munición. Sin embargo, su dependencia de tecnologías de los años 80 lo hace menos versátil frente a los avances en misiles ATGM y drones, que requieren contramedidas más sofisticadas.
El Shtora-1 sigue siendo una herramienta valiosa para los T-90M en enfrentamientos contra misiles más antiguos o en escenarios donde las amenazas láser son predominantes. Su capacidad para detectar y responder automáticamente a láseres, junto con la rápida generación de pantallas de aerosol, proporciona una ventaja táctica en ciertos contextos. No obstante, su obsolescencia frente a misiles de nueva generación ha llevado a Rusia a retirar los jammers de muchos T-90 en servicio y a omitirlos en variantes más recientes, como el T-90M, en favor de sistemas más avanzados como el Arena-M.
En conclusión, el Shtora-1 ofrece una defensa efectiva contra misiles SACLOS y láser de generaciones anteriores, pero su utilidad disminuye en escenarios de alta densidad de amenazas ATGM modernos. La combinación de emisores infrarrojos y lanzadores de aerosoles sigue siendo relevante en ciertos contextos, pero la evolución de los sistemas de guiado de misiles exige soluciones más integrales para garantizar la supervivencia de los tanques en el campo de batalla actual.