El avanzado sistema 2S38 Derivatsiya, pese a las expectativas de despliegue en Ucrania, sigue sin implementarse oficialmente por parte del Ministerio de Defensa ruso.
Retrasos y promesas incumplidas complican el despliegue
El desarrollo del sistema de defensa aérea 2S38 Derivatsiya-PVO enfrenta un futuro incierto. A pesar de las presiones de la industria y de la corporación estatal Rostec, el Ministerio de Defensa ruso no ha logrado cumplir con los plazos de entrega. La publicación polaca Defence 24 reporta que Rostec ha solicitado acelerar los envíos, sin éxito hasta el momento.
Algunos expertos atribuyen esta situación a dificultades técnicas no confirmadas. A inicios de 2024, representantes de la industria militar rusa prometieron agilizar la entrega del sistema tras completar las pruebas estatales. En el verano, Moscú reafirmó su intención de desplegar el 2S38 en Ucrania como respuesta a las crecientes amenazas aéreas. Sin embargo, este despliegue sigue sin materializarse, y no ha habido explicaciones oficiales al respecto.
Factores que podrían estar retrasando el despliegue
- Problemas técnicos relacionados con el sistema y su munición.
- Posibles ajustes inspirados en el vehículo de combate sueco CV9040C capturado en la guerra.
- Limitaciones del 2S38 al carecer de misiles de corto alcance, esenciales para neutralizar amenazas rápidas.
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Algunas fuentes rusas sugieren que el perfeccionamiento del sistema se basa en el análisis de un CV9040C, un vehículo sueco de la familia CV90 fabricado por BAE Systems. Este modelo está diseñado para apoyar a unidades de infantería y posee un cañón automático de 40 mm, blindaje resistente al fuego de armas pequeñas y una capacidad de combate destacada.
Comparación con sistemas soviéticos anteriores
El 2S38 Derivatsiya está destinado a reemplazar viejos sistemas de defensa aérea como el Shilka y el Tunguska. Sin embargo, la ausencia de misiles tierra-aire de corto alcance genera dudas sobre su capacidad para asumir plenamente ese rol. Esta característica, esencial en sistemas anteriores, es crucial para contrarrestar amenazas de alta velocidad.
Pese a ello, el cañón automático de 57 mm del 2S38 le otorga ventajas significativas. Este armamento es capaz de destruir tanto amenazas aéreas como vehículos blindados y posiciones fortificadas, lo que le proporciona una versatilidad superior en operaciones de combate modernas.
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Características avanzadas del sistema 2S38 Derivatsiya
Montado en el chasis BMP-3, el 2S38 está diseñado para operar en diversos entornos, incluidos terrenos acuáticos. Su cañón de 57 mm puede disparar hasta 120 proyectiles por minuto y cuenta con una precisión letal, capaz de alcanzar objetivos a distancias de hasta seis kilómetros. Este armamento también es eficaz contra drones, helicópteros y misiles de crucero.
A diferencia de los sistemas tradicionales que dependen de radares y misiles guiados, el Derivatsiya utiliza un sistema de orientación electroóptica. Este incluye una cámara termográfica, un telémetro láser y un sistema de seguimiento automático, permitiéndole operar sin emitir señales electromagnéticas que lo harían vulnerable a ataques enemigos.
Impacto potencial en el campo de batalla moderno
El enfoque de defensa aérea del 2S38 representa un cambio en la estrategia militar rusa. Este sistema puede operar de manera autónoma o integrarse en redes de defensa aérea más amplias. En entornos donde las comunicaciones electrónicas están bloqueadas, su capacidad independiente lo convierte en un activo valioso.
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Además de sus funciones antiaéreas, el sistema es capaz de atacar objetivos terrestres. Su potencia de fuego le permite atravesar vehículos ligeramente blindados y posiciones fortificadas, lo que lo hace efectivo en escenarios de combate urbano. La capacidad de neutralizar drones y municiones guiadas de precisión podría ser crucial para contrarrestar tecnologías de largo alcance proporcionadas por países occidentales.
Aunque aún está por verse si el 2S38 se convertirá en un referente en la defensa aérea moderna, es innegable que su desarrollo refleja la evolución de la doctrina militar rusa hacia soluciones basadas en armas de gran calibre, adaptadas a un campo de batalla dominado por drones, misiles y guerra electrónica.