El SR-71 Blackbird, el avión más rápido de la historia, podía alcanzar velocidades de Mach 3,2 y volar a una altitud de 85.000 pies, un récord que aún no ha sido igualado. Ahora, el equipo Skunk Works de Lockheed Martin trabaja en su sucesor, el SR-72 “Darkstar”, con el ambicioso objetivo de llegar a Mach 6,0.
A pesar de no pertenecer a la quinta generación de aviones, el SR-71 Blackbird, presentado hace más de 50 años por Lockheed Martin, sigue siendo el avión más veloz jamás construido. Este avión de reconocimiento estratégico de gran altitud y largo alcance podía volar a una altura de 85.000 pies y superar tres veces la velocidad del sonido, alcanzando Mach 3,2, hazaña que se mantiene imbatida en la actualidad.
Aunque el SR-71 fue retirado en la década de 1990, su sucesor podría regresar a los cielos en la próxima década. La Fuerza Aérea de Estados Unidos, al retirar el SR-71 en 1998, perdió también sus capacidades únicas. Aunque las plataformas de quinta generación estadounidenses, como el F-22 Raptor y el F-35 Joint Strike Fighter, cuentan con tecnologías de sigilo avanzadas, ninguna puede igualar la velocidad del Blackbird.
En 2007, surgieron informes que sugerían que Lockheed Martin estaba trabajando en un sucesor del SR-71, un avión capaz de alcanzar velocidades de hasta Mach 6,0. En 2013, Aviation Week & Space Technology reveló que el equipo Skunk Works de Lockheed estaba desarrollando el SR-72.
El SR-71 debía su velocidad al motor turborreactor Pratt & Whitney J58, el primero en estar diseñado para operar durante largos periodos utilizando su postcombustión y en volar a velocidades de Mach 3,0 para la Fuerza Aérea. Este motor empleaba toberas de geometría variable que permitían que el aire evitara las primeras etapas del compresor y viajara directamente al postquemador, aumentando el empuje.
Para el SR-72, visto por primera vez en la película Top Gun: Maverick, Lockheed Martin inicialmente colaboró con Aerojet Rocketdyne para desarrollar un nuevo motor, basado en el ahora cancelado HTV-3X. A velocidades superiores a Mach 5,0, las temperaturas extremas podrían derretir estructuras metálicas convencionales, por lo que los ingenieros están investigando materiales alternativos como compuestos de cerámica, carbono y metal de alto rendimiento.
En cuanto al armamento del SR-72, no se ha revelado la carga útil que podría llevar, si es que se ha determinado alguna. A día de hoy, no existe una carga útil que pueda soportar velocidades tan extremas como Mach 6,0. Si el plan de Lockheed Martin para el SR-72 se materializa, este avión podría superar incluso las defensas aéreas más sofisticadas, lo que permitiría penetrar cualquier espacio aéreo y atacar prácticamente cualquier objetivo en un continente en una hora.
Con las crecientes tensiones entre Washington y Pekín, esta capacidad sin precedentes sería un activo crucial para la Fuerza Aérea de Estados Unidos.