Recientemente, la Fuerza Aérea de Rusia ha incrementado su arsenal con un nuevo envío de aviones de combate Su-35 “Flanker”, un activo crucial ante las significativas bajas de aeronaves experimentadas desde el inicio de la invasión a Ucrania en 2022. Este refuerzo llega en un momento en que las pérdidas aéreas han puesto a prueba la capacidad de respuesta rusa en la guerra.
La adquisición de estos cazas, según informes de Oryx, es una respuesta directa a la pérdida de numerosas aeronaves avanzadas, incluidos modelos Su-34 y Su-35. Originario del Su-27, el Su-35 fue diseñado para competir con los cazas de cuarta generación occidentales como el F-15 Eagle y el F-14 Tomcat. Sin embargo, su producción ha enfrentado paradas y arranques debido a las restricciones económicas postsoviéticas.
Dotado de un sistema de radar de vanguardia y un arsenal robusto, el Su-35 ha encontrado dificultades en los enfrentamientos contra Ucrania, la cual dispone de armamento occidental avanzado. Las recientes pérdidas indican un patrón preocupante para el poder aéreo ruso, aunque las últimas entregas sugieren un esfuerzo continuo por mantener y posiblemente ampliar sus capacidades de combate aéreo en medio de los conflictos actuales.
En el último mes, Rusia acogió la primera entrega del año 2024 de cazas Su-35 de la United Aircraft Corporation. Este lote llega en un momento crítico para la Fuerza Aérea Rusa, que ha visto cómo sus capacidades aéreas se han visto mermadas desde 2022.
Según datos de la plataforma de inteligencia abierta Oryx, Moscú ha registrado pérdidas de al menos dos docenas de Su-34 y una media docena de Su-35 en acciones bélicas. Excluyendo el Su-57 Flanker de “quinta generación”, estas dos aeronaves constituyen los ejemplares más sofisticados del inventario bélico ruso.
Por su parte, Ucrania, apoyada por una diversidad de armas suministradas por Estados Unidos y aliados de la OTAN, ha demostrado ser eficaz en neutralizar estas plataformas aéreas avanzadas.
El Su-35: Pilar de la superioridad aérea de la Fuerza Aérea Rusa
La plataforma de combate Su-35, denominada “Flanker” por la OTAN, constituye un elemento esencial en las operaciones de la Fuerza Aérea Rusa. Este caza bimotor y supermaniobrable, destacado por su superioridad aérea, ha evolucionado considerablemente desde su predecesor, el Su-27.
Originado durante la era de la Guerra Fría, el Su-27 fue diseñado para ofrecer a la Fuerza Aérea Soviética una capacidad maniobrable superior, capaz de enfrentarse a los cazas de cuarta generación de Estados Unidos. Entre sus contemporáneos, el McDonnell Douglas F-15 Eagle y el Northrop Grumman F-14 Tomcat, se destacaron como significativas amenazas para el envejecido parque aeronáutico soviético.
En respuesta, el Su-35 emergió como una evolución del Su-27, con mejoras significativas en aviónica y capacidad de combate, realizando su vuelo inaugural en la década de 1980. Este desarrollo no solo reforzó las capacidades aéreas soviéticas en ese tiempo, sino que también estableció una base sólida para las generaciones futuras de cazas rusos, manteniendo su relevancia en el arsenal aéreo ruso hasta hoy.
El Su-35 Flanker: Detalles de un resurgimiento postsoviético
Después del colapso de la URSS, la producción del Su-35 se vio interrumpida por severas restricciones presupuestarias, culminando en la construcción de solo una docena de estos aviones.
Con el resurgimiento de la producción años después, Rusia presentó una versión mejorada conocida como Su-35M. Esta variante avanzada está equipada con el radar de barrido electrónico pasivo N035 Irbis-E, que tiene la capacidad de detectar objetivos aéreos a más de 250 millas de distancia.
Adicionalmente, el Su-35M incorpora el sistema de orientación optoelectrónica OLS-25 integrado en el fuselaje, ampliando significativamente sus capacidades de detección y seguimiento. En cuanto a armamento, el Flanker está excepcionalmente armado, capaz de portar misiles aire-aire con un alcance de hasta 190 millas, así como el misil de crucero antibuque Oniks y una variedad de armas aire-tierra.
Conforme a Airforce Technology, el Su-35 también se beneficia de sofisticadas contramedidas que incluyen un sistema de advertencia de radar, un inhibidor y está armado con el potente cañón Gryazev-Shipunov GSh-30-1 de 30 mm.
El Su-35 en Ucrania: Expectativas versus Realidad
A pesar de las impresionantes especificaciones y capacidades técnicas del Su-35 Flanker, su rendimiento en la guerra en Ucrania ha sido menos efectivo de lo esperado. Según un informe de Forbes en febrero, Rusia había perdido seis de sus 120 Su-35.
Además, desde febrero de 2022, la Fuerza Aérea Rusa ha visto caer en combate a 95 aviones, lo que equivale a una tasa de pérdida de cuatro aviones por mes. Sin embargo, este número aumentó drásticamente en febrero de 2024, cuando se reportaron pérdidas a un ritmo de 60 aviones por mes.
Si esta tendencia de pérdidas continúa, la operación militar en curso podría enfrentar serios reveses antes de lo anticipado. No obstante, la reciente entrega de un nuevo lote de Flankers a Moscú sugiere que el Kremlin está haciendo esfuerzos significativos por sostener su flota de cazas y mantener el ímpetu de su campaña militar, a pesar de los desafíos.