Los avances tecnológicos que se están incorporando a los submarinos de ataque Block V clase Virginia pueden parecer difíciles de superar.
Sin embargo, la Marina estadounidense está llevando a cabo los primeros trabajos conceptuales y de experimentación sobre una serie de posibilidades para una nueva generación de submarinos de ataque prevista para la década de 2030.
Hay una serie de misiones críticas que se esperan de los futuros submarinos de ataque.
Llevar a cabo silenciosamente misiones clandestinas de reconocimiento cerca de las costas enemigas, lanzar pequeños grupos de Fuerzas de Operaciones Especiales y controlar drones submarinos para sondear y apuntar a los límites de un perímetro enemigo son algunas de las misiones que probablemente se esperarán del SSN(X) de la Marina de Estados Unidos.
SSN(X) – Submarinos más grandes
No hay muchos detalles disponibles sobre el aspecto que podría tener este submarino, pero varios desarrolladores de la industria sugieren que podría ser mucho más grande que los submarinos de la clase Virginia.
Hace varios años, un interesante informe del USNI citaba a expertos del sector que afirmaban que un casco de submarino más ancho podría tener ciertas ventajas acústicas o de silenciamiento, ya que permitiría “a los diseñadores de buques incorporar más tecnología de insonorización” y aumentar la velocidad de la embarcación.
El funcionario del sector citado en el informe del USNI sugirió que el nuevo SSN(X) podría acabar siendo tan grande como un submarino de la clase Columbia. Esto significa que el nuevo submarino podría viajar con un arsenal mucho más pesado de potencia de fuego que incluya misiles de crucero Tomahawk o torpedos.
Y lo que quizá sea más importante, podría transportar grupos más grandes de personal SOF y lanzar muchos más drones.
Los nuevos drones submarinos son cada vez más capaces de despegar bajo el mar desde tubos de misiles submarinos, asumiendo nuevas misiones para contrarrestar minas, encontrar buques de superficie y submarinos enemigos, o llevar a cabo misiones de reconocimiento en zonas de alta amenaza.
Además de llevar hasta 40 misiles Tomahawk para aumentar su potencia de fuego, los submarinos de la clase Virginia Block V son cada vez más capaces de llevar a cabo misiones submarinas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, gracias en gran medida a los avances en las tecnologías de silenciamiento submarino.
Es muy probable que el nuevo SSN(X) incorpore nuevas versiones de tecnologías de silenciamiento, tal vez basadas en las incorporadas en los submarinos de la clase Virginia.
Fuerzas especiales y drones avanzados
Muchos submarinos del Bloque III de la clase Virginia y posteriores operan con un puñado de innovaciones incorporadas inicialmente en un prototipo del Bloque III de la clase Virginia hace años.
Aunque muchos de los detalles no están disponibles por motivos de seguridad, en términos generales las innovaciones están relacionadas con nuevos materiales de revestimiento para reducir la firma acústica de la embarcación, tecnología de antena de última generación para una comunicación más segura y de mayor alcance, y tecnologías especiales de silenciamiento incorporadas al sistema de propulsión.
Los Virginia del bloque III también se construyen con un sistema de navegación “fly-by-wire” en el que la velocidad, la profundidad y la potencia pueden automatizarse en la medida necesaria mediante un sistema informático incorporado, eliminando la necesidad de un sistema de navegación hidráulico manual.
La capacidad de lanzar y recuperar drones y de lanzar misiones SOF son quizás los elementos más críticos de la planificación que ahora se está incorporando al SSN(X).
Con esto en mente, la Armada emprendió hace años un “análisis de alternativas” especiales SOF para ayudar a establecer los métodos más óptimos de despliegue de fuerzas de operaciones especiales desde submarinos. Pueden rescatar rehenes, realizar reconocimientos encubiertos o preparar emboscadas desde lugares no detectados.
A esto se añaden los drones submarinos cada vez más autónomos que cazan minas y submarinos. Uno de ellos, el Barracuda, es capaz de rastrear y destruir minas enemigas de forma semiautónoma, detonándolas si se confirma su presencia a través de comunicaciones submarinas inalámbricas.
Así pues, un submarino de ataque de mayor tamaño podría multiplicar enormemente las opciones tácticas para la entrega de SOF, atacar con mayor potencia de fuego y poseer una capacidad sin precedentes para lanzar y operar sistemas no tripulados desde debajo del mar.