La configuración de cola doble del Su-27, con timones verticales y estabilizadores horizontales, permite maniobras como el Cobra de Pugachev.
Diseño avanzado de la cola doble en el Su-27 Flanker
El Sukhoi Su-27 Flanker, un caza de superioridad aérea diseñado por la Sukhoi Design Bureau, incorpora una configuración de cola doble que optimiza su desempeño en maniobras extremas. Los dos timones verticales, inclinados hacia fuera a 10°, junto con estabilizadores horizontales móviles, proporcionan una combinación de estabilidad direccional y control de cabeceo que distingue al Su-27 de sus competidores. Fabricados en titanio y materiales compuestos, los timones tienen un área total de 10.2 m², lo que asegura resistencia estructural y ligereza. Esta arquitectura permite al Flanker ejecutar maniobras avanzadas, como el Cobra de Pugachev, donde el avión alcanza ángulos de ataque superiores a 120° mientras mantiene control.
La configuración de cola doble del Su-27 se diseñó para mejorar la estabilidad direccional en un avión que opera en condiciones aerodinámicas extremas. Los timones verticales, separados y posicionados fuera de las góndolas de los motores, reducen la interferencia aerodinámica y garantizan redundancia en el control de guiñada. Los estabilizadores horizontales, también móviles, permiten ajustes precisos en el cabeceo, esenciales para maniobras de alta agilidad. Esta disposición, combinada con un sistema de control fly-by-wire pionero en la Unión Soviética, basado en la experiencia del proyecto T-4, maximiza la capacidad del Su-27 para operar en el límite de su envolvente de vuelo.
El diseño de la cola se desarrolló en respuesta a los requerimientos del programa Perspektivnyy Frontovoy Istrebitel (PFI) de 1969, que buscaba un caza capaz de rivalizar con el F-15 Eagle estadounidense. La Sukhoi OKB, en colaboración con el instituto TsAGI, optó por una configuración de ala delta recortada con cola doble para equilibrar maniobrabilidad y alcance. Los timones verticales inclinados minimizan la resistencia aerodinámica, mientras que su construcción en titanio y compuestos reduce el peso sin comprometer la durabilidad. Esta combinación permite al Su-27 mantener estabilidad a velocidades bajas y ángulos de ataque elevados, características críticas para combates aéreos cercanos.
La maniobra Cobra de Pugachev, demostrada por primera vez en 1989 por el piloto Viktor Pugachev, resalta las capacidades de la cola doble. Durante esta maniobra, el Su-27 eleva su morro hasta un ángulo de ataque extremo, frenando rápidamente mientras mantiene control direccional. Los timones verticales aseguran que el avión no derive lateralmente, mientras que los estabilizadores horizontales permiten una recuperación suave. Esta habilidad depende de la interacción entre la cola doble y el sistema fly-by-wire, que compensa la inestabilidad inherente del diseño para maximizar la agilidad.

Datos técnicos de la cola doble del Su-27 Flanker
- Área de los timones verticales: 10.2 m², optimizando estabilidad direccional.
- Inclinación de los timones: 10° hacia fuera, reduciendo resistencia aerodinámica.
- Materiales: Titanio y compuestos, para ligereza y resistencia estructural.
- Estabilizadores horizontales: Móviles, permiten control preciso de cabeceo.
- Maniobrabilidad: Soporta ángulos de ataque superiores a 120° en maniobras como el Cobra.
Evolución y aportes de la cola doble en variantes del Su-27
La cola doble del Su-27 se mantuvo como un elemento central en las variantes posteriores, como el Su-30, Su-33, y Su-35. En el Su-35S, los timones verticales se redujeron ligeramente en tamaño para compensar el uso de toberas de empuje vectorial, pero conservaron la inclinación de 10° y los materiales compuestos. Esta evolución refleja avances en aviónica y motores, que permitieron ajustes en la configuración aerodinámica sin sacrificar maniobrabilidad. En el Su-33, diseñado para operaciones navales, la cola doble incorpora dispositivos de alta sustentación para reducir las distancias de despegue en portaaviones, manteniendo la misma robustez estructural.
El proceso de diseño de la cola doble enfrentó desafíos iniciales. El prototipo T-10, que voló en 1977, presentaba timones verticales centrados sobre las góndolas de los motores, lo que generaba inestabilidad a altas velocidades. La redesignación al T-10S, con timones desplazados hacia fuera y una configuración más aerodinámica, resolvió estos problemas. Este cambio, implementado en el modelo de producción Su-27S (Flanker-B), también incluyó aletas antiderrape en la base de los timones para mejorar el control a bajas velocidades. La transición al diseño final se completó en 1981, con el primer vuelo del T-10S el 20 de abril.
La fabricación de los timones y estabilizadores utiliza aleaciones de titanio y compuestos de fibra de carbono, que ofrecen una relación peso-resistencia óptima. Estos materiales, combinados con la geometría de la cola, permiten al Su-27 soportar cargas aerodinámicas extremas durante maniobras de alta g. La redundancia proporcionada por los dos timones asegura que el avión mantenga control incluso en caso de daño parcial, una ventaja táctica en combate. Además, la inclinación de los timones reduce la firma radar lateral del avión, contribuyendo a su perfil sigiloso relativo para un caza de cuarta generación.
El Su-27 entró en servicio con las Fuerzas Aéreas Soviéticas en 1985, tras superar dificultades de producción que retrasaron su despliegue masivo hasta 1990. Su cola doble demostró ser un factor clave en su capacidad para enfrentar amenazas como los bombarderos B-1B Lancer y B-52 Stratofortress, así como para escoltar bombarderos pesados soviéticos como el Tu-95. La configuración también permitió al Su-27 adaptarse a roles secundarios, como ataques a tierra, gracias a su estabilidad en vuelos a baja altitud.
Impacto global y legado de la cola doble del Su-27

La configuración de cola doble del Su-27 ha influido en el diseño de cazas modernos, tanto en Rusia como en otros países. La licencia para producir el Su-27SK en China dio lugar al Shenyang J-11, que conserva la misma arquitectura de cola para maximizar maniobrabilidad. En India, el Su-30MKI incorpora mejoras como toberas de empuje vectorial, pero mantiene los timones verticales inclinados y estabilizadores horizontales del diseño original. Estos derivados han ampliado el alcance global del diseño, con operadores en países como Vietnam, Indonesia, y Ucrania.
La robustez de la cola doble se ha probado en condiciones operativas diversas. En Ucrania, los Su-27 han operado en entornos de combate intenso, demostrando la durabilidad de los timones de titanio bajo estrés. En Rusia, el diseño ha evolucionado hacia el Su-57, que, aunque incorpora tecnologías furtivas, retiene principios aerodinámicos derivados del Su-27, como la estabilidad direccional proporcionada por timones separados. La capacidad del Su-27 para realizar maniobras como la Tailslide y el Cobra sigue siendo un punto de referencia en exhibiciones aéreas, destacando la versatilidad de su configuración de cola.
El desarrollo de la cola doble también benefició de la investigación en el Instituto de Investigación Aeronáutica de Siberia (SibNIA), que optimizó la forma aerodinámica de los timones para reducir turbulencias. Este trabajo permitió al Su-27 superar las limitaciones de los primeros prototipos, que sufrían problemas de estabilidad a velocidades supersónicas. La configuración final, implementada en los modelos de producción, asegura un equilibrio entre maniobrabilidad y eficiencia aerodinámica, permitiendo al Flanker alcanzar velocidades superiores a Mach 2 y un alcance de 3,530 km.
La cola doble del Su-27 Flanker representa un hito en el diseño de cazas de cuarta generación. Su combinación de timones verticales inclinados, estabilizadores horizontales móviles, y materiales avanzados permite un control excepcional en maniobras extremas, consolidando al Su-27 como uno de los cazas más ágiles de su era. Desde su entrada en servicio en 1985, esta configuración ha definido el estándar para las variantes del Flanker y ha influido en el desarrollo de cazas modernos, demostrando la visión técnica de la Sukhoi Design Bureau en la creación de un avión capaz de dominar los cielos.